Plumaje real (Yaoi/BL)

XV

Al final unos simples panfletos se volvieron algo preocupante.

–Pero estaremos seguros? –Preguntó el instructor de hípica a Dimas como si él tuviera la respuesta.

Pero era normal, estaba preocupado por la situación.

Como para no estarlo.

Y si trataban de atentar contra la nación?

–No creo que ocurra nada, pero la seguridad es lo primero –Lo calmó Dimas dejando volar de nuevo a Cleo para que regresara ella primero.

No es que el hombre se quedara muy convencido con la respuesta, pero la aceptó y nos dejó ir.

–Dimas hasta que punto crees que esto puede afectar a la seguridad de la nación? –Pregunté parándome con él a la salida del establo.

–Más de lo que me gustaría admitir en alto –Se sinceró suspirando y quitándose su capa.

La debía llevar para ocultar su uniforme de caballero de palacio, simplemente para que, si alguien intentaba atentar contra Krestel, no viera a alguien con el uniforme de caballero y supieran automáticamente en donde atacar.

Pero me la puso a mi asegurándose de que tapara mi ropa lo máximo posible y me cubriera la cabeza.

–Y esto? –Dudé sin entender por qué lo hacía mientras él se quitaba el chaleco con el escudo de la caballería real.

–Seguridad, no quiero que nos intenten asaltar solo por creer que eres de familia noble y tienes respuestas a lo que está sucediendo. Lleva esto y ocultalo con la capa –Explicó algo con prisas antes de abrir definitivamente la puerta.

Y tiró de mi para irnos lo más rápido posible.

Las calles estaban abarrotadas... y todo era por la preocupación general.

Nadie estaba tranquilo, todos se preguntaban mutuamente si sabían algo... todos expresaban en alto su preocupación por un posible ataque.

–Mamá vamos a morir? –Preguntó un niño pequeño agarrado de la falda de su madre.

La madre se apresuró todo lo que podía en calmarlo, pero con el nerviosismo general el niño solo acabó llorando por miedo.

Dimas al ver la situación de las calles generales me agarró y nos hizo acabar en un callejón.

Y de ahí llegamos a la plataforma que subía a palacio.

–Palacio si hay un ataque se movería sin problemas lejos de él... pero ellos? Y toda la gente que vive en la capital? –Dudé apoyando la mano en el cristal de la cabina mientras la plataforma subía.

–Si no lo piensas será mejor para ti –Intentó evitar la respuesta quitándome la capucha.

Y volvió a ponerse su chaleco con el característico escudo de la caballería real... pero yo no podía evitar pensarlo.

Cualquier persona sufriría las consecuencias de un ataque... menos palacio.

Creo que se acercaban momentos difíciles... mucho más difíciles de lo que me gustaría decirlo en alto.

–Caillech! –Saltó Krestel nada más Dimas abrió la puerta de la cabina para poder salir.

Habíamos llegado a palacio.

–Os intentaron parar? –Preguntó con preocupación abrazándome–. Tuvisteis algún problema?

–No, las calles estaban muy nerviosas para fijarse realmente en nosotros, caminamos por unas callejuelas vacías y no tuvimos ningún percance –Explicó Dimas con calma.