"Voces Nocturnas". •McLennon•

VI

Cynthia estaba preparando el almuerzo, estábamos en silencio. Yo estaba leyendo el periódico, mi mamá estaba leyendo una revista mientras la bruja estaba sentada viéndome con odio.

El sonido de la tetera hizo que mi madre se asustara.

—Yo sirvo el café. —Mi madre se levantó y movió sus pies hasta la estufa donde estaba la tetera hirviendo el agua.

—¿Ya saben cuándo será la boda?

Aquel vejestorio comenzaba a irritarme, pero debía soportarla.

—No lo sé, señora. —Dejé el periódico en la mesa y la ví directo a los ojos. —¿Usted ya planeo el día de funeral?

—¡John! Por Dios. —Cynthia volvió a mi con un gesto de molestia. —Deja de hablarle así, es mi madre.

—Lo siento cariño, pero tu madre me irrita.

Mi mamá dejo la taza de café frente de mi.

—Eres un poco hombre, eres un maricon. —Ella agarró su taza y bebió de su café.

—Claro que si, un maricon que la mantiene a usted bruja arrugada. —Me crucé de piernas y di un trago a mi café. —Ya me voy, no quiero seguir discutiendo.

—No te vayas, amor. —Cynthia dejó el desayuno enfrente de mi. —Ya está listo, al menos almuerza.

—Cariño, ya se me quitó el hambre. —Dejé el plato frente la bruja detestable. —Aqui tiene, para que se llene la boca y dejé de estar diciendo estupideces.

—¡John!

Agarré las llaves de mi auto y salí de casa. Entré a mi auto y pise el acelerador.

Cómo no tenía nada más interesante que hacer iría al estudio, hoy era lunes y no tenía trabajo, pero era entretenido pasar entre los pasillos del edificio y escuchar las locuciones de mis compañeros.

—Maldita bruja. —Encendí la radio y coloque mi señal, había que apoyar a mi equipo. —Si me voy a casar con su hija, solo que no se cuándo.

"Hoy estaremos hablando con un gran sujeto llamado George Harrison. ¿Quieres que te presente yo o....?"

Solté una carcajada, el tipo había olvidado silenciado el micrófono.

"Está bien yo lo hago. Con ustedes ¡George Harrison!"

—¿Y quien es George Harrison?

"Cuentanos un poco de ti George, ¿Cómo se dió este inicio a tu carrera?"

"Bueno, yo comencé tocando la guitarra, ya sabes, aquellos años dónde el rhythm and blues estaba pegando a estos lados del continente. Mi amigo y yo comenzamos a hacer covers de Chuck Berry, luego comenzamos a escribir nuestras canciones y esperamos hacer más música y seguir creciendo"

—Interesante. El micrófono está algo mal acomodado, pero no está tan jodido.

Di vuelta a la derecha y avance por la carretera bastante rápido.

"Tu y tú amigo llevan bastante escribiendo por lo que imagino. Escuché que componían baladas y blues, ¿Cómo llevan ustedes el proceso de creación?, ¿Vienen las ideas y las anotan o solo fluye?"

"Al inicio queríamos que todo fuera como al azar, la verdad no teníamos como un...¿Cómo se dice?"

"¿Podría ser como un rubro de orden?"

"Si, eso. No lo teníamos como tal y cuando teníamos ideas como que no podíamos terminarlas y siempre perdimos todo, luego llegó Richard el que es el baterista y comenzó a hacer eso del rubro, pues ya comenzamos y anotamos las ideas. Más bien es por qué tenemos la mente lenta y se nos olvidan las letras y los acordes"

"Me pasó también al inicio, tenía como que las ideas sin rumbo y de ahí viene la parte negativa dónde te da un bloqueo creativo. Me ocurrió varias veces, por ejemplo, yo en esto de la locución soy nuevo"

"¿O en serio?"

"Si, y pues como viste hace rato" —soltó una risa que me pareció simpática. — "el micrófono estaba fallando y no sabía cómo mutear esto, aparte estoy algo nervioso debo admitir".

"Si pasa al inicio, me ocurrió en conciertos en los que había bastante gente y yo solo...."

Apague la radio ya que había llegado al edificio donde grababa mis locuciones. Puse el freno y saque las llaves del auto, abrí la puerta y salí del carro.

Camine por la banqueta para ir pronto hacia las puertas de cristal. Salían algunas personas y otras, al igual que yo, entraban.

—John, que placer verte por aquí. Realmente creí que no vendrías.

—¿Que te digo? La bruja de mi suegra.

—¿Metiendo la presión?

—Me sorprende lo adivino que eres. Te juro que quise lanzarle el café en la cara. —Saque un cigarro.

—Hey, aquí no se puede fumar mientas ese cartel esté aquí.

Camine hasta el cartón y lo agarré.

—¡Hey tu!

Una chica que iba pasando volteó hacia a mi y se apuntó.

—Si tu.

—¿Que haces, Lennon?

No le respondí y le dí el cartón a la mujer.

—Llévatelo por mi, preciosura. —Le di un beso por la comisura de sus labios y ella me aventó el cartón a la cara.

El maldito de Brian soltó una carcajada y yo ví como la mujer se iba.

—Te salió mal la jugada.

Agarré el cartón y lo lancé al aire.

"¡Auch!

Voltee hacia donde lancé el cartón y ahí estaba la loca pelirroja.

—¡Ten cuidado idiota!

Me saco el dedo de enmedio y me lanzó el cartón, ella se fue hacía el elevador.

—¿Acaso las mujeres decidieron estar en mi contra o que? —Prendi el cigarro y comencé a fumar.

—Eres un imán de golpes de mujeres. —Brian agarró su botella de agua y bebió de ella. —Por cierto, ¿Ya conociste al chico nuevo?

—¿Un tal James McCartney? —Brian asintió y dejo su botella sobre el escritorio de recepción. —Si, de hecho lo tuve que protejer de esa loca de ahí.

—Ella estaba coqueteandome ayer.

—Milagro, lastima que seas un homosexual. —Brian golpeó mi hombro con su puño y solté una carcajada al ver su rostro molesto. —Es mentira, pero si, esa tipa también coqueteaba conmigo.

—Pobre chico, tan buena persona que se ve.

—Y lo es, es buena persona.

Pronto el elevador se abrió mostrando al rey de Roma y la pelos de zanahoria.

—Vaya..

—¡Te dije!, ¡Te lo dije y tú solo piensas en ti!

—Jane, por al amor de quién sea, ya...

Ambos caminaron hasta llegar a recepción.

—Buen día.

—Buen día. —Dijimos Brian y yo.

—¿Saben dónde está la recepcionista?

—¿Y por qué no un recepcionista hombre, eh?

—Jane, ningún hombre aquí es recepcionista. —Ella entro al escritorio y saco unas hojas.

—Anotate y nos vamos a casa.

—Jane...

—Nada. Anotate.

Brian y yo nos vimos con complicidad y yo por mi parte sentí algo de lastima por ese sujeto.