‡Libros de Historia‡

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JiMin avanzó por los pasillos hasta que alcanzó a su profesor. Le había costado dar con aquél mago pero al fin le había encontrado. Le comentó que había encontrado los libros que le había pedido para un alumno y el otro muy contento se lo agradeció y le pidió que le acompañara.
Llegaron a su despacho, un lugar lleno hasta arriba de libros, pociones y calderos viejos. JiMin no quiso observar mucho más ya que quería largarse de allí lo antes posible. El profesor se sentó en su mesa y ojeó los libros por encima para cercionarse de que eran los que quería. Una vez visto se rió y agradeció a JiMin enormemente su colaboración en aquella búsqueda.
—JiMin, —le llamó cuando ya estaba a punto de irse. Se dió la vuelta y caminó de nuevo hasta posicionarse en frente de él—¿Alguna vez ha leído estos libros desde el principio? —JiMin pareció pensárselo unos segundos. Después negó rotundamente.
—La verdad es que no. Nunca nos hemos parado mucho tiempo en las clases a hablar sobre las guerras contra los humanos. Es algo que simplemente sabemos, damos y continuamos. —el profesor se rió tranquilamente y suspiró.
—Tristemente es así. La mayoría de las normas de las clases son que no nos paremos mucho tiempo en esa particular parte de la Historia. —le comentó leyendo por encima los primeros capítulos del ancho y viejo libro. —Sin embargo, ya que usted tiene tan buenas notas y destaca en casi todas las asignaturas creo que no le importará que haga una excepción. —JiMin asintió sin entender. —Digamos que en los inicios de la Historia, la primera criatura en aparecer no fueron los magos, o las sirenas o las hadas. Ni siquiera los vampiros o los hombres lobos. Fue una criatura más antigua y que se cataloga casi como extinta. —JiMin se acercó un poco más a la mesa ante aquella palabra. —Fue una criatura que se desarrolló en los ríos del mundo y que fue reproduciéndose casi a la misma velocidad que los humanos. Podían pasar desapercibidos entre ellos sin ningún tipo de problema. Incluso consiguieron convivir los unos con los otros durante un tiempo. —le explicó mientras pasaba las páginas lentamente. —Pero como todos sabemos, los humanos son unas criaturas malas, una plaga que extermina todo lo que no le guste. Por ello, cuando fueron descubiertos comenzó la masacre. Los humanos no tardaron en averiguar su punto débil y en menos tiempo del que les habría gustado. Esas criaturas antiguas tuvieron que aprender a luchar, a protegerse, a defenderse en momentos de guerra en donde un movimiento podía suponer vivir o morir. —el profesor continuó con su relato enfrascado en lo que más amaba. —Todos sabemos quién ganó al final pero me duele saber que no les damos su merecido homenaje hablando de ellos en las clases. Muchas criaturas murieron en aquella guerra, al igual que personas. Fue una masacre en la que finalmente ganó la magia. Sin embargo, eso no les quita mérito o importancia. —respiró hondo y cerró el libro haciendo un ruido sordo. —Estas criaturas de las que te hablo a día de hoy están extintas y si queda alguna están tan sumamente escondidas que nadie puede dar con ellas. Es una pena que tuvieran un final en el olvido a pesar de todo lo que nos dieron... —JiMin se sintió nervioso. Parecía estar temblando con toda aquella información. ¿Había una sexta criatura? Eso significaba...
—Señor. —le llamó algo nervioso y sin poder estarse quieto. Sus alas estaban rígidas en su espalda, ansiosas por salir de un espacio tan pequeño y claustrofóbico. Estaba deseando salir volando para buscar a NamJoon. —¿Cómo se llamaban esas criaturas de las que habla? —preguntó agitando sus alas. El profesor dejó salir una sonrisa satisfecha y tocó el libro con un deje soñador.
—Son los akuanas. —pronunció con parsimonia. JiMin se quedó boquiabierto y contuvo el aliento. Con aquello ya podía empezar a buscar algo. —Fascinantes criaturas, ¿Eh? —preguntó pero JiMin ya se había ido volando. El profesor se quedó boquiabierto y supuso que estar demasiado tiempo en un sitio cerrado a un hada podía volverla loca.
Sin embargo JiMin no se había vuelto loco por estar allí, sino por lo que ahora sabía. Debía volver a la biblioteca y hablar con NamJoon, debía contarle lo que sabía.
Sus alas disfrutaron del viento que las impulsó y sintió cómo su elemento le rodeaba, le alimentaba y le daba fuerza. En menos de unos cuantos minutos estuvo de nuevo en la biblioteca, en donde tuvo que frenar sus respiraciones nerviosas por la carrera que se había dado. Las vampiresas le miraron con ojos de sangre y él asintió, dando a entender que se mantendría en silencio. Después posó sus pies en el suelo y comenzó a buscar a NamJoon mientras relajaba a su agitado corazón.
Para su suerte no tardó en dar con él, ya que el chico se encontraba con una enorme sonrisa en unas mesas más alejado, leyendo cualquier libro. JiMin se acercó a él sin darse cuenta de que había dos criaturas más sentadas a su lado. Le agarró un hombro y casi pegó sus frentes.
—Creo que sé la criatura que es TaeHyung. —le susurró muy cerca de sus labios. NamJoon se acabó quedando colorado y JiMin se apartó sabiendo que se había pasado de listo. —Lo siento. ¿Te he asustado? —NamJoon negó y apartó la mirada del hada, intentando bajar su rubor. Entonces una risa escandolosa se hizo escuchar por todo el lugar.
—¡Hola JiMin! No te he visto en todo el día. —le dijo HoSeok, que estaba sentado a la derecha de NamJoon. JiMin le sonrió pues no le había visto y suspiró, buscando un lugar donde sentarse y relajarse. —¿Estás bien? —le preguntó de nuevo mirándole más fijamente. JiMin no supo qué contestar.
—Estás más blanco que yo. —añadió YoonGi desde el lado izquierdo, observándole sin mucho interés. JiMin entonces sonrió ligeramente ante ese comentario y miró hacia NamJoon.
—Creo que sé cómo se llama la especie de TaeHyung. —dijo más alto. Entonces los ojos de YoonGi se abrieron y dirigió su mirada a NamJoon, que estaba igual de pasmado que él. Había conseguido bajar un poco su rubor y ahora estaba muchísimo menos avergonzado.
—¿Qué? —le preguntó YoonGi. —¿Y cómo lo has conseguido? Nam y yo llevamos meses buscando información sobre él y nunca hemos encontrado nada. —JiMin abrió los ojos sorprendido. ¿Ambos chicos habían iniciado una investigación sobre su amigo? «Pues sí que estaban en problemas», pensó.
—Estaba buscando unos libros para el profesor de Historia y me ha contado algo que me encaja bastante con TaeHyung. —comenzó. Se acercó a HoSeok y se sentó a su lado para poder contarles todo calmadamente. —Resulta que es una parte de la Historia que nunca damos en clase, como una sección que simplemente se saltan por norma general. —NamJoon abrió los ojos e intentó acercarse más para oír mejor. —Bueno, tal vez habría que preguntarle a SeokJin por si él está dando algo parecido, pero lo dudo...
—Vamos, dilo ya. —se quejó HoSeok, el cuál se acababa de enterar de todo y parecía muy intrigado con la situación.
—Resulta que nunca hablamos en clase de las guerras que hubo contra los humanos. —todos pensaron unos segundos y asintieron, llegando a la conclusión de que no sabían exactamente cómo habían sido exterminados los humanos. —Ahí está la clave. Este profesor me ha contado que la primera criatura que surgió en este mundo con magia fue la que eliminó al completo a los humanos. Es por eso que son muy poderosas y saben defenderse muy bien...—mencionó recordando lo que le había dicho. Como suponía, NamJoon no tardó en hilar los cabos.
—Como TaeHyung. Tiene como un sexto sentido de supervivencia y ataque que nunca había visto. —comentó comprendiendo.
—Y lo más interesante es que esas criaturas a día de hoy están prácticamente extintas. —terminó haciendo que los demás contuviesen su aliento.
—Es cierto que no hemos visto a nadie más como TaeHyung, pero tiene familia y hermanos. Eso no los convierte en extintos. —argumentó YoonGi intentando encontrar fallos a la información nueva.
—Sí, si es la única familia que queda en el mundo. —rebatió NamJoon pensativo.
—Lo mejor es que me ha dicho el nombre de la especie. Así que podemos buscarla en libros y averiguar más de él, si es que hay más información. —dijo JiMin emocionado por poder ayudar a sus dos amigos en su investigación tan intrincada. El vampiro y el mago se miraron de reojo y YoonGi pareció tener un escalofrío. JiMin no podía saber lo que por sus cabezas estaban pensando pero aquella información había encajado demasiadas piezas sueltas. Tal vez aquella información tan sólo afirmaba tanto sospechas buenas como malas. Era posible que TaeHyung se encontrase en un peligro mayor que ninguno de ellos se podría haber imaginado. YoonGi decidió apartar la vista de NamJoon y concentrarse en cualquier otra cosa pues no podía hablar del tema con aquellos dos delante. Sólo él, Nam y ahora JungKook sabían de las amenazas y coincidencias que le estaban ocurriendo a TaeHyung y no quería involucrar a ninguno más. Había tomado la decisión de informar a JungKook para que se andase con un ojo puesto en su amigo, por si acaso. Pero no necesitaba que las hadas se enterasen de un tema como aquél, estaban bien como estaban.
—Y, ¿cómo se llama? —preguntó HoSeok ante la mirada perdida del mago y el vampiro. JiMin sonrió satisfecho.
—Akuanas.

Akuana [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora