‡Victoria inesperada‡

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Por suerte YoonGi acabó escuchándolos y se unió a aquél grupo de gritones. Lo cierto era que gracias a la aparición de YoonGi, las cosas se fueron calmando. El vampiro y el chico lobo comentaron un poco las carreras y YoonGi le amenazó conque le ganaría de cualquiera de las maneras, por muy rápido que fuese. TaeHyung tenía sus dudas sobre aquello. Si bien la aparición del vampiro frenó un poco la locura no fue por mucho tiempo. TaeHyung intentó acercarse a su amigo pero el chico se puso colorado y le evitó a toda costa. TaeHyung se sintió mal y decidió no insistir. Supuso que ya le enseñaría la pancarta desde las gradas.
Después de unos minutos y algunas palabras de ánimo a sus dos amigos, salieron de los vestuarios, unos más contentos que otros. El desánimo de TaeHyung acabó llamando la atención de sus demás compañeros una vez llegaron de nuevo a las gradas.
—TaeHyung era sólo una broma. —le dijo JiMin, atacando el tema desde la raíz.
—Lo sé. —respondió cabizbajo mirando su pancarta. Ya no estaba seguro de que fuese a gustarle siquiera. Realmente no era ni tan bonita y lo que decía era estúpido. —Es solo que JungKook es muy tímido. Esa clase de bromas no le gustan nada. Se avergüenza demasiado y lo pasa bastante mal...—aquello hizo a JiMin cerrar la boca. Los otros dos chicos les miraron entendiendo lo que TaeHyung estaba explicando. JungKook parecía un chico demasiado precavido para su edad y demasiado tímido como para hacer esos actos sin siquiera sonrojarse.
—Se le pasará, sé que lo olvidará. Pero no me siento bien haciéndole sentir así...—murmuró mientras las gradas se volvían a llenar de ruido y criaturas hablando y gritando.
—Lo siento, no era mi intención hacerle eso...—le respondió JiMin siendo sincero. Simplemente veía a aquellos dos demasiado juntos siempre y quería hacerles una broma para ver cómo reaccionaban. Parecía que no le había salido bien la jugada.
—No pasa nada, en serio. —le tranquilizó TaeHyung. —Se pasará, antes o después. —pero no pudieron seguir hablando porque las diferentes criaturas ganadoras salieron de los vestuarios alzando los brazos. El primero de todos fue el mago, que salió veloz de los vestuarios y dió vueltas alrededor del estadio, alzando un brazo ante los vítores de sus admiradores. Después del espectáculo inicial le siguió YoonGi, el cuál tenía una tela sobre sus hombros y levantó una mano ante los gritos de emoción. El chico sonrió ligeramente pero en general pasó de todo el mundo. Cuando les dirigió una mirada los chicos le sonrieron y le dieron ánimos que casi ni se escucharon. Sin embargo YoonGi los escuchó y sonrió ligeramente. Aquél gesto les hizo a todos muy felices, incluido a NamJoon. Después de él vinieron las sirenas, la que había sido elegida, una chica de pelo morado y corto. Las siguientes fueron las hadas, otras chica, en este caso de pelo rosa palo casi blanco. A TaeHyung le recordó por un segundo a SeokJin y sonrió feliz. El chico estaba seguro y curándose en la enfermería. Una pena que se estuviera perdiendo la carrera, pero SeokJin no solía asistir a éstas así que tampoco le importó mucho. Sí le fastidió que no pudiera ver al chico lobo en su primera vez. Lo cierto era que su actuación estaba dejando sin palabras a muchísima gente.
Los último en aparecer fueron los lobos, o JungKook, a quien se le veía diminuto al lado de los demás. TaeHyung recordó que le dijo que debía crecer mucho más y aquello le hizo sonreír. Quería que JungKook llegase al cielo si hacía falta.
Cuando las distintas especies se colocaron, la sirena entró en el agua, YoonGi y JungKook se transformaron, el mago se colocó y el hada estiró sus alas, todos guardaron silencio absoluto. Se oyó el disparo de salida que tantas veces habían oído aquél día y la acción comenzó. La sirena chapoteó en su piscina y le siguió de cerca el mago. El hada se acabó quedando atrás. YoonGi estaba peleando con el mago en un tira y afloja en el cuál uno no termina de adelantar al otro. Sin embargo, mucho más adelante que la sirena, el mago o el hada estaba JungKook. El chico había pillado la delantera desde el principio y corrió más rápido que en la anterior carrera. Sus patas se estiraban demasiado y su boca estaba abierta, dejando su lengua al aire. Su pelo negro brillaba por la velocidad y sus ojos se perdían. TaeHyung y todo el estadio guardaron silencio mientras que las demás especies buscaban adelantar al lobo. Todos lo intentaron pero fue imposible hacerlo. El chico hizo tres vueltas enteras el primero y finalizó con una marca casi de récord. Todos se quedaron en silencio y esperaron a que algo pasase. JungKook se tiró al suelo y sus patas se abrieron hacia los lados de manera cómica. Su pecho subía y bajaba y su lengua estaba fuera, llenando el suelo de babas. TaeHyung rió y empezó a aplaudir.
—¡Has ganado JungKook! —le gritó entre todo el silencio. —¡Un chico lobo ha ganado! —y entre toda la sorpresa todos empezaron a festejar animados y tiraron papeles de colores por todos lados. Gritaron, celebraron y empezaron algunos incluso a bailar, la música empezó a sonar y unos profesores se acercaron a los tres primeros. A JungKook le colocaron una medalla de oro, y al mago una de plata. YoonGi había quedado cuarto, por detrás del mago y la sirena, así que no recibió nada más que los aplausos de JiMin y HoSeok. Después de eso, todos empezaron a salir del estadio con el espíritu revitalizado y sonriendo. La sorpresa no desaparecía de sus rostros y TaeHyung estaba más que orgulloso de su amigo lobo. Le había dado su merecido a todos aquellos que dudaban de él. Sólo esperaba que también hubiese servido como lección para el propio chico.
Cuando se hubo vaciado medianamente las gradas decidieron salir de allí. Esperarían a sus compañeros fuera pues no querían ser pillados por algún profesor. Habían tenido suerte cuando se habían colado en los vestuarios pero esa misma suerte no les tocaría dos veces. Llegaron al césped que cubría los alrededores del estadio y esperaron a los chicos. Fueron saliendo las sirenas, animadas por su victoria y después lo hicieron las hadas, apesadumbradas. TaeHyung no se fijó en ninguno de ellos por estar maquinando en su cabeza una manera de disculparse con JungKook. Todos los supuestos que su cabeza creaba terminaban en un horrible final en el que JungKook dejaba de ser su amigo para siempre y él debía lidiar solo con todo. Aquello no le gustaba y sus piernas empezaron a temblar cuando vio a los lobos salir. De entre los que habían competido todos iban empujando y felicitando al más pequeño de todos. El chico llevaba puesta una enorme sonrisa que destacaba sus dientes delanteros y una medalla que brillaba con el sol de la tarde. TaeHyung jamás le había visto tan agusto y orgulloso consigo mismo y se sintió feliz por él. Ése era el JungKook que todos debían ver más a menudo.
—¡Pequeño pero matón! —iban diciendo mientras se despedían. Cuando todos sus nuevos amigos se hubieron dispersado corrió hacia donde estaban y se arrojó a los brazos de las hadas, NamJoon y él. Le envolvieron en un enorme abrazo que estuvo lleno de risas y alguna que otra queja por parte del más pequeño. HoSeok le abrazó tan fuerte que casi le dejó sin respiración. Se separaron y JungKook continuó abrazando a TaeHyung, al cual se había enganchado de manera sobreprotectora.
—¿JungKook? —preguntó sorprendido mientras los demás reían. —¿No estás enfadado conmigo?
—No. —le respondió de manera simple y concisa. TaeHyung suspiró aliviado y le devolvió el abrazo con fuerza. JungKook intentó apretarle aún más y TaeHyung terminó por rendirse, buscando respirar entre su agarre mortal. Todos rompieron a reír y las hadas revolotearon contentas.
—¡El primer lobo que gana en carreras! —mencionó JiMin emocionado mientras volaba a su alrededor.
—¿En serio? —preguntaron él y JungKook a la vez.
—¡Sí! —contestó HoSeok. —Es la primera vez que un licántropo consigue superar a un mago o siquiera un vampiro. Normalmente quedaban quintos o cuartos. —aplaudió animado y abrazó de nuevo a JungKook, envolviendo sus rodillas alrededor de su delgado cuerpo. El chico rió y se puso colorado ante tanta atención por parte de su amigo. HoSeok era un amante del contacto casi tanto como él mismo. Sonrió ante las burlas de NamJoon y poco después de eso salió YoonGi con la cabeza agachada. Todos le abrazaron aunque se quejó de estar recibiendo demasiado contacto físico.
—¡Quitaos ya de encima! —se quejó mientras todos buscaban una manera de abrazarle o tocarle. Se rieron cuando el vampiro les intentó apartar con su sombrilla y entonces HoSeok tuvo una brillante idea.
—¡Vamos con SeokJin! ¡Seguro que no se espera éstas noticias! —y todos avanzaron siguiéndole desde atrás, riendo y comentando las carreras.
TaeHyung se sintió a gusto aquella tarde, calmado, en familia. Adoraba a sus amigos nuevos y daba gracias de que hubiesen sido ellos y no otras personas. Daba gracias por encontrar a JungKook en el tren, conocer a SeokJin y a YoonGi, por tener como profesor a NamJoon y contar con la compañía de las hadas. Estaba tan agradecido y feliz que ni siquiera la persona más precavida y pesimista podría haber visto venir lo que les esperaba a todos ellos. Sólo era cuestión de tiempo y un rastro de fuego para que todo empezase a arder.

Akuana [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora