Adele;
Carlos me había llamado porque quería anular el divorcio, y si me lo preguntabas, intuía y osaba de asumir el saber que esto pasaría. Podía ver de reojo a la niña en brazos de Colomba que nos miraba con una zanahoria en su boca, la mordía con cara espanto frente a las demostraciones de afecto que estaban teniendo repentinamente su hermana y el hombre, después de haber dado por terminado todo frente a la familia. Y la comprendía, yo hubiese reaccionado igual, pero estaba acostumbrada a este tipo de cosas, a este tipo de demostraciones tan íntimas y cercanas también, no por gusto, era mi trabajo. Se abrazaron, él la tomó por la cara, Pía lloraba y me giré cuando supuse que se besarían, no era fanática, ni disfrutaba de estos gestos públicos, era un mal tercio. Sentimentalismo romántico, no, en definitiva no.— ¿Qué es eso que hacen mami y papi? — miré a Azul cuando hizo la pregunta y luego a Colomba, pretendía poner a prueba su capacidad para responder frente a ese tipo de situaciones, pero tal parecía que no tenía el instinto de dar una respuesta concreta que le quitara la duda la niña sin darle mucha información.
— Algo que tiene que ver con saliva.
— ¿Qué es eso?
— Una especie de... — la miró y le metió la zanahoria en la boca sin preguntarle —. Toma, de seguro tienes hambre, no te distraigas.
Cruzó sus manos poniéndose de pie y le indicó a la niña que la siguiera.
— Y yo que creía que me faltaban cosas por ver.
Cuando se alejó con la menor saqué de mi carpeta los papeles correspondientes, Pía fue en busca de la suya, Carlos entregó la que tenía y me acerqué a la mesa sacando mi pluma agradecida de por fin avanzar a lo que involucraba, me aseguré de que la punta estuviera limpia sin acumulación de tinta y firmé como abogada anulando el divorcio, hice lo mismo con las dos hojas restantes y ellos repitieron la acción, guardé todo, sonreí y me despedí saliendo de ahí.
— Toma, toma — me giré para verla y dejó a Azul en los brazos de la mamá, no respondió frente a la pregunta que le hicieron para saber su paradero y pasó corriendo por mi lado empujándome con su velocidad hacia atrás, y la sangre me hirvió, un "por favor", quizá.
Salí después de ella y me subí a mi auto así como Colomba salía de ahí, resultamos tomar la misma carretera pero llevaba la ventaja, iba a gran velocidad dejándome atrás, de un momento a otro varios kilómetros alejadas de la ciudad, dobló a mano izquierda y yo aliviané la presión de mi pie en el acelerador, sin saber por qué. O lo sabía, pero prefería hacerme la desentendida antes de autodenominarme una porfiada de primera. Pude notar como llevaba sus manos a su boca y sopló, vi un caballo café que cojeaba, ella se acercó al corral y después de acariciarlo con sus dedos, retrocedió subiéndose a su moto. Como a mi el tiempo no sobraba, aunque quería y también podía, decidí acelerar y pasé por su lado soltando al aire para manejar en silencio perdiendo su silueta, mi celular sonó y atendí poniéndolo en alta voz.
— Sabes que no me gusta manejar con el celular abierto, dime rápido qué quieres.
— Me ofendería si no te conociera tanto y supiera que no es mal trato, solo tu habla rutinaria. Pero yo también te quiero, que no te quepa duda. ¿Quieres que nos juntemos en algún café? En casa está mi suegra y sabes que no congeniamos, mi ropa la descoloca, y a mí su existencia.
— A cualquiera, Laura.
Sonreí y quedamos en una cafetería, una de las varias que solemos recurrir con frecuencia. A los minutos de haber entrado en Tottenham me vi con Laura sentada frente a mi con cara de burla aún sabiendo que me molestaba, pero como con todo lo que de ella me genera conflicto, lo ignoré para escucharla formular cada oración con sarcasmo, hasta que tomó su celular y arrugué mi nariz mirando hacia algún costado.
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I found A girl
FanfictionEn un mundo a veces demasiado caótico y triste, existen personas que hacen la diferencia. Personas que hablan con su actuar y no solo con las palabras, que no te dan una mano, te dan las dos. Personas que se conmueven frente al dolor ajeno, que abr...