Lo contrataron para destruirme.
A lo largo de la vida vas conociendo personas y cada una te deja una enseñanza, yo, por ejemplo, soy la persona que soy ahora por ellos:
Megan me enseñó a luchar con garras y dientes por mis sueños.
Rafa, que un corazón roto te fortalece.
Nayet, que las apariencias engañan.
Adrián, que nunca se es lo suficientemente hijo de puta.
Y Nova, a no permitir que nadie me pase por encima.
Aprendí a ser observadora, meticulosa y astuta usando las desventajas a mi favor. Supe diferencia entre mentira y verdad.
Aun así, me costó un poco saber que Garreth Dufour me engañaba con esa fachada de chico tímido.
Miro hacia arriba y acaricia mi mejilla atrayéndome hacia él. enrollándome con sus brazos bajo las sabanas de dibujitos chinos de su habitación friki.
Sí, eso es algo que jamás voy a superar.
— ¿Tercer raund?
Me río.
—Déjame recuperarme del primero apenas —saboree el sabor salado que había quedado en mi boca—. Entonces ¿Por eso Rafa te golpeó aquella vez? ¿Por qué te descubrió?
—Nunca nada sale como uno siempre quiere—me aprieta en su pecho.
—Por eso te llamó hipócrita—volví a reír—. Te metiste con la Rafaconda.
—La convertir en Rafanita—soltó, orgulloso de haberle bajado la reputación a mi amigo.
— ¿Eres como esos en Netflix? ¿Tienes otra identidad? —enarca una ceja—. ¿Un seudónimo?
—Una chica me puso Sombra.
—Aah... ¿Y por qué lo haces?
Tomó un mechón de mi cabello entre sus dedos y empezó a jugar con él.
—Gano bastante bien. Y es interesante saber cómo piensan los demás. En los que más confías son los primeros que te apuñalan.
—Que poético—bromeé.
—Solo pido sinceridad, y si veo que el motivo es válido lo hago sin cobro.
—Solo por maldad.
—Justicia—me corrige—. No muy diferente a lo que tú haces.
Hay una gran diferente entre tú y yo.
Me le subo encima con las piernas a cada lado de su cadera. Y la acción lo toma aún más por sorpresa cuando arrastro mis dedos por el costado de su abdomen ascendiendo a las costillas, recorriendo el tatuaje.
— ¿Por qué una serpiente?
Sus manos pasaron a mi trasero y me reacomodó sobre su cuerpo.
—Me gustan.
— ¿Las serpientes o mi culo?
Porque no para de apretarlo.
—Ambas. Son elegantes, sexys, se mueven de forma hipnotizante.
Romeo.
Hubo un momento de silencio, y no me di cuenta de que estaba conteniendo la maldita respiración hasta que él sonrió.
—Mienten, cambian de piel al igual que yo de cara. Manipulan para tener a sus presas y luego hacer con ellas lo que les plazcas.
Lo mire un poco embobada, sin evitar preguntar algo que se responde por sí solo.
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Las verdades de Debrah. |COMPLETO|
Ficção Adolescente¿Qué esconderá un corazón roto, una cara perfecta y una rencorosa venganza? Iniciado: 12-02-2021 Finalizado: 03-Julio-2022 🌻