XXXIV

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Subí los escalones de aquel lugar, obscuro y reconfortante...Tenía un olor fuerte a incienso que me arritaba un poco la garganta, olor a menta, olor a humo de tabaco, olor a perfume de mujer y hombre, olor a alcohol, olor a sudor, todo el olor quedó tan impregnado en mi cuerpo.

La cortina roja que ocultaba a todos hombres estaba abriéndose ante mi, entonces, todos esos varones voltearon, sus miradas y sus sonrientes labios llenos de lacividad me hicieron sentir un deseo incontrolable...Parecía el mismísimo infierno, y creería que lo era, pero ahí en medio de ese extenso sofá lleno de hombres desnudos estaba, lo que yo llamaría, un mismísimo ángel.

Mis pies no caminaron, se elevaron como un imán siendo atraído por otro, entonces, estuve frente aquel sujeto de labios redondos, ojos caídos- pero bastante encantadores-, de su barbilla hasta su frente era la perfección. Quedé arrodillado frente a él.

-Llama por mi nombre.

Susurró en mi oído con un suspiro que me dejó frío, su lengua pasando por el lóbulo de mi oreja, sus manos masajeando mis hombros y luego sintiendo su vaho golpeando sobre la curvatura de mi cuello...

-John...-Temblé al escuchar su voz escabrosa. -Johnny love.

Mis ojos se encontraron con los de él, y sonreí como un idiota, como el estúpido hombre enamoradizo que era. Sus manos tomaron mis mejillas y su cara se acercó a la mía, sentí sus labios rozar por un momento los míos y luego mi nombre.

-John...

Y luego de otro beso corto, sentí un golpe en mi cara. Sus manos comenzaron a desaparecer y quise tomarlas, pero estás se desvanecían hasta que él desapareció.

-¡JOHN!

Luego de ese grito, todos esos hombres se abalanzaron en mi, haciéndome perder el aire...

Me levanté tosiendo y abriendo mis ojos de inmediato encontrándome con mi habitación, Cynthia estaba riéndose de mi, seguramente por la cara que estaba haciendo, y pronto comenzó a besar toda mi cara.

-Buenos días, dormilón. -Me dió dos besos en los labios y recostó su cabeza en mi regazo. -Estaba hablándote y hablándote, pero estabas bastante dormido. -Soltó un carcajada y agarró una de mis manos para ponerla por debajo de su pecho. -Estabas soltando besos al aire, espero que estuvieras soñando conmigo, eh.

-Ah, si. -Le ofrecí un risita pastosa y algo débil. -Claro. Eh, ¿Qué hora es?

-Las diez más o menos. -Pude sentir algo por mi mano, era mi hijo. -¿Por qué?

-Hum, quedé de verme con Paul, iremos a arreglar un papeleo. Va a venir Mick Jagger y nos asignaron darle una entrevista.

Cynthia se levantó de inmediato, con una cara de sorpresa tomando de mis hombros y los sacudió.

-¿Enserio?, ¿El de the Rolling Stones? -Asentí y ella soltó un grito de emoción. -Ay, ¿Cuando?

-Será el fin de semana. Creo que luego hará un concierto. -Ella se levantó de cama, no sabía cómo demonios no batallaba para cargar a mi hijo, pero lo hizo y caminó hasta su closet.

-Vamos a ver. -Abrió la puertita y comenzó a hurgar entre todo ese montón de ropa. -Nada, nada. - Comenzó a lanzar la ropa a la cama mientras sacaba otra y otra. -No tengo nada. -Volteo a mi con los brazos cruzados y un puchero. -Amor.

-Necesitas ropa nueva.

-Exacto. -Asintió y con una sonrisita llevó sus manos a su vientre. -El bebé y yo debemos vernos bien para conocer a Mick Jagger, si nos vas a llevar a conocerlo, ¿Verdad?

-Si, Cynthia.

-Bueno, le iré a decir a mi mamá...-Ella comenzó a salir de la habitación.

-Esta bi...¿Tu mamá?, No, no. -Me levanté de la cama de inmediato. Esa vieja podría hasta arruinar mi junta con el gran Mick Jagger.

•••

Paul volvió a lanzar el papel sobre el cesto de basura y festejó aplaudiendo una vez. Yo estaba escribiendo la última parte del guión, quería que esa entrevista no fuera una mierda.

Cuando terminé con ese asunto dejé todo a un lado y recargue mi brazo sobre el escritorio y mi mentón sobre mi mano sucesivamente.

¿Por qué era tan bonito?, Mierda, Paul era ese sujeto que muchos envidiaban y otras deseaban, luego estaba yo que lo admiraba y lo amaba. Era ese tipo de chico perfectos que solían aparecer en las novelas que mi madre, Cynthia y la arrugada vieja de mi suegra solían ver todas las tardes. Aquel príncipe encantador y todas mías.

Suspiré y él volteó hacia mi con esa bonita sonrisa tan característica de él.

-¿Tienes sueño? -Lanzó la última pelotita al cesto y puso total atención a mi.

-Solo estoy cansado.

-Es normal, hemos estado todo el maldito día con el trabajo y....

-No es el trabajo, bueno, un poco. El asunto que me tiene tan cansado es que te amo mucho.

Al decirle aquello él puso un semblante de completa confusión. Agarró una silla y la puso para estar frente a mi, para luego sentarse y dejar sus manos enlazadas unas a las otras.

-¿Que sucede con eso? -Preguntó con ese tonito tan sutil.

-Paul, si estoy enamorado de ti y si quiero estar a tu lado, quiero besarte y darte esos mimos que solía darte, pero hay algo que no me deja. -Agarré la pluma que estaba a mi lado y comencé a presionar su botón. -Tal vez es Cynthia, mi hijo, mi vida o no lo sé. A veces quiero tomarte y besarte y decirte todo lo que siento, ¿Sabes?, Es algo que me hace sentir muy distinto y...ahg, no lo sé, Paul. Te amo, son las palabras más cercanas con las que me puedo identificar.

-También te amo.

Estaba tan ansioso y concentrado en mis palabras que no me había dado cuenta que Paul estaba llorando.
Sus bonitos ojitos estaban soltando lágrimas grandes y dentro sus bonitos labios estaba soltando sollozos.

-¿Por qué lloras?

Me levanté de inmediato para abrazarlo, apegue mi cabeza a su pecho y lo sentí bajar y subir.

-Es que dijiste cosas muy lindas, relamente me siento igual que tú. -Me tomó de la barbilla para hacerme verlo, con la otra limpio sus lágrimas y sonrió. -John, por favor, quédate a mi lado y dí tus estupideces.

Solté una pequeña carcajada, él también lo hizo y lo volví a abrazar.

-Si estás para escucharlas entonces me quedo contigo.

-Siempre voy a estar para escucharlas. -Me tomó por las mejillas y besó mis labios brevemente, para luego mirarme y volver a besarme.

-Eres definitivamente más gay que yo.

-Idiota. -Golpeó sutilmente mi espalda y beso mis labios de nuevo.

"Dios, que se joda tu pecado y la moral de la gente con mierda en la cabeza. Amén"

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora