Al final la ropa de Caillech terminó mojada al lanzarla sin darme cuenta al agua.
Bueno, menos mal que aquí siempre había ropa para casos así.
Lo habíamos hecho... aun estaba tratando de asimilarlo.
No es que mi intención fuera traerlo aquí para hacer esto, pero tampoco voy a negar que había pensado en culminar la cita con algo así.
Pero una cosa era culminar y otra muy diferente es hacerlo antes de comer.
–Te gusta la cebolla? –Pregunté revolviendo bien las cosas en la sartén.
–Si es dulce si –Respondió desde el sofá donde se quedó descansando.
Demasiado trabajo para su cuerpo para pedirle que se anduviera a mover como si no hubiera pasado nada.
Pasé de añadirle la cebolla por si acaso no conseguía pocharla lo suficiente y seguí dándolo vueltas a la comida hasta que al final se hizo todo.
Preparé un plato primero para Dimas y se lo llevé antes de ponerme a comer con Caillech.
–Te ayudo a levantarte mi príncipe? –Medio bromeé una vez regresé de darle la comida a Dimas.
Y de asegurarme de que todo iba bien, Dimas ya había revisado las alarmas que rodeaban el sitio y se había asegurado de que nadie nos hubiera seguido, así que estaba bastante tranquilo.
Pero Caillech no aceptó mi ayuda cerrando la camisa algo grande que le había dado antes de incorporarse.
Sus caderas se quejaron un poco al ponerse en pie, incluso creí que le fallarían las piernas, pero consiguió llegar con orgullo hasta la mesa.
Y aún quedaba llegar a palacio.
–Huele muy bien –Comentó no esperándose que hubiera conseguido cocinar algo tan bien.
Normal, no es que yo pareciera pasar mucho tiempo en las cocinas.
La camisa era lo suficientemente grande para dejar ver demasiado bien las marcas que había dejado en su cuerpo.
Sexi...
–Creo que me gusta esto de que me cocines –Comentó sonriendo conmigo–, me voy a mal acostumbrar.
Estaba tan tranquilo en comparación a palacio.
–A delante, me gusta mimarte, será algo especial solo para ti –Respondí apartando un poco el pelo de su cara.
Si me dedicaba esa sonrisa siempre sería capaz de aprender a cocinar solo para él.
–Como es que aprendiste a cocinar algunos platos? –Preguntó con curiosidad apoyando la cabeza en su mano.
–Supervivencia, formó parte de mis entrenamientos militares –Expliqué tratando de no clavar los ojos solo en su cuello.
Sus preciosos ojos color miel también se merecían toda la atención del mundo.
–Tienes entrenamiento militar? –Dudó algo más sorprendido.
–Todos los futuros reyes y reinas deben tenerlo, incluso si eres un campesino pero Pure te señala a ti como futuro rey estarías primero obligado a pasar por ese entrenamiento, es corto, solo un año, y realmente el único momento en el que estas fuera de casa es en el examen de supervivencia, por lo demás haces vida normal dentro de los horarios militares –Expliqué sabiendo muy bien que el entrenamiento militar que recibía un futuro rey era muy diferente del de una persona que quería entrar a la caballería.
Un futuro rey seguía con su vida fuera de los entrenamientos, un caballero debía abandonar su vida e instalarse en el complejo militar al lado del campo de entrenamiento.
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Plumaje real (Yaoi/BL)
FantasyCaillech tenía muy claras sus ambiciones desde muy pequeño, siempre soñó con aprender magia, pasar los exámenes de palacio y poder trabajar ahí, poder sacar a sus padres de la pobreza y no volver a pasar hambre. Él tenía las cosas muy claras, y pro...