"Voces Nocturnas". •McLennon•

LIX

Jane estaba tomándose de mis hombros con bastante fuerza. Reía y reía sin parar mientras apretaba la punta de mi nariz.

-Ya deja de hacer eso.

-¡Ah!

Me tomó con fuerza enterrando sus uñas a mis hombros, intentando treparse a Mimi

-¿¡Que te pasa!?

-¡Me voy a caer!, El piso se está hundiendo. -La tomé de la cintura y la dejé a la cama. -¡Ah!

-Cálmate. -Quité sus zapatos. -Ahora, espera un momento.

-¡Vete a la mierda, Paul!

-¡Ahg!

Volví a la cocina, escuchando como Jane gritaba y gritaba. La droga que había puesto sobre su copa de vino y la comida había hecho su buen efecto, de ese modo podría sacarle toda la verdad.

Agarré la grabadora y volví a la habitación, la dejé sobre el mueble de enseguida y subí a la cama, claro, antes me aseguré de grabar la conversación, debía ser rápido, ya que la cinta estaba un poco corta.

-Seré breve. Quiero que me digas ¿que ha pasado con John?, rápido.

-¿John?, ¿El topo maricón? -Se acostó sobre la cama, observando profundamente al techo. -Lo odio.

-¿Que hiciste con él?

-Mm, no tengo idea...-Susurró. -papá se encargó de él, mando a algunos hombres con John, seguro está más que muerto.

-Lo mandaron a un desierto, ¿Verdad?

—Si, pero no sé dónde. —Quiso levantarse, pero volvió a caer y continúo viendo el techo. —Y me alegro que este muerto...

—¿Por qué eres así, Jane?

—¿Por qué eres así, Paul?, ¿No recuerdas? —Se rió con ironía y está vez logró sentarse sobre la cama. Su mirada perdida y adormecida cayó sobre mi. —Cada infidelidad, cada maldita mujer con la que te acostabas...pude tolerar todo eso, pero cuando supe que me engañando con John. —Suspiró. —Me hiciste sentir humillada, como si fuera muy poco para, tanto que me cambiaste con un hombre. Estamos a mano, ¿No crees?, Tu mataste mi corazón, pues yo maté a John. —Se rió lentamente, parecía querer recordar. —¿Es justo, mi amor?

—Eres una maldita. No solo me quitaste a John, también quieres dejarme a mi familia y a mi en la miseria.

—¡Yo solo quiero que estés conmigo! —Empuño sus manos y me vió con molestia. —¡A mi no me impostor el dinero, jamás! —Se puso de rodillas y se acercó a mi para tocar mi cara. —Es mi papá quien quiere saquearte.

—No solo a mi, ¿Cierto?

—Mi papá quiere matar al tuyo, quiere quedarse con la otra parte del contrato. —Quiso besarme, pero la aleje. —¡No soy la mala!, Él es quien quiere robarse los contratos del edificio...

—¿Por qué?

—Solo quiere tener dinero, pero yo te quiero a ti.

—¿Después de esto?

—Solo hazme...tuya, solo quiero que me ames como lo hacíamos al inicio. Estoy envejeciendo, todas mi amigas tienen un esposo que les cuida, yo quiero eso contigo mi amor. —Me aparte de ella y me levanté de la cama. —¡Paul!

—¡No te quiero escuchar!

—¡Olvídate de ese marica de una vez!

—¡Olvídate de mi!, ¡Olvida todo!