XIX

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Sur, como mago oficial de palacio, era el que debía llevar todo esto junto al resto de magos, yo solo estaba para ayudar si era necesario y aprender.

Sobre todo aprender.

No me corté en tomar notas de todo lo que estaban haciendo y todos los cálculos que comenzaron a realizar al rededor de la trayectoria que estaban viendo que tenía el asteroide.

O cometa, aun no podíamos decir a ciencia cierta cual de los dos era.

–Mis cálculos dicen que caerá mañana aquí –Comentó un mago marcando un círculo en el mapa.

Daba al mar.

Y a él lo corroboraron el resto en cuanto terminaron sus cálculos.

Así que si caería en la tierra.

–Consideráis que pueda ser un peligro? –Preguntó uno de los magos de Aequor.

Estábamos hablando directamente con ellos a través de una proyección de cristales gemelos.

–Cae en vuestras aguas, pero lejos de la costa, como máximo puede llevar a una serie de mareas extrañas, tal vez algún pequeño tsunami –Comentó uno de nuestros magos.

Pero uno de los suyos discrepó hablando de ningún tipo de daños mientras que otro de los nuestros comenzó a considerar que tal vez estábamos subestimando la fuerza con la que entraría en la atmósfera con respecto a su masa.

El ambiente tranquilo y serio no tardó más de 2 minutos en perderse por completo, y como yo no entendía tanto de astronomía fuera de algunos cálculos que sabía hacer me mantuve al margen de opinar absolutamente nada.

Al no saber aun si era un cometa o un asteroide los resultados de su colisión en tierra no se podían barajar bien.

No se ni cuantas horas me pasé escuchando teorías y cálculos que cualquier otro salía diciendo que estaba mal y dando sus pruebas.

–Si no son capaces de ponerse de cuerdo se aplicará el protocolo de emergencia, es lo más seguro dada la situación –Se terminó metiendo la reina.

Que solo se habían quedado a un lado dejando a los magos hablar y escuchando con atención.

–Os iréis esta noche a Aequor, mañana tenéis que estar ya en la costa y coger un barco que os lleve hasta el punto de caída –Ordenó poniéndose en pie–. Eso te incluye Caillech.

Oh oh...

–Si su majestad –Aceptamos al unísono haciendo una reverencia.

Y la reina se fue en cuanto los magos al otro lado del cristal aseguraron que comenzarían también ahora con los preparativos para nuestra llegada.

No esperaba salir esta noche en una misión así.
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–Caillech, arriba, ya has dormido 4 horas, las necesarias –Me despertó Sur consiguiendo que me diera la luz del día en la cara.

Solo 4 horas...

Los preparativos para irnos de palacio todos los magos necesarios y el viaje habían sido agotadores y no es que descansara muy bien en la parte de atrás del carro en el que íbamos.

Bueno, tendría tiempo para dormir cuando nos aseguráramos de que el meteorito no causará ningún tipo de daño.

Me coloqué bien la ropa que nunca le había terminado devolviendo a Krestel y aparté las cortinas de la parte de atrás del carro para pasar a donde estaba Sur con otro mago.

–Queda solo una hora para llegar a la costa de Aequor, ahí cogeremos un barco y otras 5 horas de viaje –Suspiró Sur notándose tan cansado como yo.

Plumaje real (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora