XXXIX

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El suave susurró de alguien muy cercano a mi oído me hizo sentir un escalofrío sobre los brazos, y me sacó una sonrisita.

—¿Quién eres? —Me giré para ver a la persona que susurraba cosas: ahí estaba, Cynthia.

—Amor. —Tenía en sus manos una, al parecer, revista de los mercados y la puso frente mi cara. —Mira.

Intenté enfocar aquel papel impreso, pero no pude. Cynthia al notar mi dificultad pasó mis lentes que estaban a un lado de un mueble de madera que estaba enseguida de la cama.

—Ten. —Los agarré y mientras tomaba la revista, ella decía:—Dios, no puedo creerlo.

"John Lennon y Paul McCartney, ¿La nueva sensación juvenil?" En la portada estábamos Paul y yo, por cierto, una foto muy mala.

—¿Esto?...—Bajé la revista y ví a Cynthia.

—Ya eres famoso. En la mañana escuché tu nombre en una estación de radio. —Volvió a tomar el periódico y lo observó. —John, imagina que te vuelvas mundialmente famoso....¡Imagina todo el dinero que tendrías!

—Creo que solo es por la broma que dije, nada más. —Me levanté de cama y estire mis brazos para poder crujir mis huesos mal acomodados. —Lo que puedo hacer es demandarlos por usar mi nombre sin permiso.

—Ay amor. —Sentí los brazos de Cynthia rodear mi cuerpo y sus labios tocar el borde de mi cuello. —No seas aburrido, aparte, eso le va dar más alcance a tu estación.

Giré, su barriga estaba contra la mía y podía sentir los movimientos de mi pequeño. La tomé de las mejillas y dí un beso en su frente.

—Lo que la reina diga, tu sabes de esas cosas de la fama. —La tomé de los hombros y la alejé lentamente.

Fui hasta el closet. Debía buscar ropa decente, tendría una cita con Paul en su casa y necesitaba verme bien. Así que mis ojos comenzaron a buscar entre esa ropa.

—John.

—Dime. —Dije sin voltear a verle. Estaba concentrado en buscar algo adecuado.

—Si nos vamos a casar, ¿Verdad?, Digo, quiero que nuestro bebé tenga una linda vida con sus papás unidos.

¡Casar!, ¡Casar!, Dios. Ese asunto de la boda me desesperaba bastante, ¿Por qué no solo una relación como la que teníamos ahora?, Así era más fácil. Mi repuesta aún no estaba formulada, relamente.

—¿John? —Escuché su voz temblorosa, por lo que me volteé y la ví con sus ojos vidriosos.

—¿Que te pasa?, ¿Por qué lloras? —Me acerqué para estar frente a ella, tomé sus muñecas y ella se soltó a llorar.

—¿Ya no me amas? —Murmuró con un hilo de voz. —¿Ya te cansaste de estar todos estás años conmigo?

La verdad era que si, porque ahora ni siquiera pasaba el rato con ella como lo hacía antes, aparte, las infidelidades anteriores había hecho un hueco en la relación. Si bien Cynthia me había perdonado y habíamos "pasado la página", la nueva infidelidad me hacía sentir algo mal. ¿Pero como dañar a esa mujer?, Ver sus ojos quebrándose en llanto, su semblante depresivo...aparte, si Cynthia se sentía mal probablemente eso afectaría al bebé que llevaba dentro.

—Yo te amo. —Le dije. La envolví entre mis brazos y besé su frente repetidas veces. —Te amo, te amo. —Pronto sentí las manos de mi chica en mi espalda, envolviendome y sollozando. —Eres la mujer más hermosa que he visto. No vuelvas a decir que me cansé de ti, ¿Oíste?

No, no quería escucharlo, por ambos, porque eso la lastimaba a ella, pero me recordaba a mi lo cruel que estaba siendo con ella...Era egoísta, estaba siendo un estúpido egoísta.

—Lo siento. Esto, esto del embarazo me tienen muy sentimental y a la defensiva. —Acaricié su espalda y dí un último beso para luego alejarme de ella. —¿Entonces si me amas?

—Que si, bonita. —Pensando en si debía o no invitarla a salir en lugar de ir a mi cita con Paul, quise callarme la boca, pero al ver su rostro me sentí mal. —Hey, ¿Porque no te pones guapa para mí y salimos a comer?

Los ojos de Cynthia se iluminaron y asintió varias veces.

—¡Si, si. Tomaré un baño, te amo!  —Me besó los labios brevemente y se marchó de la habitación.

Yo volví a la cama y me eché en ella.

"¿Cuánto más va a durar?"

•••

Entré junto a Cynthia a casa de Mimi. Luego de haber comido en un restaurante, y haber sido acosados por gente que nos veía mientras comíamos, y volver a casa, Mimi me había contactado y me pidió ir a su casa, decía que había olvidado darme ese obsequio.

Mi tía me recibió con una sonrisa y un abrazo muy fuerte, mientras que a Cynthia le daba un frívolo ademán.

—Ven hijo. —Ambos la seguimos hasta dar a su habitación. —Tengo dos obsequios, una para ti y otro para tu bebecito.

No hacía falta girarse, para ver la expresión de molestia de Cynthia, a ella le encantaban los regalos y el hecho de que Mimi no le obsequiará uno le molestaba, conocía bien a mi novia.

Sobre la cama habían dos cajas, una grande y otra pequeña.

—Espero que les gusten, tu tío y yo quisimos buscar algo lindo para ustedes cómo padre e hijo.

—Gracias Mimi. —Fui a ella y la abracé cálidamente.

Ví como Cynthia se cruzaba de brazos, ponía un semblante serio, mordisqueaba su mejilla en un gesto de molestia. Nuestras miradas se encontraron y no pude evadir el hecho de sentirme regañado.

•••

—No...no entiendo.

Aquellos hombres me tomaron con fuerza de la muñeca y con bastante prisa comenzamos a caminar a una casa de campaña.

Entre ellos comenzaron a hablar, y me hubiese sentido amenazado por no ser una acción que realizó uno de ellos.

—agua. —Dijo con un acento muy mal marcado. —Bebe, agua. —Hizo mimica con sus manos, fingiendo beber de aquel líquido que en ese instante para mí fue más valioso que el oro.

Yo agredecí asintiendo una ves y tomé de ese termo semi-lleno. Maldita sea, la había bebido tan rápido.
Me hicieron un ademán para comenzar a seguirlos, cuando estuve adentro de la casa de campaña ví a un hombre adulto.

Entre ellos comenzaron a hablar y yo me quedé callado, como un niño que perdió a su mamá en el centro comercial. Noté que ese hombre tenía algo en las manos.

Estiró aquel papel y me lo ofreció. Con algo de vergüenza lo tomé y lo analicé....Era yo, en una revista...

—¿Eres tu? —Me dijo con algo de dificultad.

Elevé mi mirada hacia ese anciano, asentí lentamente...¿Quien era ese sujeto a mi lado?

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora