XI

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"¡Por qué es un buen compañero!, ¡Por qué es un buen compañerooooo!, ¡Y nadie lo puede negar!"

Agitabamos nuestros tarros y nos movimos de lado a lado. Éramos un grupo de hombres, James y yo estábamos demasiado ebrios y no parabamos de reír.
El grupo se separó y seguimos bebiendo, de pronto sentí un dolor en el estómago y sentí las ganas de vomitar.

—Mierda, tengo un tornado aquí dentro. —Jale el abrigo de James y él volteó a verme con molestia.

—Oye idiota, le diere a mi amigow, pero si..— Soltó un buen eructo y sonrió. —Hey, pero si eres el buen Jawn.

—Acompañame...al...al. —Mi mente estaba totalmente perdida, me sentía de la mierda. —al cuarto que usan para cagar y orinar...

—Ah...—Me agarró del brazo y comenzamos a caminar. —¡Vamo'!

Ambos dimos pasos torpes, cuando intentamos subir el primer escalón y resbalamos. Un señor nos ayudó a subir.

Grrrracias, buen hombre. —James palpo el hombro y el señor se fue de ahí riendo. —¡DIOS LE BENDIGA!

—SHH. —Le indique con mi dedo que se callara.—No hagas tanto ruido, imbécil.

Y volvimos a caminar hasta los baños. Eran horrendos y olía a culo, pero a culo de un sujeto que en su vida se ha bañado.

—Ahg, voy a vomitar.

James abrió la puerta de un cubículo y yo entre y me arrodillé frente al inodoro.
Intenté vomitar pero no podía.

—Ahg, imposible...

—¿Que pasa?

—No puedo vomitar, pero tengo la sensación...

James entró al cubículo, ahora estábamos muy apretados ahí.

—¿Que haces?

—Te voy a enseñar. —Soltó un hipo y se inclinó.—WAHHH.

—¿Pero que carajos haces?

Solté una carcajada y ví como James metía sus dedos a su boca.

WAHH. —Me volteó a ver y sonrió. —No sale.

Solté una buena carcajada y pronto sentí un retorcijón. Me incline al inodoro y vomité.

—¡Si salió!

Decía James. Yo seguí vomitando y sintiendo un calambre sobre mi estómago.

—¡Espera, espera!, Iré por aguah.

James salió del cubículo y yo seguí vomitando. ¡Mierda!, Era por esas cosas que evitaba beber...

Cuando sentí mi estómago más ligero me levanté y jale a la palanca.

—Ahg...—Limpie mi boca con el dorso de mi mano y fui al lavamanos. Dejé caer un chorro sobre mis manos y luego lo dejé caer sobre mi cara. Agarré un pañuelo y seque, luego lo eche a un bote de basura. —Si sirvió de algo, gracias James.—Voltee a los lados y no lo ví. —¿James?

Comencé a buscarlo por los sanitarios y en ninguno estaba, salí del baño y con dificultad baje las escaleras.

"¡Pelea!, ¡Pelea!"

Me acerque hacia el tumulto de gente y ahí estaba James peleándose con un hombresote....¡James!

—¡Anda!, ¡No te tengu miefo!

James se sacó la camisa e hizo posición de combate. Lanzaba puñetazos al aire y el otro solo soltaba carcajadas.

—¡No me hagas destrozarte maricon!

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora