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Thoth y Caillech... no parecía que le fuera a gustar nada.

Mi madre en la cena no quiso pronunciar palabra ni un solo día sobre su llegada, y parecía que no iba a cambiar de opinión pronto, pero Caillech, tras la reunión de hoy, no quería ni levantar la cabeza.

–Toda la energía con la que empecé queriendo demostrar que podía conseguirlo... siento que está más que acabada –Murmuró apoyado de lado en la pared hecho una bola.

Después de cenar vine a su habitación encontrando que ya se había duchado.

Aun tenía el pelo mojado, las gotas caían sobre su cara casi hasta resaltando el doble su expresión cansada.

–Aún no sabes si Thoth es como mi madre –Intenté calmarlo cogiendo su toalla.

Y comencé a secarle el pelo consiguiendo que dejará de estar apoyado en la pared.

–Todos los magos son como la reina, un mago sin experiencia como yo no hace nada aquí... ni siquiera me quieren en el departamento en el que me corresponde estar –Se quejó con algo de rabia–. No es como que quiera ir al departamento militar, pero eso no quiere decir que no joda igual! Por que la edad invalida todo mi trabajo? Por mucho que digan que soy una "leyenda" no quieren darme la oportunidad de trabajar en nada.

Definitivamente Caillech estaba cansado, nunca se había quejado realmente del trato que tenían los magos hacia él.

Al final lo dejé quejarse de todo lo que le daba rabia mientras yo le secaba bien el pelo para asegurarme de que no cayera enfermo.

Caillech también era capaz de quejarse de lo que le molestaba por mucho que le cueste, él también tenía ese límite.

Y sonará egoísta, pero yo ahora mismo me sentía afortunado de poder ver esa cara suya.

Hasta que al final cayó al cansancio entre mis brazos una vez terminé con su pelo.

Solo pude meterlo en cama y observarlo un poco mientras dormía esperando a que se hiciera un poco más tarde y así pudiera salir con seguridad al pasillo sabiendo que nadie iba a encontrarme de repente.

Hoy, en vez de tener una expresión tranquila y dulce la tenía más seria.

En parte sabía que podría ir a junto Thoth y averiguar más fijo su impresión sobre Caillech y cantarle las cuarenta si escuchaba algo que no me gustaba.

Mi posición como príncipe me hacía muy fácil hacerlo.

Pero no debía abusar de mi posición... y si no fuera por eso ya habría hecho muchas cosas por Caillech.

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Al día siguiente a la reunión con Thoth me desperté sin energías.

Sentía que mi trabajo no valía para nada... así que no tenía ni fuerzas para seguir intentándolo.

–Buenos días –Saludó Sur nada más entró en el despacho.

Como siempre.

Yo le devolvía el saludo tratando de fingir lo mejor posible que estaba bien mientras seguía ordenando un par de papeles.

Hasta que carraspeo consiguiendo que me girara.

Venía con Thoth.

–Por que no desayunas en el comedor junto a todos? –Dudó como saludo mientras yo abandonaba lo que estaba haciendo.

–Después de incontables burlas y dos intentos de agresión física, que en la última casi me matan, me ha quedado claro que los magos no quieren saber de mi –Expliqué suspirando con pesadez.

Plumaje real (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora