XXVII

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-Cyn, lo siento, ¿Si?

Ella se volteó y caminó hasta la cama y se acostó ahí. Yo fui hasta ella y me acosté a su lado, recostando mi cabeza en sus muslos y agarré sus manos.

-Perdóname, debo admitir que si fui muy grosero. -Ella volteó a verme y suspiró.

-Es que estas cambiando mucho. Ya casi no estás en casa, sales mucho y no me tocas. -Limpio sus lágrimas. -No te quedas conmigo y prefieres salir de casa. Aparte, ví lo que tienes en el cuello. -Separó sus manos de las mías. -Me estás engañando.

Me levanté de golpe y analicé su cara. No sabía que decir.

-¿Quien es?, ¿Quien es ella? -Volvió a limpiar sus lágrimas con el dorso de su mano y secó las lágrimas con su falda.

-Amor, ¿Cómo te voy a engañar?, Vamos a tener un bebé y Lugo nos casaremos.

-Tienes diciéndome eso varios años y no, no pasa nada, ¿Cómo te hiciste eso? -Apuntó mi cuello. -No vayas a decir que te golpeaste porque no te voy a creer.

-Paul me lo hizo.

La cara de Cynthia expresó una cara de asombro y luego frunció su ceño.

-¿Cómo que te hizo eso, Winston?

-Mira, es que me ardía el cuello porque un mosquito me picó y se me hincho horrendo, le pedí que sucionara ahí y simplemente lo hizo.

-¿Es encerio?, ¿Crees que me voy a creer eso?, Paul no te pudo hacer eso en el cuello.

La agarré por las mejillas y le dí varios besos, pero ella me alejo poniéndome su palma en la mejilla.

-Es verdad lo que te digo, ¿Quieres llamarlo?

-Bueno, digamos que eso fue así. - Relamio sus labios. -No me agrada eso y es extraño.

-¿Que?

-¿Cómo qué qué?, John, eso que Paul hizo no es normal y no me parece bien.

-Esta bien, mi amor. Solo fue esa ocasión, relamente me estresaba ese piquete.

No muy convencida asintió. Yo me levanté de la cama y la levanté, tomándola de la mano, con cuidado.

-Debes darle de comer a nuestro bebecito. -Toqué su panza y ella, con una sonrisa sin ánimos, asintió. -Ve bajando tu, ¿Si?, Te acompaño en un momento.

-Esta bien, te veo allá abajo.

Asentí y ví como se marchaba del cuarto.

°°°

Mi mamá abrió la caja envuelta con un papel decorativo y sacó un par de libros de recetas de cocina.

-Muchas gracias. -Sonrío y vió la portada de los libros.

-Para ti mi amor. -Mi novia extendió una caja y yo la tomé.

Comencé a deslizar el moño hasta poder abrir la tapa de la caja y dentro habían unos papeles. Los agarré y comencé a leer: "El género será niño", y un par de cosas más. Volteé a Cynthia y asintió con una sonrisita.

La abracé y besé sus mejillas varias veces.

-Un muchachito. -Mi padre, que estaba a mi lado, me dió dos palmadas en la espalda. -Me enorgulleces, hijo.

-¿Cómo le pondrán al bebé? -Preguntó mi madre con una sonrisita en sus labios. -Hay muchos nombres lindos para niño hoy en día.

-Que ponga el nombre de su abuelo. -Dijo mi papá y ví la cara de mi suegra.

-Debe ser un nombre juvenil, los que están a la moda.

-Madre, que moderna. -Dijo Cynthia acariciando su panza. -Realmente tengo algunos en mente.

El teléfono comenzó a sonar y decidí levantarme a contestar.

-Diga.

-John, hola. -Era Paul.-Buenas noches.

-Hola, Paulie. -Apegue el teléfono a mi y hablé mad bajo. -¿Cómo estás?, ¿Cómo va tu resfrío?

-Mejor, hoy solo he estado estornudando, pero no me duele la cabeza. -Podía escuchar su voz algo irritada.-¿Cómo has estado tu?

-Pues, bien. -Suspiré. -Con bastante frío.

"¡PAUL!, VEN ACA. TU MADRE Y TU PAPÁ YA LLEGARON"

-Vaya voz. -Dije con una risita.

-Espera. -Escuché como dejaba el teléfono sobre algún lugar y sus pasos.

"¡Paul, te estoy hablando!"

-Jane, ya iba para allá. Estoy hablando con John.

"¿Crees que me importa eso?, Vamos."

-Ahg, ya voy. Dios.

"Anda"

-Si, si. -Escuche sus pasos volver y pronto su voz:-Perdón, Jane no deja de molestar. Bueno, ya no te quito más tiempo, te veo luego, ¿Si?

-Claro, te veo luego.

-Besitos, maricón. -Ambos soltamos una risa y colgué.

Cuando pensaba volver ví a mi suegra detrás de mi y con una mirada retadora.

-Haz está hablando mucho, ¿No crees?

-Para eso es, ¿no? -Conteste cortante e intenté irme, pero ella me tomó del brazo.

-Mas te vale no hacerle daño a mi hija, ¿Me oíste? -Me soltó y movió sus pies al refrigerador.

Salí de ahí con una sensación extraña, tenía algo de miedo...aún tenía la duda sobre si ella había escuchado la llamada anterior. Debía tener más cuidado, cuidar mis palabras y estar atento ante la presencia de esa bruja encajosa y pesada.

°°°

Estábamos afuera de la clínica, esperando a que el doctor nos recibiera, luego de unos minutos, salió de su consultorio y nos pidió pasar.
Al estar dentro del sitio, nos sentamos y esperamos a que él lo hiciera.

-Estoy algo nerviosa.

-Tranquila, solo será una revisión y ya.

-Pero cada revisión es una noticia nueva, ¿Y si no resulta como yo lo quiero?, ¿Qué tal si le pasa algo?

-Amor, amor. Tranquilízate, no va a pasar nada. Haz llevado un buen procedimiento, te haz cuidado. -La acerqué a mi y la abracé. -Tu confía. -Besé su coronilla.

-Tienes razón, perdóname. -Agarró mi mano y luego me vio directo a los ojos. -¿Prometes cuidarnos?, Quisiera que mi bebé y yo fuéramos felices a tu lado.

-Lo será, ahora solo escuchemos lo que dice el doctor, ¿Si?, Solo estemos en el presente.

No quería decirle una mentira, no quería inventar o asegurarle una vida, ya tenía suficiente con el engaño que le hacía con Paul, tan solo evitaba el tema a toda costa aúnque este estuviera bien presente en mi vida y por más que quisiera no lo podría evitar por toda la vida, mi bebé ya estaba ahí.

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora