‡Sirena en la laguna‡

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—Entonces, ¿Qué vais a hacer estas fiestas? —les preguntó Jin colocándose unas gafas de sol muy graciosas. Eran dos ojos enormes que se movían. Lo genial de aquellas gafas era que las pupilas simulaban las de un lagarto, lo cual las hacían, además de graciosas, misteriosas. A TaeHyung le encantaron desde el momento en que se las puso y no pudo parar de soltar un comentario sobre ellas cada vez que se acordaba. JungKook por el otro lado estaba molesto y no entendía como Jin podía ser tan inmaduro siendo el más mayor del grupo. Se suponía que debía dar ejemplo e intentar resolver los problemas de sus menores de la manera más racional. ¡¿No se suponía que eso era lo que hacían los hermanos mayores?!
—Voy a quedarme en casa de JungKook, si mi familia me deja. —le comentó TaeHyung mientras llegaban a la laguna. Jin entonces se quitó las gafas para enseñar su expresión sorprendida y miró a ambos chicos sin entender.
—Guau, no sabía eso. —les dijo a continuación, queriendo comentar algo más pero mordiéndose la lengua. —¿No vuelves a casa por las fiestas? —le preguntó a TaeHyung directamente. El chico se encogió de hombros y suspiró.
—La verdad es que no. En mi familia no celebramos ninguna fiesta y tampoco me dijeron de volver hasta que no se acabara el curso. —Jin entonces miró al chico lobo por encima del hombro de TaeHyung sin comprender nada. ¿No se conocían desde hacía muy poco tiempo? ¿JungKook ya se sentía con la confianza de llevar a su casa a TaeHyung?
—Eso está bien. Si en tu casa no hacéis nada al menos tendrás algo con lo que entretenerte. —le dijo Jin tranquilamente y esperando a que JungKook hiciese aparición en la conversación. Pero no fue así ya que el chico parecía estar enfrascado en su propia mente, tratando un tema muchísimo más interesante que el suyo. Cogió aire y continuó caminando escuchando algunos comentarios de algunos profesores de TaeHyung.
Una vez que llegaron a la laguna TaeHyung empezó a desvestirse para darse su baño diario. Se había saltado la hidratación del día y estaba más seco que de costumbre. Ante la atenta mirada de sus dos compañeros les incitó a acompañarle en el baño, pero JungKook se negó alegando que tardaría mucho en secarse. Así que eso dejó a las criaturas del agua solas en la laguna.
Al no tratarse de agua salada, Jin no se transformaba con su cola pero podía nadar sin ningún problema, además que tampoco podía respirar por debajo de ella, ni tener la agilidad de TaeHyung, pero aún así ambos se divirtieron muchísimo jugando en el agua.
Llegó un momento en el que Jin ya no se sentía los dedos de los pies, así que decidió salir del agua y descansar un rato al sol. El chico lobo estaba sentado a su lado, callado y con los brazos rodeando sus rodillas, sobre las que reposaba su barbilla. Parecía querer desaparecer del lugar pero a la vez sus enormes ojos negros no dejaban de observar la figura flotante de TaeHyung. Jin no tardó en darse cuenta del escrutinio continuo y se dicidió a preguntar:
—A ti te gusta TaeHyung, ¿No? —le preguntó directamente, lo que causó un rubor muy potente sobre la pálida cara del chico lobo.
—¿Qué? No. —le dijo unos segundos después. —Somos amigos, ya está.
—Sí, ya. Pero no eres igual de amigo con él que tú conmigo. —JungKook negó en reiteradas ocasiones dando a entender que TaeHyung y Jin no podían compararse. —Por eso te gusta. Es especial.
—TaeHyung es especial, pero no me gusta gusta. —dijo tímidamente.
—De todas formas con ese aspecto de pelo tazón y ropa ancha jamás llamarías su atención. —le comentó un poco despectivo. JungKook borró la pequeña sonrisa que había en su rostro y se quiso esconder más entre sus rodillas. Bajó sus orejas hasta que estas se quedaron pegadas a su cabeza y apartó la mirada del chico. Era cierto que tenía especial aprecio a TaeHyung en comparación con los demás, pero era normal. Había sido el primero de los chicos que había conocido y además le aceptaba tal y como era, sin pensar dos veces en lo que era o dejaba de ser. Aquello le había ganado por completo, estaba claro. Pero eso no había provocado que se enamorara de él. No había forma de que él pudiese sentir algo así por su amigo, ¿No? Le dió una mirada rápida al chico de pelo turquesa que flotaba en el agua y suspiró. Tal vez sí le quería un poquito más que al resto, pero no creía que fuese tan fuerte.
—¿D-de verdad crees que mi aspecto es tan malo? —preguntó tímidamente y mirándose las rodillas raspadas y con alguna que otra tirita que le habían puesto los chicos. Jin se giró hacia él para mirarle, pues se había mantenido mucho tiempo callado y suspiró.
—No he querido decir eso. —se excusó.
—Pero lo has dicho. —se quejó de vuelta.
—No lo he dicho con esa intención. —intentó explicarse. JungKook guardó silencio esperando que resolviera el malentendido de una manera razonable. —Solo quería molestarte para ver si reaccionabas de alguna manera. Estoy bromeando. —dijo con una sonrisa pequeña. JungKook le miró por unos segundos y después imitó su sonrisa.
—Tus bromas son malísimas. —le comentó con una risa pequeña. Jin sonrió más amplio y le dió un pequeño golpe.
—¡Oye, respeta a tu mayor! —le gritó, haciendo que TaeHyung levantase la cabeza del agua y les mirase atento. Poco después nadó hasta la orilla, donde salió con prisas para ver qué había pasado.
—Mira, hemos atraído su atención. —le comentó Jin entre susurros. El rubor regresó a las mejillas redondas de JungKook, evitando la mirada de sus dos amigos.
—¿Todo bien chicos? —preguntó TaeHyung mientras se secaba con sus poderes. Ante eso JungKook no pudo evitar observarle pasmado. Daba igual las veces que lo hiciera, siempre sería un espectáculo para sus ojos. Jin los observó como un mero espectador y sonrió. Debía hablar con TaeHyung aquella noche porque ya sabía lo que ocurría entre ambos. Y no estaba muy seguro de gustarle la dinámica que estaban creando. Creía que a la larga no sería muy sana.
—Sí, sólo estaba enseñándole a JungKook maneras de peinarse por las mañanas. —le comentó Jin tranquilamente. Después se chupó la palma de la mano y le colocó el flequillo hacia atrás, dejando su frente despejada y un volumen en el pelo bastante diferente a que solía llevarlo el chico. Realmente Jin estaba probando si sua sospechas eran correctas y con aquello obtendría la respuesta.
TaeHyung se le quedó mirando unos segundos mientras goteaba un poco. Les miró a ambos unos segundos y después hizo una pequeña mueca.
—Te queda bien. —le comentó a JungKook cuando se agachó para estar a su altura y verle mejor. Se quedó de cunclillas observándole por unos segundos y suspiró. —Pero me gusta más el flequillo normal. —y después con sus manos mojadas bajó de nuevo el flequillo, ocultando su frente y dejando al chico como anteriormente. Jin entonces abrió los ojos sorpredido y no pudo evitar contener su asombro. Intentó disimularlo tapándose la boca, aunque no sirvió de mucho.
—¡Eso ha sido asqueroso! —se quejó después JungKook. —¡Me has pegado tus babas al pelo! —Jin entonces recuperó el hilo de la conversación y le sonrió algo incómodo. Era cierto que había sido una guarrada.
—Quería ver cómo te quedaba el pelo hacia atrás. —se excusó levantando la barbilla y mirando hacia otro lado.
—Te vas a enterar. —le contestó amenazante mientras se tiraba encima de él. Lo siguiente que TaeHyung vio fue a dos chicos revolcándose en el barro mojado y llenándose de arena mientras se hacían cosquillas el uno al otro. Al final Jin acabó perdiendo pero le dió un capón a JungKook como recordatorio de que él era el mayor de los dos. Y los dos acabaron tan manchados que tuvieron que meterse en el agua.

Akuana [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora