愛 「20」

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━━━ ཹ։ ¿Nos conocemos?

— Entonces... — Milae levantó su vaso de vino de arroz, mirando a JaeSan. — Quieres que yo. — Se señaló con su palma abierta. — La rata asquerosa, inmunda e infecta, venida de las cloacas, parásita portadora de la peste, amiga de las cucarachas, hermana de la enfermedad, sirviente de la muerte, hija del demonio. — JaeSan se llevó una mano a la frente al escuchar a su compañero. — Te ayude.

Al terminar su frase bajó su mano y bebió un poco más de su vaso. El señor de las monedas hizo un ademán con la mano, intentando restarle importancia. — No me digas que vas a rechazar a tu hermano.

— Vale, no te lo digo... Gracias por venir. 

JaeSan dio unos golpes en la mesa mientras negaba repetidamente. — No, no, no... No seas así, Minho. Tienes que ayudarme, no es justo que ayudes a todo el mundo y a mí me rechaces... — Al escuchar eso salir de su boca con un tono tan petulante, la deidad del tiempo le miró con el ceño fruncido y un semblante gélido.

— ¿Quieres comer pañuelos? — Preguntó fríamente mientras que levantaba su bastón. JaeSan comenzó a negar, pero cuando se dio cuenta, ya tenía una caja entera de pañuelos de papel, metidos en la boca. 

Milae se empezó a reír al ver sus mejillas hinchadas y llenas de papel. El dios de la fortuna tuvo que escupir, uno a uno, cada pañuelo, su boca se quedó seca como un desierto, por lo que bebió parte de su té para hidratarse. 

— ¡Minho! No seas así no me has dejado... — Y al darse cuenta, ya tenía otra vez un puñado de pañuelos en la boca. JaeSan los escupió de mala gana y lo miró retador. — Ok, he ido a hablar con Seungmin, y él ya sabía que esto pasaría, así que me ha dicho que para que me ayudes debo de ofrecerte mis servicios de casamentero... — Milae se cruzó de brazos y pensó por unos segundos.

— No estoy muy seguro... Aisoon y Felix serían de más ayuda, puesto que son los dioses del amor y del matrimonio respectivamente. — Comentó mientras miraba sus uñas. 

— Pero yo estoy aquí y te estoy ofreciendo mi ayuda para casar a tu hija... 

JaeSan acaba de llegar a la cámara del tiempo de Milae, por lo que no tenía ni idea de que en su templo, Jeongin y Seol Jin estaban debatiendo sobre como podía ser real la existencia de Rejun.

— Bueno, como has pillado a tu poderosísima grandeza divina de buen humor... — Habló en tercera persona con aires narcisistas. — Va a ayudarte después de que le hagas el favor. — Milae dejó el bastón en el suelo y dio unas palmadas, por lo que Haechan entro a la velocidad de la luz por la puerta de la cámara del tiempo.

— ¿Me ha llamado, dios? — Preguntó mientras dejaba su mano de forma respetuosa en la espalada. Milae asintió con la cabeza. 

— Por favor, dile a la mayor de mis hijas que venga a verme... Hyunjin y yo tenemos que hablar con ella. — El dokkaebi afirmó con la cabeza después de escuchar el mandato.

— Por supuesto, estaremos aquí tan pronto como la joven Haru este lista. — Al decir aquello Haechan salió disparado de la cámara, dejando una brisa corriendo por el lugar y el sonido del tic tac del reloj envolviendo la sala. 

Milae siguió bebiendo su vaso de vino de arroz y le sonrió a JaeSan con soberbia. — Y dime... ¿Para que necesitas mi ayuda? Tú no formas parte del grupo de deidades que necesitan dar un salto en el tiempo de vez en cuando... — Recalcó haciendo que la deidad de la fortuna se encogiera de hombros con desdén, alzando el mentón. 

— Verás, Jeongin tuvo un Gwahaeng, o sea, soñó con su vida pasada... Y la verdad es que su sueño me volvió a levantar ciertas dudas. Siempre me he sentido curioso por saber cual fue el pecado de Jeongin desde que confirmamos que recibió el castigo divino de Chan... Pero por un tiempo deje de tenerle importancia ya que Chan lo trató como un "Ni siquiera me acuerdo de lo que hiciste así que voy a perdonarte si haces unos trabajos sucios para mí", pero al escuchar un fragmento de su pasado... Me hizo sentir curioso. Según las fechas, Jeongin vivió su primera y única vida, sin contar la de hoy en día, en la dinastía Joseon, justo en los días de la purga a la literatura, las peleas entre reyes y nobles... Ya sabes, fueron unos años muy locos... Y por esa época, el paraíso también estaba patas arribas debido al nacimiento de... — Fue interrumpido cuando Haechan llamó a la puerta de la cámara.

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora