愛 「17」

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━━━ ཹ։ Quiero la relación de ensueño

Se había tomado el té que le dio la adivina. Colocó el objeto más antiguo que encontró en su casa, una vieja foto de su abuela con sus padres, bajo la almohada y se sentó a meditar si realmente iba a hacerle caso a una chica como Seol Jin.

¡Pero es que su curiosidad lo estaba matando!

Quería saber que podría ver o si era real lo que decía aquella mujer. Lo ansiaba, lo deseaba con fervor.

Se tumbó de enseguida y cerró los ojos ajustando el agarré a su sábanas. Aquella noche Jeongin se quedó dormido más rápido que nunca. Probablemente aquel era el efecto de aquellas bolsitas de té, si tomaba aquello podría decirle adiós a aquellas noches de insomnio. 

Al principio todo era negro, no se escuchaba o se veía algo en concreto. Tampoco era como si Jeongin hubiera dejado de ser consciente de lo que estaba pasando, solo era que no podía afectar o alterar de ninguna manera su entorno, no podía cambiar el paisaje que veía, avanzar o girar su cabeza.

Aquella pantalla negra se mantuvo por unos segundos. Estaba siendo dolorosamente consciente de como el tiempo pasaba en vano, pero tremendo susto se llevó cuando un murmuro llego a él por primera vez en la noche. 

Lo primero que escucho fue el sonido de una corriente poco caudalosa justo en su oído izquierdo. Un sonido constante. El murmullo del agua corriendo a un ritmo lento y calmado. 

Y aunque seguía viéndolo todo negro, en sus manos en su regazo comenzó a sentir algo así como el pasto, como si estuviera sentado sobre el suelo de un prado. Intentó mover las manos, pero su cuerpo ya se estaba moviendo solo sin pedirle opinión o permiso para hacerlo. 

— ¡Hey, Lim! — Su boca se movió sola, y en aquel momento un fogonazo de luz asalto a sus ojos. Y al parpadear, notó como estaba tumbado boca abajo, sobre un prado, a las orillas de un riachuelo y bajo la sombra de un frondoso árbol que daba sombra a una gran parte de la orilla. 

— Déjame en paz, Hoon. — Su cabeza se giró para dejarle ver la figura de una chica sentada sobre una piedra. Tenía mala cara, parecía enfadada, incluso asqueada.

— ¡Lim! — Volvió a llamarla y está se giró, dándole la espalda.

— Oh, bueno... Si te vas a poner así, mejor te llevo a palacio... Ni siquiera deberíamos estar juntos. Está más que prohibido y me estoy jugando la cabeza para que ni siquiera te dignes a mirarme...  — Jugueteó con un  brote de hierba que era más alto que el resto. Lo desenroscaba y lo rizaba en su dedo. Jeongin notó como aquel chico estaba fingiendo desinterés. 

La chica se movió bruscamente, levantándose de la piedra. Levantó su falda y se metió en el río para darle una patada al agua y hacer que toda su cara se mojara. 

— Sí, es verdad... Debería ir a palacio y decirle a mis padres que me sacaste a la fuerza de él. 

Aquel mencionado como Hoon se puso en pie al ver como aquella chica salía corriendo colina arriba. Desde allí se pudo ver un verdadero palacio, de color rojo, con un tejado de tejas negras. Corrió hasta Lim y la retuvo, agarrando su torso y levantándola en el aire.

— ¡No seas niña! ¡Tú me suplicaste que te sacara de allí porque odias estar encerrada allí dentro! 

Era tan realista, un sueño que se vivía de una forma tan real, podía sentir realmente como la espada de la chica estaba siendo apretada contra su pecho. Lim se deshizo del agarre y lo empujó, acabando este de culo al suelo. La chica sacó una de las varas de metal que utilizaba para decorar su cabello, y apuntó a Hoon con la afilada punta de esta. 

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora