Soulmate ↪ Lai Guan Lin [+18]

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40. Just Me

—Lamento la demora —se acercó a paso rápido a las dos chicas que se encontraban sentadas en el asiento frente a la puerta del consultorio—. Había tráfico; lo siento.

—No te preocupes, Eme, el doctor todavía no nos da los resultados —Nihna la llamó a su lado con una mano—. Gracias por venir tan pronto.

—No hay problema —se sentó junto a ella.

Fue a tiempo, porque justo después de un par de minutos, la puerta frente a ellas se abrió. De inmediato las tres se pusieron de pie.

—Jeon Somi, Park Eme —el doctor llevaba dos sobres en la mano, los cuales leyó para identificarlas. Ambas asintieron ante la mención—. Aquí están los resultados del análisis de sangre —les tendió los sobres—. Y en hora buena, es un gusto que sus estudios hayan salido limpios; podrá donar la sangre una semana antes de la operación —su mirada viajó expresamente a Somi.

—¿De verdad? ¡Qué bueno! —alzó ambas manos con alegría y abrazó fuertemente a Nihna.

Sin embargo, Eme no entendió qué sucedía entonces con ella.

—Y... amm... doctor, yo...

—Lo siento, señorita Park, pero debido a que presenta principios de anemia, no será posible el trasplante de sangre.

—¿Qué? ¿Principios de anemia? —observó al doctor como si este hubiera enloquecido.

—Bueno, es más común de lo que cree, sobre todo con la dieta que lleva como Idol y el constante ejercicio que debe ejercer; es incluso algo normal —explicó con simpleza.

—Pero eso es imposible; llevo esta dieta desde que era aprendiz, y de eso hace tres años. Además, cada tres meses nuestra agencia nos lleva a hacernos estudios generales de todo. Jamás he tenido principios de anemia, y mucho menos anemia —se señaló en el pecho completamente estupefacta.

—Bueno, también esto se debe a la alimentación que usted está llevando en su estado. Es decir, cuando se alimentaba a usted misma no había problema porque su cuerpo ya estaba adaptado a ese metabolismo ligero, sin embargo, es muy diferente si continúa llevando esa alimentación en su estado. Usted no recibe suficiente hierro para el desarrollo del bebé y el de la placenta, por eso es normal que esto suceda. Sin embargo, yo le aconsejo aumentar los alimentos ricos en hierro y olvidarse de las dietas por unos meses.

Cuando terminó de hablar, el silencio se mantuvo sepulcral.

Las otras dos chicas dirigieron sus miradas exaltadas a la menor, quien en ese instante se encontraba observando el suelo con profundidad.

De todo lo dicho por el doctor, la única palabra que había podido quedarse grabada en su cerebro fue una.

Bebé.

Apretó los dedos de sus manos con fuerza, y todo su cuerpo tembló.

—¿U-un... be... be-bebé? —pronunció en un titubeo apenas entendible.

—Ahh... parece que no lo sabía —el doctor asintió, viéndose ligeramente incómodo—. Bueno, en efecto, usted está embarazada señorita Park. Lleva exactamente dos semanas de gestación, por lo que es lógico que todavía no se enterara ni tuviera síntomas.

Bueno, en ese preciso momento, podía asegurar que el primer síntoma comenzaba a salir a flote.

—Un... bebé... —murmuró con la mirada perdida.

Lentamente bajó la mirada, en donde observó su vientre totalmente plano.

Debía ser una broma.