愛 「15」

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━━━ ཹ։ No pienses más en tu ex

— Si fueras una adivina, barra, espiritista... ¿Dónde estarías? — Cuestionó Jeongin deteniéndose en mitad de las calles de Yeolcheon. Renjun salió de la cesta de la bicicleta y el chico lo miró con discreción.

— ¿Quiere que vaya a buscarla? — Preguntó el dokkaebi adquiriendo su verdadero tamaño. Jeongin asintió con disimulo, pues sabía que Seol Jin no le había quitado la vista de encima en todo aquel trayecto. Era bastante incómodo, a decir verdad, tener la sensación de que te están observando en la nuca durante tanto tiempo.

— Hey gente, tomemos este camino... — Habló el chico al ver como Renjun sonreía desde la esquina de una de las calles.

— ¿Eh? — Hye Rim frunció el ceño confundida por aquella selección de ruta. — Este es un callejón sin salida... — Los cuatro observaron como el callejón estaba formado por una callejuela estrecha llena de puestos muy longevos, hechos de madera gruesa y oscura, luces de candiles lo iluminaban en lugar de farolas y el cielo nocturno apenas podía verse debido a los toldos de colores que cubrían la mayoría de entradas a las tiendas.

— Aquí huele a pescado... — Jisung dejó salir aquel dato mientras se bajaba de la bici, ofreciendo su mano a Hye Rim para que hiciera lo mismo.

Seol Jin se bajó dando un salto, haciendo temblar a Jeongin, quien casi se cae del asiento. — No podemos ir con las bicicletas por aquí, así que vayamos a pie... — Habló la chica llevando sus manos a su cintura. Jeongin siguió a Renjun por aquella estrecha calle.

Pronto los cuatro empezaron a escuchar música tradicional, gente bailando dentro de ciertos locales, restaurantes llenos de clientes y algunas tiendas con temáticas nunca vistas para ellos.

Jisung se paró frente a las peceras que habían en la entrada de uno de los locales. Estaba llena de peces koi de colores preciosos, el agua brillaba de un azul intenso y los colores anaranjados, rojizos y blancos de los koi destacaban de sobremanera.

A Hye Rim le llamó la atención y pequeño puesto de amuletos que había frente a aquel acuario. Una mujer de bastante edad exponía preciosos colgantes y anillos, eran piedras de colores intensos y brillantes. — ¿Te gusta la "Piedra de la luna"? — Preguntó la mujer colando el anillo en el dedo índice de la chica.

— ¿Piedra de la luna? ¿Qué significa eso? — Preguntó con una sonrisa mientras miraba aquel pedrusco grande y blanco. Desde luego brillante era como la luna.

— Dicen que la piedra de la luna ayuda a las personas a que cumplan su destino y favorecen a su espíritu... — Respondió ella mientras Hye Rim miraba el anillo desde todas las direcciones.

Jeongin se acercó a la chica por detrás y observó como contemplaba aquella sortija. — ¿Te gusta?

Era lo que iba a preguntar, pero Seol Jin se le adelantó. La chica tenía una mueca de indiferencia mientras observaba el anillo.

— Oh, sí... Es muy bonito, pero... — Seol Jin no la dejó terminar cuando ya estaba sacando su cartera de aquel pequeño bolso que estaba colgado de sus hombros.

— ¿Cuánto es? — Preguntó recibiendo una sonrisa de la señora, la cual ya estaba haciendo el trámite de la compra. Jeongin se quedó de piedra, nunca mejor dicho, al ver como le habían robado una oportunidad de ser dulce y caballeroso con su enamorada.

— Muchas gracias... — Hye Rim expresó su gratitud con una sonrisa tímida, haciendo que Seol Jin negará con la mano.

— No es nada, también he comprado algo para mí. — Abrió su mano y de entre sus dedos colgó una cadena cuyo abalorio principal era un tigre de jade. Jeongin miró al cielo y suspiró diciendo el nombre de JaeSan por lo bajo.

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora