Plumaje real (Yaoi/BL)

XXXIII

Rumi se terminó por ir a cenar dejando a Caillech solo conmigo.

–Bueno, esto ya está perfecto para mañana empezar a hacer cosas –Concluyó dejando una última piedra en el pequeño montón que le correspondía por su color sobre el escritorio de Rumi.

Caillech realmente estaba contento de estar aquí, y eso me llegaba

–Caillech –Murmuré al ver que miraba todo lo ordenado con orgullo.

Normal teniendo en cuenta como estaba cuando yo llegué.

No se ni como esa señora tan mayor podido andar por este despacho con todo el destrozo que había.

–Dime –Se giró hacia mi contento.

Me encantaba ver esa sonrisa tan sincera en su rostro. Sus ojos miel parecían hasta brillar más que nunca.

Pero, al mismo tiempo, me acobardé al ver su expresión tan dulce.

–Que pasa? –Insistió colocándose frente a mi agarrando mis manos intentando darme confianza.

–Bueno, la verdad es que... –Intenté explicarme huyendo de sus preciosos ojos para mirar a nuestras manos– Es que tal vez crees que es un poco precipitado y no quieres hacerlo, cosa que si es así respetaré en todo momento por que quiero que seas tú quien esté listo para dar ese paso...

Y volví a levantar la cabeza para dar el paso y decírselo, pero al ver a sus ojos de nuevo volví a dudar casi seguro de recibir miedo como respuesta.

–Dudaste mucho menos cuando me tuviste que decir que estábamos unidos y lo sabías desde él día que me conociste –Medio bromeó consiguiendo quitarle tensión al asunto.

Si, es verdad.

–En ese momento no te quería como te quiero ahora –Respondí terminando por apoyar la cabeza en su hombro.

Venga Krestel, se un hombre!

–Quieres decirle ya a mis padres de hacerlo oficial? –Lo solté casi de carrerilla cerrando los ojos con miedo y apretando sus manos.

Su silencio fue lo único que recibí como respuesta consiguiendo que entrara en pánico y me pusiera recto como una tabla.

–Pero como ya he dicho si no quieres por que es extremadamente precipitado lo voy a respe...

Mis palabras quedaron completamente calladas por sus labios consiguiendo que me relajara y disfrutara por un segundo de él.

Adoraba sus labios casi tanto como a él.

Hasta que nos separamos muy lentamente dejándome ver lo colorado que estaba.

–Dijimos de hacerlo así... así que si –Aceptó con algo de inseguridad–. Me da algo de miedo, no quiero que me rechacen... pero tengo que intentarlo.

–Lo vamos a hacer juntos, pase lo que pase no voy a dejar que te rechacen –Lo animé soltando sus manos para poder abrazarlo.

Mis padres sabían que en algún momento esto pasaría, no creía que fueran a rechazarlo, pero dado el estado de mi madre esperaba cualquier cosa.

Aun así no iba a ceder ni un poco, lo que más quería era que respetaran el trabajo de Caillech por encima de que yo fuera su novio o no.
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Caillech fue el que tuvo que pedir cita para una reunión personal con mis padres... y tardó más de lo que esperaba.

Todo el departamento de magia estaba cambiando completamente, así que mi padre no tenía tiempo para una reunión cualquiera aunque él ni pinchar ni cortaba en esta situación.