Un cuento de hadas.
Solo he conocido a dos personas que le han hecho frente a la bestia con la cual me crie.
Una lo tuvo en la palma de su mano al igual que a Belmont High. Sip, hablo de Nova Thompson.
La otra soy yo que cada vez que lo hago salgo con un moretón o cicatriz nueva, así que tan ilesa no he salido.
Nunca conocí a otra que tuviera los ovarios de hacerlo pagar por lo que es realmente: un falso, mentiroso, manipulador y egoísta.
Hasta que una valiente salió de las sombras.
—Harmonee—saboree su nombre con respeto—. ¿Quién pensaría que la mojigata se quiera vengar del príncipe? —Bebí un sorbo de refresco y casi se me sale por la nariz de la risa al recordar un detalle—. ¡Y tan bien que la habían pasado la otra noche!
Garreth me mira extrañado.
—La vi escabullirse por la puerta trasera. Mojigata, escurridiza y rencorosa, ¿he de agregar psicópata también? —volví a reír y Garreth me pasó la bolsa de fritura.
A cada nada los labios me temblaban de tanto que sonreía.
Cada chico con el que he salido se ha esmerado en cuidar mi figura o mi apariencia para mostrarme ante sus amigos como un trofeo; pero Garreth hasta me ha sugerido venirme en pijama.
Me encanta lo relajado y complaciente que es, si digo que quiero una bolsa de doritos y Pepsi, él va y me lo compra sin importar las consecuencias.
A esta hora todos están en clase, menos nosotros. A mí me va bastante bien en inglés y a él en matemática, un punto menos no nos afectará.
—Sabes mucho —comenta malicioso.
—Yo lo sé todo—desafortunadamente—. ¿Cuándo te pagó?
—Esta mañana.
— ¿Y qué harás? —me entró la curiosidad.
—Ya verás—se hace el misterioso viendo el campus mientras se empina la botella, pasando su mano por mi cintura.
— ¿Quieres ayuda?
— ¿Te quieres vengar de Nayet Maslow? ¿Tú? ¿Su nueva mejor amiga qué en un segundo le puede meter un batidor en el ano?
—Que poeta.
—Eres demasiado impulsiva—me mete un dorito a la boca.
Eso no se puede negar.
—Verlo infiltrar mujeres cada noche es un insulto a mi feminismo.
—Hace una semana me pediste que te amarra a la cama, te dejara el culo rojo, te ahorcara y te reclamara como si fueras un objeto.
— ¡Eso es otra cosa! Acababa de ver una película—Me acurrucó en su hombro—. A veces me dan ganas de verlo pagar por los calzones rotos.
— ¿Calzo...? —Explotó de risa—. ¿Calzones rotos?
—Los gemidos son lo peor.
Por un momento se calmó, su cara quedo rojita de tanto reír y por la falta de aire su pecho subía y bajaba.
—Está bien—sonreí como niña a la que le prometieron comprarle un perrito. Si, así de emociona estoy por joder a Nayet—. Pero te quiero lejos cuando se ejecute—advierte—, si algo pasa y tú estás cerca él sabrá que tuviste algo que ver.
— ¿Intentas protegerme? —me hago la conmovida pero la sonrisa burlona me delata.
—Intento que no te expulsen.
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Las verdades de Debrah. |COMPLETO|
Teen Fiction¿Qué esconderá un corazón roto, una cara perfecta y una rencorosa venganza? Iniciado: 12-02-2021 Finalizado: 03-Julio-2022 🌻