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Una vez Caillech tuvo sus libros y salimos de la biblioteca una sirvienta casi me abordó a la fuerza.

–El modista lleva casi 1 hora esperando a que aparezca! –Se quejó algo histérica por haberme estado buscando por todas partes y no encontrarme.

–Pero el modista viene mañana –Contesté sin entender dejando que tirara de mi.

–Se ha adelantado, necesita sus medidas ahora –Explicó con prisas.

Me despedí muy fugazmente de Caillech y me tuve que ir con la sirvienta a la sala de moda.

Ay... el cumpleaños de mi hermano mayor...

No me gustaban los grandes bailes, venían un montón de nobles buscando encasquetarme a sus hijas, y si no era a mi era a mis hermanos.

Por no hablar de la cantidad de hombres que trataban de engatusar a mi hermana, que a demás al ser la única chica no tenía como escabullirse de ellos.

–En que piensas? –Preguntó Tahiel apareciendo no se de donde.

Era el 2º hermano más mayor, y el que más interesado estaba en la magia, sobre todo para intentar dominarla y conseguir ser rey y mago jefe, como no lo consiguió madre.

–No me gustan los bailes –Suspiré pudiendo bajar los brazos.

–Ya, todo un baile que gira al rededor de Ferenc... A mi tampoco me hace la gran ilusión –Suspiró conmigo tras apartarse algo de pelo de la cara.

En los últimos años se había dejado crecer mucho el pelo, ya podía hacerse una coleta considerable.

Él era casi idéntico a madre, su expresión, sus ojos, su pelo... era ella en hombre, pero sin imponer tanto.

–Cuantas solicitudes de matrimonio crees que se harán al día siguiente? –Preguntó insinuando una apuesta.

–El número exacto de mujeres con las que baile –Suspiré sabiendo que tanto para él como para mi sería igual.

Todas las personas con las que aceptaríamos bailar al día siguiente solicitarán una propuesta de matrimonio a nuestros padres.

–Cuando se trata de estas cosas... no te sientes como un objeto? –Planteó dejándose caer en una silla con pesadez.

Ferenc era realmente el único que disfrutaba del acercamiento de las mujeres a la espera de un matrimonio, no sería la primera vez que precisamente se aprovecha de eso alegando que ellas fueron las primeras en utilizarlo a él para llegar a ser reinas.

Razón no le faltaba, pero me seguía disgustando su comportamiento.

–Si –Afirmé sabiendo que yo era el único que no anelaba el trono.

Ferenc simplemente creía que sería igual que padre, no creo ni que se haya planteado un final diferente, Tahiel anelaba cumplir con lo que madre no consiguió y Elira deseaba ser reina soltera y mostrarle a los hombres que ella valía más que ellos.

Los tres esperaban ser elegidos cuando fuera el momento como futuros reyes... y yo solo quería irme de palacio y vivir tranquilo.

Aunque en parte eso significaría alejarme de Caillech... aún no sabía cómo llevar ese conflicto.

Bueno, aun no sabía cómo llevar nada que involucrara a Caillech.

Terminaron de tomarme las medidas dejándome ir para comenzar con Tahiel, así que me fui directamente a la pajarería.

Quería huir un rato de ser príncipe... bueno, siempre quería huir de esa responsabilidad.

Cleo no tardó en encontrarme y apoyarse en mi hombro.

Plumaje real (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora