CAPÍTULO 12.

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Rumores.

Desde la noche de la fiesta lo único que pasa por mi mente es Nayet, su repentina gentileza y atención. Casi podría decirse que no era él. Por primera vez en mucho tiempo, me hizo bien hablar con él, drenar todo lo que guardaba y me atormentaba.

Y, aunque quisiera, esta es la fecha en la que ni siquiera puedo pensar en otra persona para tocar el tema más que en Nayet que es el único que ha estado ahí; ni siquiera con Megan y mucho menos Diana.

— ¿Estás bien? —el toque cálido de la mano de Garreth logra sacarme de mis pensamientos.

Asiento, aunque no sea verdad.

— ¿Puedo preguntar qué es eso que te tiene tan distraída?

—Na... da—por poco—. Solo pensaba en qué pasó con el profesor Ricardo. Desapareció repentinamente y creo escuchar que lo busca la policía, pero no dicen por qué.

—Yo escuche que una alumna se acostaba con él desde el año pasado.

Y eso alumna de la cual hablan los rumores, se refieren a Nova.

Garreth al ver mi expresión decidió cambiar el tema.

—Nu-nunca te pregunte como te fue en la fiesta—articula nervioso separando nuestras manos.

—Nah... Volví a pelear con Nayet y arruiné la fiesta de mi amiga. Así que normal.

A pesar de su expresión de asombro, suelta una tierna risa que me hace sonreír.

— ¿Qué dijo tu madre al vernos?

—Me regañó porque estaba creciendo. Luego me felicitó por estar con alguien tan bonita—me guiña el ojo provocando que me ardan las mejillas.

Estoy segura que en este momento mi rostro se camufla a la perfección con mi cabello.

Me sonrojo más por el hecho de que no pensé que Garreth fuera de esos que se atreven a coquear.

Es tan extraño.

Y eso me encanta, que me sorprenda y sea exactamente lo que jamás pensé que me atraería de un chico.

De apoco entra en confianza y termina contándome que se había propagado el rumor de que se la jalaba en los baños de hombres viéndolos orinar. Y, por alguna razón, él cree que fue Nayet quien lo inició cuando en realidad fue Rafa.

No pude evitar reírme. Así pasaron los minutos intercambiando rumores hasta nominarme como la ganadora con el rumor de que me había hecho 3 abortos en el mismo mes.

Los chismes en Belmont High son tan inverosímiles que es mejor reírse de ellos.

— ¡ROJA, VEN AQUÍ! —me grita una de las porristas.

Volteo a ver a Garreth, miraba directamente hacia el jugador número 02, Nayet, que también lo veía fijamente.

Garreth le sigue guardando rencor. Al igual que yo, él no se tragaba esa fachada de príncipe azul que todos creen que es.

Antes de irme, di un paso más para anular completamente la distancia entre los dos. Le cogí la cara y poniéndome de puntillas lo acerqué a la mía para poder besarlo.

—Así se empareja lo de la fiesta.

Su mandíbula toca el suelo y a mí se me acelera el pecho.

Me esmere en destacar en las practicas, cada giro que daba miraba hacia las gradas asegurándome de que Garreth me viese y aplaudiera.

Garreth tenía la facilidad de ponerme de buen humor, pero de mi mente no se borraba mi amiga rubia.

De la noche a la mañana millones rumores han corrido en Belmont sobre la menor de los McCarthy, no sé de donde salió tanto odio pero los chismes empiezan a hacer efecto consiguiendo las miradas despreciativas hacia ella.

Así que después de prácticas, Megan y yo decidimos hacerle una visita sorpresa a Diana ya que desde el incidente donde quedó encerrada en el baño del colegio, no ha querido venir a clases.

Tampoco lo haría sabiendo que tengo a Nova Thompson como enemiga.

Siento pena por ella.

Apenas entramos a la habitación, Megan y yo pegamos un grito que hace que el zorrillo frente nuestro levante su cola con la intención de rociarnos su peste, pero al no hacerlo el animal queda igual de confundido que nosotras, así que antes de que se pueda correr y ocultarse debajo del mueble, Diana lo atrapa y lo pega en su pecho.

— ¿¡DONDE SACASTE ESO?! —le gritamos sin poder separarnos, las uñas de Megan se clavan en mi espalda y la mías en su brazo.

—Nova—responde Brayden de repente bajando las escaleras con Zeus.

Volvemos la mirada a Diana y al ver que pone al animal en una jaula Megan y yo nos separamos.

—Se está entrenado con un profesional —soltamos un raro sonido confundidas—. Esta neutralizado, ya no puede atacar.

— ¿Eso es posible?

Megan se inclina a ver dentro de la jaula y yo me siento al otro extremo de la habitación, bien lejos de esa cosa.

—En realidad no, pero es la única explicación que puedo dar. Edipo está siendo entrenado por un zoólogo.

— ¿Y le pusiste el nombre de un trastorno psicológico a un zorrillo?

—Tú le pusiste Gato a tu gato.

— ¡No sabía qué era y no quería cagarla poniéndole un nombre que no era! —Refuta Megan—. Esto es un animal que transmite rabia y huele horrible.

— ¡Oye! Lo baño todos días.

—Algo que no haces ni contigo —me burlo.

Luego de un rato, no pusimos al tanto. Diana nos contó que la responsable de haberla encerrado en el baño era Nova en compañía de al parecer su nueva mascota; que la había amenazado pero que de pronto se retractó.

Eso fue raro en ella, nunca se echa para atrás en un venganza.

Diana abre los ojos sorprendida cuando le contamos lo del profesor Ricardo, no podía creer que su Crush era un prófugo de la justicia, lo que provoca que se obsesione aún más con la descripción de profesor malo malote.

Patética.


Las verdades de Debrah. |COMPLETO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora