CAPÍTULO 13.

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Mentirosa.

— ¿Estás pensando en convencer a Diana de unirse al equipo de porrista? —me pregunta Megan separando la vista de sus teléfono. «Milagro».

—Sí.

—Ya te hemos dicho que no queremos.

—Pero es muy importante—insisto—. ¿A quién más le podría dejar el equipo una vez que nos graduemos, Megan? Necesito a alguien de confianza.

Arruga el ceño y me mira cansada como si estuviera loca por preocuparme del futuro de Belmont High.

—Es un equipo de animadora, no un partido político—responde divertida.

— ¿Y cuál es la diferencia?

Un estruendo de repente hace que paremos de reír, nuestra atención se fija en el montón de personas amontonada. Rafa está de pie, su respiración parece agitada y su cabello perfectamente peinado hacia atrás, a sus pies hay un chico tirado con sus libros regados por todas partes.

Todos pasaban viendo la escena pero nadie parece tener la intención de ayudarlo.

Hasta que reconocí a la víctima.

Con rapidez Rafa lo toma del cuello de su camisa dispuesto a estrellarle el puño en su cara. Corrí a tiempo y lo detuve colocando mis manos en su pecho, interponiéndome entre él y Garreth.

—Bájalo —exigí.

Lo soltó con tanta fuerza que hasta yo que oí el impacto me dolió.

Doy un vistazo por encima de mi hombro asegurándome de que este bien, está apoyado en sus codos y una pequeña gota de sangre se desliza de su labio.

Vuelvo a mirar a Rafa, está totalmente furioso y sus latidos desenfrenados.

—Déjalo—murmuro suave—, te puedes meter en problema. No vale la pena.

Vuelvo a darle un empujón cuando intenta acercarse a Garreth. Intento calmarlo pero está muy alterado.

— ¡Es un hipócrita! —Lo señala. Retorna sus ojos a mí y puedo ver una preocupación alarmante en ellos cuando me suplica—: Debrah, aléjate de él.

Fue como si un rayo me golpeara, todo mi cuerpo se erizó. Sus palabras me abofetearon tan fuerte como los recuerdos.

Son las mismas palabras que usó con Adrián.

— ¿Por qué? ¿A qué te refieres?

Cuando iba a abrir la boca alguien respondió por él.

—Porque está celoso. Le duele que hayas escogido a otro en vez de él.

Sentí como los músculos de Rafa se tensaron al escuchar la voz de Nayet.

— ¡Vamos amigo! —Palmeó la espalda de Rafa—. Ya deberías dejar a Debrah, ella merece ser feliz con Garreth. Piensa en sus sentimientos.

La mirada de Rafa volvió a preocuparme y lanzó una mirada fulmínate a Garreth que seguía tendido en el suelo.

Tengo tantas ganas de correr hacia él y pedirle respuestas, pero preferí concentrarme más en el labio sangrante de Garreth.

Me puse de rodillas e intente ayudarlo recogiendo sus libros.

Mi corazón no pudo evitar estrujarse ante esa mirada ansiosa e indefensa. Parecía un animalito aterrado, como los que te encuentras a mitad de la carretera.

¿De qué estaba hablando Rafa?

— ¿Estas...?

— ¡Perfectamente! —responde avergonzado y mete sus libros de golpe en su bolso.

Las verdades de Debrah. |COMPLETO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora