II

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Tratando de alcanzar al auto con el que competía no me había podido percatar del transito que me seguía, maldije. Me orille a un lado de la carretera y pronto el auto de transito se puso detrás de mí.

Aquel oficial se acerco a mi ventana yo baje esta para poder encarar al sujeto.

--Buenas noches, caballero. –Dijo el oficial. Tenia una tabla con una libreta donde, supongo, contenía los datos de las multas.

--Buenas noches, buen hombre. –Puse mi mejor cara mostrándole mis dientes con una gran sonrisa. --¿Qué hace en esta bella noche?

--Multando a gente tan irresponsable como usted sabrá. –Apoyo su brazo sobre la puerta para tener un acercamiento a mí. –Dígame joven Lennon, ¿Por qué iba tan rápido?

--Me sentí retado y aquí entre nos, es mejor una multa que una derrota, pero al parecer hoy me gané dos cosas.

El oficial vio su reloj y luego a mí.

--Ya casi comienza su programa. ¿No querrá perder el tiempo aquí mientras le pongo una multa o sí?

Entendiendo su referencia asentí.

--Oh por supuesto, no quiero eso.

Saque mi billetera y de ahí un billete de cincuenta libras y este me sonrió maliciosamente.

--Por cierto, ¿mañana es su cumpleaños cierto?

--SI, lo es.

--También el de mi hija Michelle, ¿podría felicitarla?, es una gran admiradora suya.

--Por su puesto, es un trato. Ahora lo dejo, me debo ir.

El transito guardo el dinero en su bolsillo y se despidió de mi con un ademan. Pisé el acelerador de mi auto y comencé a conducir camino a mi trabajo.

Un poco más adelante estaba el mismo auto con el que estaba corriendo, detenido y con un tránsito detrás.

°°°

Entre al estudio de inmediato mientras recibía los reclamos de mi jefe: George Martin.

--Es que no es posible que con estos seis años que llevas aquí no aprendas que es la puntualidad.

Yo me senté en mi lugar y coloque mis audífonos de casco y acerque mi micrófono.

--Relájate, Martin, ya estoy aquí y eso es lo que importaba aparte no deberías regañarme, en unas cuantas horas será mi cumpleaños y no debes poner mal al cumpleañero.

--Te odio.

El se coloco su abrigo y se puso al lado de la maquina en la cual se podían reproducir las canciones y hacer los afectos necesarios para el programa.

Volteé hacia delante y vi otro micrófono. Era extraño ya que siempre solíamos tener uno, o la ocasión que llegábamos a tener un invitado se colocaba uno adicional para este pero esta vez nunca me habían mencionado a un invitado.

--¿Y ese micrófono?

--Ah, ese. –George se sentó y acomodo un par de botellas de agua a su lado. –Es que van a utilizar el estudio en la mañana para un locutor amateur. –Bostezo y estiro sus piernas.

--Bueno entonces comencemos. –Con un pequeño ejercicio, comencé a vocalizar y así evitar cualquier tipo de error a la hora de emitir mi guion. Así que tomé mi guion y di por terminado mi breve ejercicio.

--Oh claro capitán. –George comenzó a contar en retroceso hasta llegar al uno y después decir: --Estamos al aire.

--Buenas noches querido publico londinense, nos escuchamos a través de otra transmisión, espero que la estén pasando de maravilla por que yo la estoy pasando genial y complacido con los nuevos éxitos de música que ha habido en las ultimas semanas y que mejor que empezar con esta banda posicionada en el numero uno en las listas de Londres y Estados Unidos pero antes de comenzar quiero mandarle una enorme felicitación antes de tiempo a la pequeña Michelle que nos escucha desde casa que cumplirá años al igual que su bello servidor, ahora sin más, es de mi agrado presentarles "I wanna be your man" de the Rolling Stones.

George se apuro para comenzar a reproducir la canción y yo silencié mi micrófono.

--¿Michelle? –Cuestiono Martin. –¿Es una de tus amantes?

Solté una carcajada y negué.

--Hace como dos años que no he tenido una amante. Solo a mi mujer. Como diría mi padre "Si tienes mucho dinero y fortuna podrás tener a todas las mujeres que desees, pero como no tengo demasiado dinero no me puedo dar ese lujo.

Martin negó.

--Y menos dinero tendrás con una esposa tan consumista y que solo quiere dinero y mas dinero.

--Se ha controlado, ya no ha estado gastando como antes. –Agarre mi vaso con agua y bebi de esta.

--John, tu vida sin duda es un desastre y enserio agradezco a tu madre y a Elizabeth por sentar cabeza de vez en cuando contigo.

De pronto la puerta se abrió mostrando a una pelirroja. Tenia unas botas color blancas que le llegaban por debajo de las rodillas un vestido corto y floreado. Tenía una cara seria y de pocos amigos.

--Señorita me temo que debe salir, estamos al aire y no puede interferir con nuestra transmisión. –Le dijo George y ella solo levanto las cejas.

--Creí que aquí estaba mi novio. –Echo su cabello rojizo hacia delante de sus hombros. –Si lo ven díganle que estaré en el estudio número doce. Es un chico alto con ojos dormilones y cabello muy obscuro, es fácil de identificar.

Y con aires empoderados cerro la puerta y yo voltee a Martin.

--Vaya chica, como me gustan.

--Estas mal John. Esa chica tiene novio.

--Me extraño que no me haya reconocido, digo, soy John Lennon.

--Tampoco eres Elvis o Buddy Holly. –Bebió de su botella de agua y pronto se coloco los audífonos. –Prepárate, vamos por la siguiente canción.

Sonó una pequeña campanilla que indicaba que la canción ya había terminado y era el momento de hablar.

--Y ese tema fue nada mas y menos de the Rolling Stones. Por cierto, que buena voz tiene Mick jagger. Tomemos en cuenta las otras bandas que, al igual que estos jóvenes con trajes de pingüino se han esforzado demasiado para conseguir el éxito merecido y por ello escucharemos a las buenos The Beach Boys, con ustedes "I get around"

George comenzó a reproducir la siguiente canción y yo bebi de nueva cuenta agua y apague mi micrófono.

--Gracias al cielo que será mas bien noche de muchas canciones, mi garganta está hecha mierda.

--Te he dicho que no fumes John, eso te hace mal y matara tu garganta.

--¿Qué más da? –Saque mi cajetilla de cigarros de mi abrigo negro y de el saque un cigarro. Guarde la cajetilla y luego mi encendedor.

--Ay Dios.

Le sonreí cínico y lo encendí y comencé a fumar. 

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora