Capítulo veinte.

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Adele;
¡Mierdaaaa! Era literal así, un mierda efusivo. Un mierda de que, en qué mierda de momento se me ocurrió meterlo en mi cama, en qué mierda de día le abrí las piernas. Todos, todos los "mierda" que estaba soltando, estaban mal usados, pero...

MIERDA.

Soy Adele, tengo 39 años, madre de un niño de 8 y excelente abogada. Hace años que no convivía con alguien y de caliente, aunque no sentía nada, metí a un hombre a mi casa, a mi vida y a mi cama.

Soy Adele y me encuentro de piernas separas esperando a que mi ginecólogo me entregue un diagnóstico. El diagnóstico de una enfermedad de transmisión sexual. Adele, abogada y estúpida.

— Muy bien, Adele. Tus exámenes están listos, tenía razón y tus muestras dieron positiva, tienes una ETS  — mierda, más mierda  —. Clamidia, y está en el cuello de tu útero. No te habías dado cuenta porque normalmente no presenta síntomas alarmantes, hasta ahora, que tu flujo vaginal es anormal, presentas ardor al orinar y dolor a la hora de tener relaciones sexuales. Lleva aproximadamente 7 semanas, podemos tratarla sin dejar secuela y logramos detectarla a tiempo, esta tiene daños irreparables.

Antibióticos por 7 días, abstinencia hasta que la infección haya terminado. Cada tres meses la misma prueba ya que las posibilidades de un nuevo contagio son altas.

— Tarda siete días en curar. Si tienes relaciones sexuales sin condón, o con un condón que se rompe, durante esos primeros siete días, todavía puedes contagiar esta infección a tus parejas sexuales. También puedes volver a infectarte. La única forma segura de prevenir la clamidia es no tener sexo vaginal, anal u oral. Es decir, Adele, la abstinencia, pero esta es decisión del paciente. El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina el riesgo de contraer y contagiar. Si su pareja es alérgica al látex, puede ayudar usar condones de poliuretano. Si hay más personas de intermedio dentro de esas 7 semanas, hazles saber. Una ETS no trataba es peligrosa.

Salí de ahí blanca como el papel. Era vergüenza más que nada, y mi celular sonaba, era Agusthin, el de la Clamidia porque gracias a él la había contraído. Lo bueno era que había aprovechado de descartar automáticamente un posible embarazo, él consultaba con su doctor de igual manera y entrábamos en tratamiento. Gus no estaba viviendo en casa conmigo, pero se la pasaba la mayor parte del tiempo y cada vez se me hacia más imposible sostener la mentira del periodismo y mi mamá lo adoraba. Adoraba su dinero y la clase que tenía, sin saber que el mierdero tenía una ETS.

Angelo estaba con Simon en un parque y ahora iba hacia ellos para recogerlo, los divisé en un juego y Pía estaba sentada al lado de la masa con barba, conversaban contentos mientras Azul jugaba más allá con mi niño, me bajé del auto dispuesta a ocultar de dónde venía y me apuntaron al verme acercar.

— Hola, Adele. Que bueno que llegaste, Pía me comentaba que Colomba llega hoy por la noche a Londres, así que Angelo volverá a sus clases. La noticia lo ha puesto muy contento.

Me quedé quieta mirándolo. ¿Colomba volvía?

— ¿Colomba vuelve?

La duda era mental, Adele.

— Sí, llega pasada la media noche calculando correctamente sus horas. Pero no prometo lo de las clases.

— ¿Por qué no? ¿Volverá a irse?

— No — respondí por inercia. Era lo que me gustaría, pero no sabía de ella hace 114 días. No la veía hace 114 días y lo sentía como algo nuevo. Pía elevó la mirada y sin quitarme los ojos de encima, le respondió a Simon.

— No, no volverá a irse. Pero las cosas vienen diferentes esta vez, no niego que en estos momentos lo que más me gustaría es que volviera con la misma vitalidad para hacer clases, pero eso sería engañarlos y burlarme de mí misma.

I found A girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora