愛「46」

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━━━ ཹ։ Tengo dudas

— Esa chica demente. Sin sentido común... — Revolvió sus cabellos a la par que se arrodillaba en los pasillos de la biblioteca del dios del conocimiento. Renjun se detuvo al verlo desde arriba. — ¿Cómo puede hablarle de esa manera a una diosa? — Aún no le cabía en la cabeza aquella forma tan descarada en la que su novia se había dirigido a la deidad.

Pero más que la forma en la que Seol se había expresado, lo que más rondaba en su cabeza fue la última petición de la diosa, aquello que Maum había confesado antes de irse.

Por fin sabía que era lo que pasaba por la cabeza de aquella mujer, no es que no fuera consciente de que estaba equivocada, ya lo sabía de sobra, pero lo que quería era volver a tener a su hija con ella, bueno, no volverla a tener, porque en realidad nunca la tuvo. Lo que quería era tenerla de una vez por todas con ella.

Y eso sembraba muchas preguntas, Seol Jin  parecía negarse y plantarse en el sitio, de buenas a primeras había escuchado como rechazaba la condición, pero... ¿Ella había pensado bien en eso? Sí a él le propusieran una vida eterna, un sin fin de habilidades y poderes, a lo mejor ni se lo cuestionaría. 

Por otra parte creía saber porque la chica había declinado la oferta. Visto desde los ojos ambiciosos de una persona que no ha tenido nada similar, parecía una ganga, pero si se miraba desde los de una persona llena de sueños, propósitos y ganas de exprimir al máximo cada segundo, la oferta podía ser poco tentadora. Como ella había dicho, no quería dejar a su familia, amigos y sueños para convertirse en un ser divino. 

Suspiró y ajustó el pañuelo que llevaba en la cabeza para frotar con más ímpetu la mopa mojada en el reluciente suelo de mármol de Yesul. Renjun bajó de un salto y se sentó frente a él, consiguiendo que se espantara un poco. — ¿Qué le pasa? Se vuelve a ver triste y preocupado. Puedo sentirlo. — Apuntó a su pecho y dio unos golpecitos con su dedo en él. Jeongin llevó su mano libre al mismo lugar. 

— ¿Sí? ¿Se me nota tanto? — Inquirió para sentarse de la misma forma que la criatura.

— No solo se le nota, sino que también lo siento porque soy su siervo. — Contestó al apoyar sus codos sobre sus rodillas.  — No me gusta verlo deprimido. ¿Tiene algo que ver con la reunión de ayer o con lo que está pasando entre los dioses? — Jeongin le dio la razón.

— Sí, Renjun. Tiene que ver con esas dos cosas. — Dudó si debería contarle aquello, pero acabó por pensar que solo sí hablaba con alguien del tema podría aclarar sus dudas. — La cosa es que Aisoon se quiere llevar a Seol Jin con ella, a su palacio. Ella la ha rechazado, pero eso puede suponer un efecto muy negativo para la misión que estoy llevando acabo. — Disfrazó la verdad con algunas mentiras. 

— ¿Por qué se quiere llevar a la señora Kyun Seol Jin? ¿Ha hecho algo malo? ¿Ha fallado en su tarea? — Se escuchó muy preocupado, denotando como de conectado se sentía con ella. Jeongin sonrió y acarició su cabello, negando con la cabeza.

— No, Seol no ha hecho nada, pero Aisoon, simplemente... Quiere tenerla cerca, con ella, vivir juntas... No lo tengo muy claro. — Fingió dudar de las intenciones de la diosa. — ¿Por qué te preocupa tanto? ¿No quieres que la regañen?

— No es solo eso. — Movió ambas manos para negar aquella pregunta. — La señora Kyun Seol Jin no tiene Dokkaebi, debe de haberlo perdido recientemente y aún no ha encontrado otro con el que enlazarse, por lo que no tiene a nadie que la ayude y proteja en este mundo. La mayoría del tiempo debe sentirse sola, incomprendida y desprotegida. Seguramente crea que no nos hemos dado cuenta, pero sé como se siente también. — Confesó mientras se ponía en pie. — La mayoría del tiempo también está deprimida y triste. 

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora