愛「45.5」

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━━━ ཹ։ Nos vamos de reunión familiar

— ¿¡Qué!? ¿Ir contigo allí arriba? — La chica preguntó mientras apuntaba al techo de su casa. Apenas había dejado sus maletas en la entrada y ya le estaban proponiendo otro viaje, solo que esa vez a un lugar aún más lejano y lleno de criaturas que la aterrorizaban. — ¿A tomar el té...? ¿¡Con Dasan y los otros seis dioses de la primera dinastía!? Definitivamente te has vuelto loco... Jeongin. — Seol procedió a entrar en su cocina y sacar del interior de su nevera una jarra de agua fresca. — ¿Quieres agua, Renjun? — Le preguntó al verlo subido en su encimera.

— Sí, todo lo que pueda darme usted será bien recibido, señora. —Afirmó mientras aceptaba el vaso con sus dos manos.

— Vamos, Seol. No seas así. Ellos realmente quieren que vayas. — Jeongin comenzó a exagerar sus gestos conforme hablaba para darle mucho más énfasis a su petición. — Es el paraíso, allí no te va a pasar nada malo. Arriba, gente buena. — Alzó sus pulgares. — Abajo, gente mala. — Bajó sus pulgares. — Incluso yo he estado ahí abajo y sigo vivo. 

— Tú y yo estamos hechos de pastas diferentes. — Afirmó llevando su vaso a la boca, desviando la mirada por la ventana. Jeongin abrió la boca, no se podía creer lo que escuchaba.

— Señora, no puede decir eso a la ligera. A Yang Jeongin le dan miedo muchas cosas, viajar con el ángel de la muerte, volar, las alturas, que yo coma dentro de casa... JaeSan, sus gatos gigantes. — Empezó enumerar, y su lista continuó, pero quedó en segundo plano.

— Vamos, Seol Jin. Ellos quieren que vayas, conocerte y que nos llevemos bien. Felix está haciendo esto para ayudarnos con el tema de Aisoon. — Agarró su rostro con ambas manos y empezó a hablar de forma tierna. Haciendo sus ojos grandes y brillantes. 

La chica sintió una punzada en el corazón y una necesidad por tratarse de diabetes. Jeongin la miró algo asustado, pero luego comprendió que aquello formaba parte de su extravagante y sobreactuado estilo de reaccionar ante las cosas. Nada nuevo para él. 

— ¿Cuándo es esa fiesta del té? — Su voz titubeó y sintió como su cara se ponía caliente. Renjun procedió a abanicarla con una de las hojas del periódico que estaba sobre la encimera de la cocina. — Bueno, podemos ir a mi habitación. Estoy cansada y quiero ponerme cómoda. 

Al escuchar eso, Jeongin se giró dramáticamente, alzó su mano señalando el piso de arriba y gritó el nombre de Renjun. — ¡Rápido, cierra todas las ventanas! ¡Desengrasa las escaleras y sube la maleta de Seol Jin! — El Dokkaebi subió su mano a su frente.

— ¡Sí, señor! — La criatura salió volando con un par de trapos en la mano, procedió a limpiar cada peldaño de la escalera, cerrar las ventanas de todo el piso de arriba y a cargar las valijas de la chica hasta su cuarto para que ella no tuviera que llevarlas.

— ¡Hey! Aún no has ido al servicio militar, contrólate general Yang. No me va a pasar nada. — Aseguró mientras avanzaba hasta el pasillo para ir a las escaleras.

— Eso no lo decides tú, lo decide Changjo y su amigo el destino. — Dicho eso, agarró a Seol por debajo de los brazos y procedió a pegarse a su espalda, como si estuviera haciendo la función de protector. — Te recuerdo que estando conmigo tus probabilidades de palmarla cayendo de un sitio alto aumentan en un trecientos por ciento. Así que yo decidiré cuando estás a salvo y cuando no. Ahora abre un poco las piernas, para evitar caerte tu centro de gravedad debe estar más próximo al suelo, y el de los humanos se sitúa en el abdomen. — Seol acabó por obedecer, pero si mirabas detenidamente su rostro, podías ver como sus dientes estaban preparados para atacar en cualquier momento. — ¡Renjun, baja y haz de seguro desde el frente!

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora