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49. Marriage

Salió dando casi un portazo y apresuró el paso, tratando de que sus altos tacones no le fallaran en ese momento y no se tropezara o no se le rompieran.

No estaba precisamente enojada, pero estaba desesperada y cansada; quería ya que toda esa parte terminara para poder, maldita sea, sentarse.

Bajó los escalones hasta la planta baja y llegó frente a la puerta blanca del fondo. Vio el elegante moño blanco pegado en la puerta, y no hizo más que rodar los ojos de fastidio.

Golpeteó repetidas veces con la mano hasta que alguien le abrió.

—¿Qué pas... ay.

—¿Cómo que 'ay'? —se llevó ambas manos a las caderas con indignación al ver su semblante.

—¿Qué... pasa?

—Necesito hablar con Guanlin, dame permiso —trató de empujarlo un poco con el brazo, pero él no se movió ni un centímetro.

—Lo siento, pero se está poniendo el...

—¡Me importa una mierda lo que se esté poniendo! —lo empujó con verdaderas fuerzas, moviéndolo bruscamente hasta el otro extremo de la habitación, y así dejándole el paso libre. Cuando ella entró al cuarto, todos los chicos se quedaron callados—. ¡Y no me importa si son sus calzones lo que se pone!

Entró hecha una fiera, y volteó de un lado al otro, hasta que lo vio.

—¡Tú! —lo señaló con un dedo y caminó fúrica.

—¡E-ey! ¿Qué haces tú aquí? —balbuceó sorprendido al verla—. Esta es la habitación del novio, y sólo los padrinos pueden entrar.

—No me vengas con tus excusas patéticas —Daniel, quien había sido empujado por ella cuando entró, quitándoselo de la puerta, se acercó casi corriendo a sujetarla de los hombros para que se calmara.

—Oye... corazón...

—¡Nada de corazón! —le recriminó exaltada—, ¡por la culpa de él —señaló a Guanlin con el dedo—, Eme me ha tenido dando vueltas de un lado para el otro buscando la maldita corona de flores por toda la casa!

—Helly, no entiendo qué es lo que tiene que ver la corona de flores conmigo —Guanlin se acercó a ella dudoso.

—¿Cómo no vas a saberlo? —esta vez le habló con un tono mordaz—. Si tú y ella se la pasaron toda la noche jugando a la luna de miel, ¿o me equivoco?

La mayoría de los chicos soltaron un quejido ahogado ante aquellas palabras, e inevitablemente, con miradas centelleantes de interés, todos sonrieron divertidos.

—¡Wow! Con que a la 'luna de miel', ¿eh? —pregonó Seongwu con diversión, dándole codazos llenos de picardía—. ¿Cuál es ese juego?

—Par de urgidos —negó Jihoon con la cabeza.

Ante cada palabra, y ante cada comentario, Guanlin se puso más y más rojo.

—Bueno, ahora, si no quieres más exhibiciones, ¿me puedes decir en donde está la corona de flores? —Guanlin se llevó una mano a la nuca, pasándose los dedos cuidadosamente por las hebras—. ¡Es para hoy, Eme la necesita! —le gritó desesperada.

Mientras Guanlin buscaba la dichosa corona, Helly se quedó de brazos cruzados observándolo con atención. Hasta que la encontró.

Cuando se la tendió, Helly se la arrebató.

—Ya era hora —dio media vuelta sobre sus tacones y le golpeó el rostro con su rojizo cabello, haciendo reír a los demás muchachos.

—Mi amor, un... —Daniel se le acercó con los labios en pico, pero ella lo volvió a empujar con una mano en el pecho.

Soulmate ↪ Lai Guan Lin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora