XL

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¿Cómo era salir de un laberinto?, Yo quería saberlo. Estar al lado del gusto, del placer...del amor, o estar al lado de la unión familiar, de...¿De que otra más que esa que se me venía a la mente?

Para mí, era un dilema total, porque ya había dado el primer paso con Paul, ya había conectado de todas las maneras posibles y ya no tenía una duda: está enamorado de él. Pero sentir la tersa piel de Cynthia, sus labios, sus mejillas voluminosas sonreír, si, le quería mucho sin embargo yo no la amaba, ese puesto se lo había ganado Paul.

Pero debía admitir unos puntos a su favor: la sociedad. Todo estaba a su favor excepto este sentimiento del que ya no compaginamos, al menos yo.
Ver a Paul, ver su cuerpo, ver sus labios estirarse en una bella sonrisa, su ojos dormilones entrecerrarse en medio de una risa contagiosa, su tono de voz susurrar mi nombre en esos encuentros íntimos...Mierda, a veces solo quería ser un maldito perro callejero, uno que solo tuviera como objetivo sobrevivir. ¿Pero que digo?, La sociedad era un zoológico de humanos.

-¿En qué tanto piensas, eh?

Carraspeé y agite mi cabeza a los lados negando.

-En nada. -Le ofrecí una sonrisita y acaricié su mejilla.

-En lugar de pensar en "nada", ¿Por qué mejor no piensas en mi?

Solté una carcajada suave y lo apreté más a mi cuerpo.

-Siempre te tengo en mi cabeza, desgraciado, ni siquiera recuerdo mi nombre por tener el tuyo presente. -Paul pareció sonrojarse, oculto su cara en mi pecho mientras disfrutaba de mis caricias sobre su cabello obscuro.

-Por cierto, ¿Cómo te fue con tu tía Mimi?, Dijiste que irías con ella.

-Ah, pues bien. Me obsequio dos cadenitas con una pequeña 'J', ya sabes que mi bebé va a llamarse Julian.

-John y Julian. -Murmuró. -Es lindo, te ves muy emocionado por tenerlo.

-Claro, es mi pequeño. -Relamí mis labios, los últimos días había fumado bastante, tanto que mis labios se estaban secando. -Aparte, quiero que sea como nuestro bebé.

Paul recargó su mano en mi pecho y se sentó sobre la cama, observando me anonadado.

-¿Qué?

-Quiero que signifique un lazo para ti y para mí. Será mi hijo biológico obviamente, pero quisiera que fuera como tú hijo también...-Paré de hablar, tal vez había sonado como un completo loco. A lo mejor estaba avanzando muy rápido. -Bueno, no.

-¿No?, Ya me había emocionado.

Me quedé callado, analizando su respuesta, ¿Emocionado?. Una sonrisa de media luna se forma en mis labios y me senté sobre el colchón para darle un abrazo y varios besos en el borde de su quijada.

-¿De verdad?

-Claro que si. -Lo tomé de los hombros para verlo, DIOS, ¡QUE BONITO ERA! -Pareces loco.

-Es que estoy loco. -Le dí varias veces unos cuantos besos en la punta de su nariz. Podía escuchar sus risitas tímidas, me...me sentía tan emocionado de tenerlo a mi lado, sus risas, su piel. -Hey, ¿Por qué no piensas un nombre para nuestro hijo?

-¿Enserio?

Paul parecía sorprendido, pero era algo en lo que también debía involucrarse, sería nuestro hijo...

-Si.

-Dame tiempo para pensarlo, Dios. -Su sonrisa era innegable. -Bien, bien...Investigaré adecuadamente.

Lo tomé entre mis brazos inesperadamente y le dí besitos una y otra vez...

•••

Yo estaba sentado, junto a mi madre, mi horrorosa suegra, mi padre, Mimi, el tío George y Paul. Todos esperando en aquella clínica privada.

Cynthia había roto su fuente mientras dormíamos en casa, tranquilos y sin ninguna aparente molestia hasta que ella comenzó a quejarse y a decir que le dolía el vientre.
Al inicio cuando Paul se paró frente a toda mi familia fue un momento realmente inquietante, sentía que todos ellos sabían lo nuestro, pero eso no podía ser. Mimi y mi madre habían quedado fascinadas con Paul, decían, mientras él no se encontraba ahí, que era un jovencito muy educado y lindo físicamente, claro que lo era.

-Parece que ya tienes a mi mamá y a mi tía a tus pies. -Le dije con sátira entre mis labios.

-Parece que mi propósito en el mundo es enamorar a la familia Lennon. -Siguió mi jueguito con esa risita cómplice.

-Enamorar a todo el mundo.

Todo aquello lo decíamos en susurros confidenciales, en el baño del hospital, dónde aparentemente nadie podía reconocernos o escucharnos.

-¿Quieres que te besé o que?

Giré mi cara a él y lo tomé de la quijada, suavemente, y le estrellé un beso.

-Antes de que pienses hacer algo, yo ya lo hice cien veces más rápido que tú.

La puerta del baño se abrió, por lo que nos tuvimos que comportar y fingir que nada estaba pasando.

-Buenas noches. -Asentí como saludo a ese sujeto de traje negro. Parecía un sujeto rudo y secó, efectivamente lo comprobé cuando me ignoro y entró a un cubículo.

Paul me hizo una señar hacia la puerta, sin esperar más salimos de ahí, extrañados por la actitud del tipo.

-¿Y si nos escuchó? -Preguntó Paul. -Dios, estaba cerca.

-Tranquilo, solo era un idiota mal educado.

-John. -Subimos las escaleras, mientras él iba hablando yo intentaba pensar positivo. -Es que...presiento que si nos escuchó.

-Tu quédate tranquilo. Tendré que emborracharte para que dejes de estar ansioso todo el tiempo.

-No me harían mal unas cuantas cervezas.

Cuando estuvimos por subir una enfermera paso a nuestro lado, era una mujer sexi, la verdad, y nos siguió con la mirada hasta que desapareció de nuestra vista.
De inmediato cuando pisamos ese corredizo, Mimi me tomó de la mano y me dijo:-John, el doctor dice que debe hablar contigo. -Su semblante fruncido y sus ojos tenebrosos me hicieron asustar...

-¿Que sucede? -Pregunté asustado.

-No lo sé, le pregunté al doctor y me dijo que eso debía ser entre la pareja y el doctor. Dice que entres a su oficina.

Asentí y observé a Paul, él asintió de inmediato y me incitó comenzar a caminar a la oficina.
Toqué un par de veces y la puerta se abrió.

-¿Señor Lennon?

-Si, ese mismo.

-Pase, por favor

Le eche una última miradita a Paul, él me vió con un notable semblante de angustia, yo sabía que quería ser reconfortante para mí y eso lo apreciaba.
Pase al consultorio y cerré la puerta detrás de mi.

-Tome asiento. -Apuntó aquella silla de metal.

Saboreé mis labios en un claro intento de pasar esa maldita ansiedad. ¿Era muy malo?

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora