Jin se apartó de su calentito abrazo cuando el jurado pareció impacientarse. No se mantuvo muy alejado de su amigo y esperó por lo que sea que tuvieran que decir. JungKook se mantuvo sentado y conmocionado a partes iguales.
-Ahora que conocemos su parte de la historia, -comenzó la mujer de pelo turquesa hacia los espectadores del juicio. -¿Quién opina que es un delincuente y debe mantenerse encerrado? -ninguna mano fue alzada de entre el grupo de alrededor de veinte personas. Estaba compuesto por un montón de personas de diversa índole y de diversos colores. JungKook se sintió impresionado. ¿Iban a liberar a un Jeon? -De acuerdo. -dijo ella. -¿Quién opina por tanto, que es inocente y debe quedarse con nosotros? -las manos fueron alzadas casi de manera automática. Una tras otra con mayor fuerza y convicción que la anterior se alzaron en busca de su libertad. JungKook jamás se imaginó volver con su familia y que ésta, de entre todas las cosas, le perdonase por desaparecer. Pero su padre también fue otro que levantó la mano en busca de la inocencia de su hijo y quién una vez vio al público se lanzó hacia él. Le besó la cabeza y posó sus frentes juntas mostrando fraternidad. JungKook rió feliz mientras le abrazaba segundos después. Le espachurró contra su fornido pecho y entonces al levantarle se dió cuenta que le sacaba algunos centímetros a su padre y a Jin. La sirena le observó impresionado y con una sutil sonrisa en sus hinchados labios.
Poco después se acercó HoSeok y desabrochó sus esposas y sus grilletes, dejando su libertad en sus manos. Sin embargo, lo primero que hizo el chico lobo fue envolver al hada en sus brazos. HoSeok se sorprendió al principio pero entonces empezó a llorar, rompiendo por fin esa cáscara de tipo duro que se traía. Jin y su padre acabaron envolviéndolo en un reconfortante abrazo que le devolvió los años pasados a JungKook. Se sintió pequeño de nuevo aunque su cuerpo casi no pudiese ser envuelto por ninguno de sus amigos. Estuvo charlando un poco con su directora y su padre, teniendo a Jin y a HoSeok al lado como apoyo. Sin embargo cuando quiso preguntar sobre el incidente y el resto de sus amigos, como YoonGi o Nam decidieron que habían sido muchas emociones para un único día. Le aseguraron que a la mañana siguiente serían ellos los que responderían todas sus dudas sin rechistar. JungKook de cualquiera de las maneras asintió ante sus indicaciones y Jin y HoSeok se mantuvieron con él el resto del día. Al parecer (y lo poco que consiguió sacarles) Nam ya había sido interrogado de la misma manera y había sido declarado tanto inocente como culpable. Por ello su situación era un poco más compleja pero se encontraba bien. Sin embargo, aún quedaba JiMin. El hada seguía inconsciente desde que los habían traído a los tres y nadie esperaba que fuese a despertarse en breve. JungKook se preocupó un poco por él y después decidió que estaría agotado después de la montaña rusa de emociones que habían sido sus sentimientos esos últimos días.
-Entonces, -dijo mientras comía un bocadillo de carne en donde consideraba que era su comedor. -JiMin tenía razón. -consiguió la atención de sus amigos que le observaron con los ojos muy abiertos, sobre todo HoSeok. -Te vio en el mercado el otro día. Creyó que había sido una visión...
-¿A mí?-preguntó HoSeok sorprendido. JungKook asintió. -Pasé por el mercado hace unos días, sí. -afirmó -Estaba patrullando. -JungKook asintió relajadamente y continuó comiendo. Llevaba tanto tiempo sin probar carne bien cocinada que estaba disfrutando demasiado aquél bocadillo que ni siquiera era tan grande.
Después de unos minutos charlando de cómo eran sus días en aquel lugar, comentando que Jin se encargaba principalmente de la cocina del lugar y HoSeok se había dedicado más a la seguridad, JungKook descubrió algo. Ninguno de los dos mencionaba el incidente de hacía seis años. Ninguno parecía querer rememorar o siquiera explicarle cómo narices seguían vivos. Mientras terminaba su comida la duda cruzó su mente y la posibilidad de verbalizarla le dieron ganas de empezar una guerra. Pero no pudo ya que unos gritos se hicieron oír por todo el lugar. No provenían de muy lejos de la jaula donde él había estado hacía unas horas. HoSeok se levantó velozmente y JungKook le siguió por mera curiosidad. Jin se quejó por el camino ya que el chico lobo se había llevado la comida en la mano y al parecer tenía una política de tener que comer de manera tranquila. Decía que así se sentían y apreciaban mejor los sabores.
Una vez llegaron a las jaulas encontraron a una sirena con la vestimenta igual a la de HoSeok en el suelo, asustado y con las manos levantadas en son de paz. Después observaron que la jaula estaba abierta de par en par y dentro no había nadie.
-Maldita sea, JiMin...-susurró HoSeok mientras echaba a volar por el lugar intentando buscar una cabellera rubia. JungKook le siguió con la mirada y una vez que el hada encontró a su amigo se lanzó a por él directamente. JungKook corrió a su encuentro creyendo que si llegaba antes de que HoSeok le atacara todo sería más sencillo para JiMin.
Cuando Jin y él doblaron la esquina y se encontraron con la escena jamás pensaron ver a JiMin al borde de las lágrimas con un clavo en la mano. Había conseguido tumbar a HoSeok en el suelo y había colocado el clavo largo y oxidado en su cuello, preparándose para clavárselo. JungKook le llamó asustado por lo que pudiese hacer a continuación.
-JungKook...-dijo JiMin en un susurro de añoro. -¿Eres tú? ¿Es esto real? -JungKook se empezó a acercar lentamente hacia ellos. HoSeok no se movió ni un centímetro y esperó por la intervención del chico lobo.
-Todo es real JiMin. -le afirmó. -Jin y HoSeok están bien, están vivos. -aquello hizo que las primeras lágrimas cayesen por sus ojos. Su expresión de mantuvo quieta, inexpresiva, fría, pero sus lágrimas delataban su desconcierto. JungKook le levantó del suelo y le quitó de las manos el clavo, que luego lanzó lejos. JiMin observó cómo HoSeok se levantaba se desperezaba y se estiraba ante él. Después miró a Jin con los mismos ojos de asombro y desconcierto. La sirena le sonrió con calma y después el hada suspiró relajándose.
-Están aquí. -le susurró JungKook mientras le envolvía en un abrazo al que se unieron Jin y HoSeok. -Están con nosotros. -ante esas palabras JiMin rompió a llorar con un sollozo monumental. JungKook se rió ligeramente y le acarició el pelo con cariño. Sus otros dos amigos después le abrazaron uno por uno y le reconfortaron como pudieron. Posteriormente le explicaron que debía someterse a juicio por el jurado y posterior votación colectiva de los miembros que se presentasen. JiMin pareció aceptar la proposición y le llevaron hacia la plaza para hacer las preguntas correspondientes. JungKook supuso que le intentarían sacar la información que no habían podido conseguir de él. Todo lo que había ocurrido después de su desmayo.
Avanzaron hasta el lugar con parsimonia y antes de entrar HoSeok le colocó los grilletes y las esposas.
JiMin se sometió al mismo juicio que él había tenido que sufrir hacía unas horas. Los integrantes del jurado le rodearon e hicieron las preguntas pertinentes. JungKook no averiguó nada nuevo con su declaración y se mantuvo entre el grupo de personas que se habían reunido. Al momento de terminar con las dudas de los líderes votaron y como ocurrió con él, salió siendo inocente. JungKook entonces se acercó hasta el escenario cuando una pequeña mano le tiró de la manga de su gabardina sucia. Si bien le habían confiscado todas las armas que poseía la ropa se la habían dejado puesta. Cuando miró hacia la pequeña mano de un tono blanco y limpio se sintió paralizado. La niña le observó con unos ojos desbordantes de brillo y júbilo. JungKook entonces olisqueó sin pensárselo el aire en busca de conocer el tipo de criatura que era. Sin embargo no encontró ni escamas, ni un color de pelo llamativo, tampoco olió magia y no parecía ser un vampiro. No tenía orejas sobre su cabeza ni una cola respingona. Ni siquiera parecía ser un akuana como había sido TaeHyung.
Parecía tan...,normal.
Respiró profundo y entonces las piernas le temblaron un poco. No podía ser posible que una niña tan pequeña fuese una humana. ¿Cómo habían humanos allí? ¿Acaso eran amigos? ¿Por eso les habían capturado? ¿Para dejar de matar a sus, ahora, amigos?
La niña se le quedó mirando con una pequeña sonrisa burlona que no dejaba de ser adorable. Su pelo era larguísimo y de un color marrón precioso. Tenía algunos tirabuzones que parecían heber sido hechos por alguien que sabía manejar el cabello.
-Tienes el pelo blanco...-le dijo la niña en una voz dulce pero baja. JungKook entonces cerró la boca que había mantenido abierta por tanto tiempo y parpadeó sin entender nada. -¿Eres un abuelo? Espera, eres muy alto, no puedes ser un abuelo...-le niña empezó a hacer sus propias conclusiones mientras JungKook se agachaba para poder escucharla correctamente. Una vez sus ojos estuvieron a la misma altura JungKook pensó las palabras que iba a soltarle a continuación.
-¿Eres...eres una humana? -le preguntó tembloroso. La niña le miró sin entender y después sonrió orgullosa.
-¡Sí! -JungKook entonces asintió tragando saliva, no sabiendo exactamente lo que aquello conllevaba. -Tú eres un lobo. -afirmó mientras se estiraba para acariciar sus orejas puntiagudas. JungKook se mantuvo quieto sin saber qué hacer exactamente. La niña jugueteó con sus orejas de manera distraída y le comentó que eran muy suaves. Él no pudo evitar soltar una sonrisilla nerviosa que la niña no notó.
-¡JiSoo! -gritó alguien de entre el público que se estaba dispersando. El juicio hacía unos minutos que se había desplazado y pocas criaturas se habían quedado para ver cómo desataban a JiMin. JungKook levantó la mirada en busca de los adultos humanos, llevando de manera instintiva sus manos dentro de su gabardina y notando que no poseía ya sus armas de fuego. Se mordió la lengua por la frustración y esperó a ver a los humanos. Sin embargo de entre las criaturas surgió una cabellera turquesa, los tatuajes distintivos del chico y el rostro que había protagonizado sus pesadillas y sueños. TaeHyung avanzó hasta ellos con cara de preocupación.
-JiSoo, te he dicho varias veces que no salgas corriendo así. -le regañó sin ser demasiado creíble y manteniendo su aura relajada y tranquila. Entonces los ojos de TaeHyung llegaron hasta los de JungKook que conectaron de nuevo, después de tantos años.
-Tú...-susurró JungKook. TaeHyung comenzó a temblar por la mirada que le estaba dedicando el lobo. El chico se levantó y se acercó a él con los ojos entrecerrados. -No eres una visión, ni un espejismo...-TaeHyung le observó por unos segundos con los ojos muy abiertos. Se fijó en todas las pequeñas características de la cara de un crecido y adulto JungKook. Su cicatriz, su pelo, sus ojos heterocromáticos, todo.
Su corazón bombeó de nuevo como no lo había hecho en mucho tiempo.
-No. -le dijo. -Soy TaeHyung.
-TaeHyung...-susurró sin poder creérselo.
-Y tú eres JungKook, mi amigo lobo.
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Akuana [SIN EDITAR]
Fanfiction¡Bienvenido a un mundo donde los humanos están extintos! De aquí en adelante lo único que encontrarás serán criaturas marinas como las sofisticadas sirenas, las criaturas del bosque como los hombres lobo y las hadas de las flores y por último las c...