—Jin, no puedes seguir así...—HoSeok se acercó a la sirena con un ceño preocupado.
El chico llevaba semanas evitando al grupo y el hada estaba ya cansada de que no pudiese aclarar su cabeza. Todos estaban inquietos y expectantes ante sus acciones. Ninguno sabía exactamente qué le ocurría a pesar de que YoonGi parecía haberlo descubierto. Aún así, el vampiro no había soltado prenda. Así que por eso estaba allí el hada, indignada y con un pequeño enfado encima. Le parecía injusto que después de seis años separados todo se fuera a la basura por una pequeña disputa que ni siquiera entendían. ¿Qué le pasaba a Jin? ¿No le gustaban las muestra de amor en público? ¿O era otra cosa?
HoSeok había estado indagando aquellos últimos días, preguntando a la familia y conocidos más cercanos de la sirena que pudieran saber si algo le pasaba. Ninguno le había dado una respuesta concreta y dudaba que la sirena realmente compartiese sus sentimientos a la ligera con todos sus amigos. Jin no era tan inconsciente. Sabía cómo eran las criaturas y sabían lo que les gustaba el chisme. Por eso había confiado sólo en YoonGi para decirle lo que le ocurría, porque el vampiro era, literalmente, una tumba.
Pero el resto de ellos no lo eran y aún así HoSeok creía que se merecían un mínimo de respeto y consideración. Y creía que Jin se estaba pasando de la ralla.
—Esta situación tiene que parar aquí.
—Vamos HoSeok, no me vengas con tu moralidad perfecta. —y sin más se alejó fel borde de la piscina donde pasaba últimamente todos sus días. Sin embargo no contó con que el hada volaría sobre su cabeza para continuar con su conversación.
—Sé que hablaste con YoonGi y le explicaste lo que te ocurría. —le dijo con un tono tranquilo. Jin le observó de reojo, un poco asustado de que el vampiro hubiese hablado de más. Sabía que HoSeok era su debilidad frente a casi cualquier cosa. Tenía suerte que esa debilidad no le afectase a él, de momento.
—Déjame en paz HoSeok...—dijo con voz pesada e impaciente. No tenía ganas de tratar con el hada ni en ese momento ni en ninguno. Estaba cansado de tener que repetir (más veces de lo que ya lo hacía en su cabeza) la maldita verdad sobre lo que sentía. Estaba mal sentirse así y odiaba que no pudiese huir o dejar que se desvaneciese el problema. Lo peor era que estaba surtiendo el efecto contrario: parecía que se estaba haciendo una bola enorme que parecía crecer y crecer sin parar. Jin estaba a punto de mandar todo al garete. A punto.
—Es que no lo entiendo. —se quejó por encima de él. —¿No crees que es un poco injusto? —soltó entonces sin poder evitarlo. Aquello hizo que Jin se diese la vuelta y sus ojos se encontrasen por primera vez en semanas. Los orbes de la sirena tenían un brillo asesino y peligroso que hizo a HoSeok tragar saliva con pesadez. No sabía qué había dicho exactamente pero sabía que la había liado.
—¿Injusto para quién?—preguntó entonces con un tono bajo y calculador. El hada tembló cuando entrecerró los ojos y le observó de arriba a abajo. Se había olvidado que estaba rodeado del elemento de Jin y que si acababa con su paciencia no sabía lo que podría hacerle.
—Para nosotros, ¿Es que no lo ves?—entonces la sirena se rió con ironía e hizo un chasquido extraño con la lengua que sonó como una advertencia. —Llevamos seis años separados, Jin. —la sirena le devolvió la mirada con el ceño ahora claramente fruncido—Una mitad creía que estaban muertos los otros y viceversa. ¿No crees que deberíamos arreglar esta discusión e intentar estar juntos por fin? —Jin asintió empezando a enfurecerse. Algunas burbujas salieron de su alrededor y el agua mostró un refulgor extraño. HoSeok se alejó un poco de la piscina.
—¿Estar juntos por fin? —dijo repitiendo sus palabras— Estar juntos por fin...—volvió a decir con un tono bajo y vengativo. Levantó entonces una tira de agua que envolvió a HoSeok por completo. Dejó su cabeza libre para que pudiera verle y escucharle correctamente. —¿Acaso no ves que es imposible que estemos juntos por fin?
—HoSeok le observó totalmente asustado y empezando a notar el frío calarle poco a poco. Casi podía sentirlo llegarle hasta sus huesos.
—No te entiendo...—dijo entre susurros ya que el agua estaba tan helada que le costaba respirar. Además que no llevaba mucha ropa encima lo que empeoraba todo mucho más. —¡Y quiero entenderte! —añadió casi gritando, porque empezó a notar cómo el agua subía por su cuello hasta su barbilla, poco a poco, agobiándole cada vez más. —Por favor Jin, para...
—No vuelvas a exigirme que resuelva mis problemas-
—¡BASTA YA! —un gritó rebotó en las paredes de tierra e hizo que la magia de Jin se detuviera de golpe. YoonGi les observó a los dos y entonces se transformó en murciélago para alcanzarles. El murciélago blanco revoloteó con sus pequeños ojos negros fruncidos y observó a Jin en silencio. La sirena dejó de utilizar su magia, lo que hizo que HoSeok cayese al agua de golpe, ya que no era una sirena de agua y sus alas eran delicadas frente a ese elemento. Así que, sin poder volar y casi sin saber nadar se acercó a la orilla de la piscina. Allí salió con dificultad y temblando de la piscina. YoonGi le acompañó y cuando estuvieron los dos en la orilla, se transformó y se vistió. Después le dió su capa (que casi siempre llevaba) y se la colocó sobre los hombros. No tardaría en empaparla pero al menos le daría un poco de calor hasta que consiguiese cambiarse.
Una vez dejó que el hada se fuera en busca de un cambio de ropa YoonGi se volvió hacia la sirena, que estaba en la orilla observando todo en silencio.
—Tienes que parar con esto de una vez. —le amenazó con un tono duro. La sirena alzó las cejas con incredulidad y suspiró.
—Eso mismo ha dicho HoSeok.
—No, pero esto ya es demasiado. Has atacado a un amigo, que sólo quiere que arregles tus problemas. ¿Y tú le intentas ahogar? ¿En qué clase de criatura te estás convirtiendo?
—¡No me estoy convirtiendo en nada, YoonGi! Siempre he sido así...
—Eso es mentira. —le devolvió serio —Antes eras una sirena orgullosa y ególatra que todo el mundo envidiaba y quería. —aquello hizo que Jin cerrase su boca de repente —Siempre has conseguido lo que te has propuesto, pero ahora...—su ceño se frunció—Solo veo a una sirena asustada porque no puede tener lo que tanto lleva deseando.
—¿Y qué pretendes que haga?
—¡Supéralo, joder! —unas pequeñas lágrimas salieron de los ojos del vampiro y la sirena se quedó patidifusa. —Declárate, sufre el rechazo y supéralo. —se quitó las lágrimas con su manga con furia. —Todos hemos pasado por ello...—la sirena se quedó sin habla entonces. Aquello dejaba en claro que YoonGi había tenido sentimientos por alguien también. Pero, ¿Quién? El vampiro sólo había mostrado interés en Nam desde que le conocía y simplemente porque era un niño raro y marginado. Lo mismo había ocurrido con Tae en la escuela. Si no eran ninguno de esos dos, entonces...
—YoonGi, ¿tú..?—el vampiro frunció el ceño y asintió.
—HoSeok. —soltó sin más. La sirena abrió los ojos de la sorpresa. Tantos años encerrados en aquél lugar y no había estado lo suficientemente atento como para darse cuenta de algo tan evidente...
YoonGi se sorbió la nariz y se quitó las lágrimas con agresividad. Jin se quedó patidifuso observándole. No podía creer lo que sus ojos veían. Y sobretodo conociendo todas las relaciones y lo que HoSeok había hecho...
—Fue unos años después de la pelea...—Jin se acercó al borde de las piscina y se sentó impulsado por sus brazos. El vampiro se sentó a su lado sin mirarle. —Empecé a ponerme nervioso a su alrededor, a sentir que me hervía la sangre, que las estrellas brillaban más cuando él me acompañaba en mis estudios... Todo siemplemente era...—cogió aire temblorosamente—mejor.
Jin asintió y notó cierta empatía en todo lo que decía su compañero. Él había cogido cariño y adoración por JungKook en la escuela y después de la pelea simplemente había creído que jamás volvería a verle. Los primeros años fueron los peores para él y su cabeza. Las constantes pesadillas del chico con catorce años herido le perseguían todas las noches y le exigían que hubiese cuidado más de él. Qué si hubiese sido más fuerte al menos podría haberle salvado.
Cuando TaeHyung los trajo a los tres después de una de sus expediciones su corazón volvió a latir como no recordaba que podía. Y no sólo eso, ya que JungKook había vuelto más grande, más maduro y muchísimo más atractivo de lo que lo recordaba. Aquello simplemente había sido la gota que había colmado el vaso. Una flecha más a su corazón agujereado.
Su mirada había sido una de las cosas que menos se había esperado. Pero ciertamente JungKook era un chico único y especial y, ahora, elegido por la Luna.
Era definitivamente el amor de su vida... Y no estaba listo para dejarle ir, no cuando le acababa de recuperar.
—Y entonces me di cuenta, que yo nunca iba a ser correspondido. Al menos no de la manera en que quería. —Jin le observó entonces fijamente ya que el vampiro tenía los ojos llorosos pero no derramaba más lágrimas. —HoSeok ha estado estos años con tantas criaturas, casi como Tae. Incluso estuvo con Tae un tiempo...—la sirena asintió creyendo que no lo sabía. —Y sé que alguien como yo es demasiado aburrido como para amarrarle a mi lado, demasiado frío, calculador, sin vida...—las lágrimas cayeron entonces cuando cerró los ojos y frunció el ceño. Negó un poco con su cabeza y se levantó con ira. —Pero lo acepté. Es posible que superarlo me cueste más tiempo pero al menos el primer paso lo he dado. Y eso es lo que tienes que hacer tú. —lo señaló aún con lágrimas cayendo por su rostro. —Tienes que aceptar que JungKook eligió a TaeHyung antes que a ti. Le quiere a él y no a ti. Es momento de que lo aceptes. Y una vez lo hagas, podrás superarlo con el tiempo. —y sin más el chico se dio la vuelta agachándose para que pocas criaturas notasen que estaba llorando.
La sirena se quedó allí sentada y helada con aquella declaración. El vampiro había encontrado a una persona que calentase su corazón y, al igual que él, no había sido correspondido.
Ni iba a serlo.
Cómo él...
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Akuana [SIN EDITAR]
Hayran Kurgu¡Bienvenido a un mundo donde los humanos están extintos! De aquí en adelante lo único que encontrarás serán criaturas marinas como las sofisticadas sirenas, las criaturas del bosque como los hombres lobo y las hadas de las flores y por último las c...