愛「56」

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━━━ ཹ։ ¿Y si esto fuera real?

El techo de su habitación era lo primero que pudo reconocer al abrir los ojos. Pestañeó un par de vez y llevó una mano a su frente. Se sentía cansado y mareado, por alguna razón también parecía que tenía frío. 

Pero... No podía hacer tanto frío en Mayo. 

Se sentó y miró a su alrededor, su teléfono estaba cargando encima de su escritorio. Extendió su mano para agarrarlo y mirar la hora. 

"1 de Octubre de 2016, 6:12 am"

Frotó sus ojos con fuerza, encendió la pantalla de nuevo para volver a comprobar la fecha. Nada había pasado, los números en su pantalla seguían siendo los mismos. Retiró las sábanas de su cama a toda velocidad y cayó al suelo de cabeza al intentar hacerlo demasiado rápido. Hacía bastante tiempo desde que le pasaba aquello. Se puso en pie, notando como sus piernas temblaban demasiado. 

Intentó caminar, pero no podía hacerlo correctamente, como si no hubiera usado su cuerpo en demasiado tiempo. 

Miró a su alrededor, haciendo memoria de lo último que había pasado. 

"Mientras discutía con Changjo me alteré demasiado, agarré el cetro de Minho y... Ahora estoy aquí." Buscó el objeto por toda su habitación. Rebuscó en la cama, ya que había despertado allí, debajo del escritorio, debajo de su cama, pero ahí no había ni rastro del cetro.

Observó sus manos, siendo plenamente consciente de que lo había tocado, pero entonces, si lo había utilizado gracias a que Milae lo sostuvo por uno segundos antes, ¿Por qué no estaba allí? Jeongin se llevó las manos a la cabeza para sentarse en el suelo. — ¿Se ha quedado allí? — Habló en voz alta siendo presa del pánico. 

Ni siquiera sabía donde estaba, si había vuelto al pasado o había ido a otra línea temporal. Solo sabía que estaba perdido allí y además, estaba lejos de casa, aunque el lugar en el que estaba fuera su habitación.

Alzó la mirada y buscó la cama de Renjun, para así darse cuenta de que no estaba. Ni el regalo de cumpleaños de Seol, ni la casa para pájaros, ni su lingote de oro de dos kilos. No había rastro de la existencia de los demás. 

Miró su mano, tampoco llevaba el anillo de Maum. Salió a toda velocidad por el pasillo, chocándose con los muebles y las paredes, se puso sus zapatillas y abrió la puerta de la entrada. Esperando verse la casa vecina, lo único que pudo apreciar fue el afluente del río.

Era la primera vez que era capaz de observar el río justo con solo salir de casa en meses. Avanzó lentamente hacía allí, sin abrigarse, sintiendo el frío calar sus huesos. Miró la orilla, sabiendo que allí debían estar los duendes de río que iba a alimentar de vez en cuando con Seol y Renjun. 

Sonrió al reconocerlos, pero cuando conectaron miradas, lo único que percibió en las criaturas fue duda, confusión y un poco de sorpresa porque el mortal los había notado. Pronto se adentraron en el agua, escondiéndose de la mirada de aquel chico extraño. 

Jeongin miró el cielo, despejado. — ¿Dónde estoy? — Se preguntó en voz alta. 

— ¡Jeongin! — Su abuelo le gritó desde dentro de casa. — ¿Qué estás haciendo ahí fuera con todo el frío? Vamos a dentro, te tienes que preparar para ir a clases. — El chico se giró para ver al mayor. — Vamos o te vas a poner malo.

Jeongin se acercó y entró, notando como su abuela lo observaba desde el interior de la cocina con cierta preocupación. — ¿Cómo se te ocurre salir a estas horas de la mañana en pijama? ¿Qué te pasa? — La mujer le cuestionó mientras lo sentaba en la mesa de la cocina y le ponía delante parte de su desayuno. 

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora