Soulmate ↪ Lai Guan Lin [+18]

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39. Two Boys

Abrió la puerta con cuidado y cerró detrás de ella. Sin embargo, no encontró un silencio acogedor al entrar a casa, todo lo contrario, quejidos de insatisfacción y un televisor con el volumen alto fue lo que la recibió.

Puso su bolso en el perchero y se quitó los zapatos formales, para después calzarse sus pantuflas hogareñas.

Al entrar a la sala, pudo ver a sus flojos hermanos conchamente en el sillón. Aron estaba en la cocina y Jonghyun en el comedor leyendo un libro.

—Llegaste, al fin —exclamó Minki al notar su presencia.

—Y ya vi que me extrañaron —negó con la cabeza—. ¿Qué hacen aquí? Empiezo a sospechar que ya no tienen trabajo como Idols; ¿el mundo del entretenimiento ya no los quiere? ¿O por qué los veo tan seguido en casa cuando deberían de estar promocionando? —se cruzó de brazos burlona.

—Para tu información, sí estamos saturados de trabajo cuando estamos en época de promoción —asintió Minki ofendido por sus palabras—. Es sólo que no hemos hecho ningún come back reciente.

—Y veo que no lo harán pronto.

—El punto es que en esta época es cuando el trabajo es más flojo y podemos relajarnos un poco en casa —ignoró su comentario anterior.

—¿Relajarse un poco? Yo creo que esto es más que un poco —los señaló con el dedo.

—No me señales así—se levantó Minki y se acercó a ella.

—Oblígame —gruñó.

Ya iban a empezar.

Minki y Eme siempre terminaban peleándose por tonterías, pues al ser los menores de la casa, parecía que sus comportamientos infantiles se apoderaban de ellos. Incluso si Minki no era tan menor a los demás, se dejaba llevar por las infanterías de Eme.

—No empiecen —los detuvo Dongho—. Es día de descanso y eso es lo que quiero hacer; descansar.

—Seguiré viendo la tele, no me rebajaré a tu nivel —Minki se sentó con todo el glamour del mundo.

—¿A mi nivel? ¿Qué quieres decir con eso? Ven y dímelo en la cara —trató de abalanzarse a él.

—Hey, ya, ya, ya —Dongho la tomó de los hombros y la hizo retroceder.

Desde lo lejos, Minki y Eme comenzaron a hacerse muecas como pequeños críos.

—Por cierto... ¿saben en dónde está...

—Aquí estoy.

Desde las escaleras se pudo escuchar el sonido de los pasos bajando velozmente. Eme se acercó a las escaleras para asomarse, y cuando lo vio, sonrió dulcemente.

—Oh, Minhyun, ¿cómo est...

No la dejó terminar, porque en cuanto llegó a su lado, la tomó de la nuca y la besó.

Eme mantuvo los ojos abiertos de par en par, completamente sorprendida.

Solo fue un breve choque de labios, pero fue tan repentino que la abrumó momentáneamente.

Al separarse, ella adquirió un color rosáceo en las mejillas, totalmente avergonzada. Sonrió quedito, todavía tímida, y Minhyun le regresó la sonrisa enseñando todos los dientes.

Era la primera vez que se besaban. Y eso la avergonzaba.

—Oh, aquí no, consíganse un hotel —Minki les lanzó una almohada que Minhyun alcanzó con rapidez antes de que le tocara en el rostro a Eme.