Las verdades de Debrah. |COMPLETO|

CAPÍTULO 8.

El consuelo de la otra.

Mark—que aún no se iba—entra a la habitación con un vaso de agua y una pastilla la cual me extiende.

— ¿Cómo sigues? —viene a acostarse en la cama, me acomodo en su pecho pasándole una pierna por encima—. Nena, no me gustan que me monten la pierna encima.

—Ah, lo siento. Aun me duele la barriguita—levante la cabeza e hice mis mayores esfuerzos para hacer un puchero.

—Esperé tu llamada—Reí nerviosa pensando que decir.

¡Megan te voy a matar!

¿Cómo salgo de esta?

¿Usar la de "Soy lesbiana"? No, seguramente Megan me haría quedar mal solo por diversión y Diana no lo entendería

¿La de "Estoy embarazada"? Es muy drástica pero funciona, ventaja: hará que no lo vuelva a ver más nunca; contras: todo el mundo lo sabría ya que es un chismoso.

¡Piensa Debrah!

Y como si alguien allá arriba escuchara mis suplicas y entendiera el dilema en el que estoy envuelta. La puerta se abre.

— ¿Mark? —la cabeza de Diana se asoma llamándolo de forma dócil—, es mejor que te vayas, tenemos que preparar todo para la fiesta.

— ¿Fiesta?

—Si quieres puedes...

¡Por favor, Diana María!

—Es su cumpleaños y solo es una pequeña reunión privada—me apresure a desasearme de él antes de que lo invitara.

No quiero a este tipo la misma noche en la que yo estaré, más bien, no quiero volver a ver a este tipo. Diana parece entender la situación y me mira con desaprobación.

Me levanto de la cama para que el haga lo mismo y lo llevo rápidamente a la puerta donde después de despedirme le tiro la puerta en la cara.

Subí a la habitación de la traidora y me quedé de brazos cruzados pensando en cómo la tiro por la ventana sin ser la principal sospechosa.

— ¡No me digas "Qué"! ¡Te pasaste!

— ¡Ay sí! —Guarda el documento antes de darse la vuelta—. Y tú molestas de que te vinieran a hacer mimos.

Ruedo mis ojos en otra dirección. Diana está estancada en su teléfono, posiblemente hablando con su novio guion conquista o algo así.

Cuando repentinos lloriqueos comienzan a sonar, rápidamente nuestra atención se pasó a Diana.

¿Y ahora a esta que le dio?

Bajo de la cama y junto con Megan nos arrodillamos a su lado en el suelo. Lo primero que veo en su teléfono es una foto de su chico con otra.

Megan me picó en el brazo disimuladamente y con la vista señala el teléfono. Lo cojo con cuidado mientras que Megan se lleva su rostro lloroso a su hombro.

Mire otra vez la foto, quedando en shock segundo después de reconocer a esa chica, era Jess Pearce.

—Yo me echo unas ilusionadas que doy hasta lastima—escuche el intento fallido de Megan por no reír. Mi atención estaba más clavada en la amiga de esa chica— ¡EL MAN TENÍA NOVIA!

Y es la amiga de Nova.

— ¿Dijiste algo? —pregunta Diana.

—Que dejaras el drama—intente decir de forma convincente, aunque pensándolo bien me salió un poco rudo—. Nosotras nacimos para aguantar tacones, no imbéciles.

Y borré la foto de su teléfono.

—Mira quien lo dice—suelta con ironía, olvidándose de la chica desconsolada que llora en su hombro.

En fin, ese no era el problema ahora, sino que si Diana se enteró de Jess posiblemente también Jess se haya enterado de Diana, por lo que—si mi amplia y corta experiencia me sirve de algo—Nova la está consolando.

Lo que significa que Diana McCarthy está en peligro.

Pienso en como sopesar esta nueva información y planear como estar dos pasos delante de Nova para que no viniera a vengar el corazón de mi remplazo.

No soy capaz de decir la palabra.

No me despegaría de McCarthy, eso era seguro. Las miradas que me lanza Megan me indican que piensa igual y por ahora nos centramos en el despecho que la tiene a moco suelto.

— ¿Sabes que es lo peor? —Me miró con la cara roja de tanto llorar—. Que llorar no cambia nada, pues mientras tú sufre él está riendo con otra.

Los brazos de Diana me rodearon. Rota. Con ese sentimiento de que acabas de perder la batalla.

Megan me miró y sentí el golpe de un rayo. Su mirada, sonrisa cálida, todo en ella emanaba un aura que te aseguraba que todo estará bien y que esto pasará.

Esas palabras fueran más dichas para mí que para ella.

Una vez que Brayden pasó a buscar a su hermana le conté mi inquietud a Megan. La chica de la foto era la ruina de la vida social de Diana.

Ella pensaba lo mismo que yo.

La Nova que conocemos no se iba a quedar de brazos cruzados sabiendo que Diana era la "otra".

— ¿En serio crees que le haga algo a Diana? —me inquieto.

—Posiblemente. Si no es ahora será después.

Nova Thompson era alguien vil y manipuladora, sabia estrategias psicológicas para devastar a cualquiera y es a sus cualidades a las cuales les temo.

—Ella ha cambiado —dice—. Nova no se ensuciaría las manos por algo como esto. Es astuta, sí. Rencorosa, también. Pero si la situación es como la de Diana nos contó sabrá que él es el que tiene la culpa, no Diana.

Espero que tenga razón.