LII

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Abrí mis ojos y me quedé un momento más acostado, talle mis ojos y cuando termine recargue la palma de mis manos sobre el colchón para impulsarme y quedar sentado sobre este.

-Ah, ya estás despierto. -Era Cynthia. Ella estaba con una vestido de flores azules y unas medias transportes, los zapatos no los alcanzaba a ver. -¿Cómo amaneciste?

-Mmh, bien. -Elevé mis brazos para tronar mi espalda y solté un bostezo. Dejé caer mis brazos y me quedé viéndola.

-¿Todo bien? -Se acercó a mi y se sentó en el borde del colchón.

-Si, todo bien. -Tomó mis manos y las besó unas cuantas veces. -¿Todo bien contigo?

-Bueno, si. Ayer la pasé bien contigo y me hiciste pensar muchas cosas.

-¿Que cosas?

-Pues ya sabes. - Relamió su labio inferior y luego sonrió. -Que realmente quieres estar conmigo, sabía que era cuestión de tiempo. Ambos nos empezábamos a alejar, pero ahora tengo claro que faltaba hablar, ¿No lo crees?

-Si. -Sonreí. -Toda la razón. Por cierto, ¿Dónde está Jules?

-Con mamá, ambos están abajo almorzando, ¿Quieres ir?

-No, no. Prefiero ir a casa, después de lo que hicimos me va ser muy incómodo ver a tu mamá.

-Como antes. -Rió. -¿Lo recuerdas?, Cuando nos encontró la primera vez.

-Si. -Acompañe su risa, recordarlo era algo incómodo, pero la cara que había hecho la asquerosa mujer no tenía precio. -Como si fuera ayer.

-Oye. -Se apegó más a mí y besó mi frente. -Prepararé las cosas para regresar a casa, ¿Está bien?

-Ah, si, si. ¿Con Jules?

Ella sonrió y asintió:-claro, con Jules, no podría dejarlo en otro lado.

-Bien. Yo debo irme, te veré en casa. No está muy limpia que digamos, así que daré algo de decencia a esa lugar.

-De acuerdo, entonces te veo luego, ¿Te irás en bus?

-Como lo he estado haciendo desde que te fuiste con mi auto.

-Lo siento, la furia me ganó, pero puedes llevarte el auto y yo...

-No, no. Quédatelo. -Ella se levantó de la cama y yo hice lo mismo. -No quiero que te expongas con Jules en la calle. -Me puse de rodillas y comencé a buscar mis zapatos de bajo de la cama.

-Los dejé allá. -Me dijo, así que levanté y fui hasta el mueble que contenía más zapatos y agarré los míos. -John, ¿La boda continúa?

Asentí mientras metía mis zapatos y cuando tuve mi primer zapato dentro la observé.

-No veo por qué no, ¿O tu si quieres que pare?

-No, no. Para nada, si quiero la boda.

Finalicé y me puse de pie. Comencé a buscar mi billetera y todas mis cosas, cuando las tuve bajé junto a Cynthia, antes de irme fui a la cocina y me despedí de mi hijo con un beso en la frente.

-Maldito infeliz.

Yo ignore a esa señora y junto a Cynthia salí de la casa.

-Llegaré como a las ocho, mamá tiene cita en el doctor más tarde y quiero llevarla, ¿Está bien?

-Claro, entonces te veo luego. Adiós.

-Oye. ¿No olvidas algo?

-Ah, claro. -Tomé sus hombros y besé su frente. -Te veo entonces. Adiós.

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora