CAPÍTULO 42.

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Se terminó.

Todo era mejor antes, cuando a penas y sabían mi nombre por juntarme con Nova y Megan y tenía una vida tranquila enfocada en los estudios y en ingresar a las animadoras.

Ahora, hago las mismas cosas y me estresa el ambiente que se forma.

Alexandra voltea a verme y le sonrió amistosa, dando a entender que esté tranquila y no guardo rencor hacia ella, aunque la quiera dejar calva con mis manos.

Obviamente, lo sucedido ayer se esparció como pólvora china; según rumores, Anderson Gutiérrez fue el que le partió la pierna, bueno, mentira no es, pero tampoco para que lo pinten como si hubiera sido algo intencional cuando el pobre me escribió ayer echo un manejo de llanto por la culpa.

Ni el verdadero culpable se sintió así de mal. 

Nayet está como si nada hablando con Brayden y otros chicos. Es que... es increíble su... su cinismo e hipocresía, que actué como si nada cuando a mí me abarca la ansiedad y los nervios al pensar quien será la próxima víctima de Nayet o por qué hace lo que hace.

Una parte de mi quiere saber y la otra hacerse la loca para no inmiscuirse y meterse en lo que esté planeando.

— ¡McCarthy! —lo regaña la profesora por no sé qué y Nayet se le acerca para seguir hablando.

Me vuelvo a enfocar en la clase hasta que de repente la puerta es derribada sin previo aviso por la entrada de lo que he estado esperando.

Nunca imagine que fueran tan escandalosos como para irrumpir a mitad de una clase de esta forma.

Los nervios y la voz de la conciencia abordan diciéndome que esto está mal y que la pagare caro. Sin embargo, miro todo con altives esperando que la justicia haga su trabajo. Lo que estoy haciendo no está bien, pero lo que ellos me hicieron tampoco lo era.

Sigo ignorando la mirada de Nayet.

— ¿¡Que significa esto?! ¡No pueden entrar así! —grita la profesora Dolores.

—Buenos días, disculpe el exabrupto —habla uno—. Buscamos a Alexandra Parker, por favor, levántese.

Se enfrenta a la multitud de adolescente buscando con la mirada su objetivo que se levanta con total tranquilidad. El da un paso, ella dos. Él saca las esposas y ella se lanza a correr pero la llegan a atajar convirtiéndose en una lombriz que es echada en ácido queriendo zafarse.

—Por favor, acompáñenos a fuera —pide el oficial que la tiene sujeta.

— ¡No! ¡Primero dígame que hice para que me detengan como un animal!

¡Y todavía lo pregunta la muy descarada!

—Suéltenla —habla el hombre rubio de ojos grises tomando su roll como jefe—. Queríamos discreción, pero por lo visto usted no colabora... Alexandra Parker, se le acusa de los siguientes delitos:

» Cargos severos de difamación por la exposición de información privada de terceros. Ser cómplice del peligroso criminal Diantres. Obstruir a la justicia ocultando el paradero de Caym y de surtir a estudiantes y menores de edad de Belmont High droga, por lo cual será juzgada como adulto como lo dicta la ley de...

Su rostro se desfigura cuando nota la sonrisa de satisfacción que no logro guardarme para mí.

— ¡MENTIRA!

—Tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga puede y será...

— ¡NO TIENEN PRUEBAS!

Intenta huir por segunda vez, pero los oficiales la vuelven a esposar sin apartar la mirada de la mía.

Las verdades de Debrah. |COMPLETO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora