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NOTA: 

Quiero que sepan que estoy editando los capítulos; sí, así es, los estoy editando.

Sé que hay muchos capítulos con bastante relleno basura que aburren, (es decir, todo lo de Produce 101 y la competencia)
Así que debido a que yo volví a leer los primeros capítulos, me di cuenta de que la mayoría tienen mucha paja y basura de por medio.
Así que no se sorprendan si varios capítulos son más cortos y ya no tienen partes del programa como antes; lo hice para bien.

Sin más que decir, espero que disfruten la lectura.

12. Helado frío y un calor insoportable

Con este calor infernal... ¿por qué no?

Daniel llegó temprano a casa, y viendo la hora que era, caminó con paso decisivo hasta detenerse frente a la puerta blanca de madera

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Daniel llegó temprano a casa, y viendo la hora que era, caminó con paso decisivo hasta detenerse frente a la puerta blanca de madera.

Estuvo a punto de tocarla, pero se arrepintió finalmente. Si él tocaba, era casi seguro que ni siquiera le abriría la puerta; el truco era en ser inoportuno.

—Guanlin —abrió la puerta de golpe, encontrándolo en bóxer.

—¡¿Pero qué demonios te sucede?! ¿Nadie te enseñó a tocar? —recriminó poniéndose rápidamente unas bermudas que lo taparan de su pudor.

—Necesitamos hablar —habló Daniel con seriedad en el rostro.

—¿Y de qué exactamente? —rodeó los ojos, exasperado por lo que sea que le fuera a decir.

—Sobre Eme.

La forma no había sido para nada la más adecuada, pero no estaba para irse con rodeos y darle vueltas al asunto.

El menor giró el cabeza consternado, incapaz de adivinar a qué quería jugar.

—¿Ah sí? —caminó por la habitación en busca de alguna playera—. ¿Y por qué tendríamos que hablar de ella? —fingió desinterés total, hablando con algo de banalidad.

—Porque... hemos peleado por ella... —lo siguió con la mirada en cada movimiento que hacía—, por no decir que hemos peleado justo frente a ella —reveló con desasosiego.

Guanlin se tomó su tiempo para contestar en lo que seguía en la búsqueda de la maldita camiseta, incapaz de verse en la necedad de huir cuando él mismo sabía que el mayor tenía razón y que finalmente en algún momento terminarían hablando de aquello.

—De acuerdo —habló en cuanto encontró qué ponerse—, te escucho.

Daniel suspiró parsimonioso, buscando las palabras adecuadas para iniciar aquello.

—Yo voy a ser honesto, Guanlin; te diré absolutamente todo lo que sé y lo que siento —advirtió en primer momento. El menor no se inmutó en absoluto, más, sin embargo, después de ponerse la camiseta, se cruzó de brazos, en espera de la dichosa conversación—. Me gusta Eme.

Soulmate ↪ Lai Guan Lin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora