LXI

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-Si, si. Es justo aquí.

-¿S-segura?

-Si, lo prometo, es más, observa el nombre.

Levante la cabeza y observé las letras que decían: "Liverpool locution"
Volteé a ella y lo único que hizo fue sonreír y dejar su dedo pulgar levantado.

-Juro que no soy mala, aparte, hay mucha gente aquí, no podría hacerte nada. -Comenzó a caminar y yo la seguí. -No sé si me dejen entrar a mi.

Giré mi cuerpo hacia atrás viendo como llegaban algunos carros de policía.

-¿Que sucede? -La chica se puso a mi lado.

-¿Que estará pasando?

-Seguro que están aquí para cuidar el lugar, Paul suele dar prensas o conferencia para tu búsqueda. Mi amigo Robert dice que los policías suelen estar aquí para cuidar la vuelta de la manzana. -Apretó mi hombro y comenzamos a caminar de vuelta a la entrada del edificio.

Para ser sincero, si tenía miedo y muchos nervios. No recordaba muchas cosas y un montón de preguntas volvían a mi cabeza, me estresaba y desesperaba, pero sabía que valía la pena, todo esto había valido la pena.

-¿Estás bien?

-Bastante nervioso.

La chica empujó la puerta con su mano y ambos entramos. Entonces, las miradas se cayeron sobre nosotros.

-¡Oigan!

Volteé a la muchachita.

-Es John, está vivo.

-Ja, otra loca.

-Juro que es él. Vamos, John, habla.

Parecía que todos esos me comerían en cualquier instante, sentía como mi frente sudaba, al igual que las palmas de mis manos.

-¿Cómo va ser él? Esta muchacha está loca, igual que ese Paul.

-¿Paul? -Dije al fin. Todos los rostros quedaron sorprendidos al escuchar mi voz. -¿Dónde está él?

-¡Dios, si eres tú! ¡Está vivo!

-¿Dónde está Paul?

-Esta haciendo su trasmisión, vamos, mierda, la reunión que todos deseábamos.

El tipo que estaba hablando me tomó por la muñeca y comenzó a caminar a paso apresurado, detrás de mi venían más personas y la chica que me había ayudado.

-Paul relamente va enloquecer, bueno, de por sí.

Mis pies tropezaban, pero no caían. Intenté mantener mi equilibrio con esa carrera entre las escaleras y una vez que estuve arriba pude ver a un tumulto, murmuraban entre ellos como buitres.

Una mujer pelirroja era escoltada junto a un hombre anciano, igualmente pelirrojo, por los policías.  Cuando me vieron quedaron con un semblante bastante asustado. Entonces, me gane la mirada de todas las personas en ese pasillo.

-¿Estás bien?

Escuché decir, era una voz femenina, podía jurar que la había escuchado antes, es más, podía decir que era bastante cercana.

-Si, si. Lo juro.

La gente abrió espacio, entonces pude ver a una mujer rubia...Su cara, su cara. La gente suspiro llena de impresión al reconocerme, y era la hora, esas dos personas voltearon hacia mi.

"Paul"

Él cayó de rodillas y noté como sus ojos se volvían acuosos, llenos de melancolía, al igual que los míos.

"Voces Nocturnas". •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora