愛 「16」

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━━━ ཹ։ No hay secretos entre la pareja

Changjo reposaba en la sala del trono, allí donde debían ir a verlo las visitas. Descansaba su cabeza sobre su mano derecha y suspiraba con pesar mientras observaba como iban y venían las ofrendas desde el vestíbulo de palacio hasta el almacén contiguo. 

En ese momento estaba recibiendo la visita de Dasan, quien se encontraba a su lado izquierdo, sujetando unos cuantos pergaminos en su brazo derecho. 

— Yukhei, por favor... Cierra la puerta, Yongbok y yo tenemos que hablar de unas cosas... —El dokkaebi se acercó a Changjo y le ofreció su mano para que este bajara de su trono.

— Felix... — Le corrigió, pero fue ignorado.

— Por supuesto, me encargaré de supervisar a los fieles que están abasteciendo el palacio... Con permiso. — Sonrió e hizo una reverencia. 

— Yo también me retiro entonces mi señor... Estaré esperando a los alrededores de palacio... — El dokkaebi nombrado como Mark, por Dasan,  hizo el mismo gesto y acompañó al dokkaebi de Changjo hasta la salida de la sala. Cuando ambos salieron, Mark ayudó a Yukhei para cerrar el gran portón y las dos deidades se quedaron a solas en aquella habitación. 

Changjo sacó de su bolsa un par de semillas tan pequeñas como un grano de arroz. Las pisó y de estás surgieron una mesa y un par de cómodos cojines en los que poder sentarse. La deidad de la familia tomó asiento frente al dios de la creación, dejando sus pergaminos de lado en la mesa. Changjo sacó un par más de semillas, las dejó sobre la superficie del mueble y las aplastó con su dedo, estas dos dieron lugar a un juego de razas de té y a cuenco de golosos dulces. 

— Seguramente te sientas curioso de porque te he hecho llamar. — Afirmó mientras servía las bebidas en una taza para cada uno de los presentes. 

— Oh, sí... Supongo que quieres contarme o sacarme un cotilleo, tengo muchos... Sabes que aquí arriba hablamos de todo... — Changjo asintió al escuchar la contestación de Dasan. Juntó sus manos y miró a su hermano expresando la seriedad con la que debían tratar el asunto. 

— Sé quien es Jeongin... — Soltó aquellas palabras a dolor, por lo que el dios se atragantara con la bebida. 

— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Eh? — Tomó la bolsita de té y de ella hizo un pañuelo de papel para así poder limpiar su boca. 

— Oh, sí... Llevo sabiéndolo unos cuantos días, desde que fui a ver a Hyunjin y  a Aisoon para comentarles que iba a deshacerme de él. Al verlo recordé inmediatamente de quien se trataba... Tiene la misma cara que hace tantos años... — Habló llevándose una galleta a la boca. Dasan se aclaró la garganta y ajustó su traje. 

— Vaya... ¿Y por qué me cuentas esto ahora? —Preguntó extrañado.

— Porque me parece muy curioso como se mueven las fuerzas del caos... Me parece muy curioso como las energías positivas y negativas conviven en este universo, siempre deben estar equilibradas, si existe algo, siempre deberá haber su reflejo en un espejo, su parte contraria... — Changjo apretó su mano y de ahí aparecieron unas estelas de colores amarillentos y otras de un color negro muy oscuro. — ¿Ves? Hay de lo bueno y de lo malo en todo... Incluso en el aire... — Bajó su mano y suspiró. — Hemos tenido unos aparentes años de paz... El flujo de la historia tiene unos giros interesantes, las noticias han volado rápido y la ausencia de Hyunjin en su propio palacio acabará por ser notada... Estamos en Suhwang, hay mucho demonio suelto... Muchas criaturas están saliendo para hacer vida con los humanos, es la receta perfecta para el desastre... — Dasan lo detuvo moviendo sus manos frenéticamente. 

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora