La tristeza, es azul.
Siempre está echando de menos algo.
Es suave como el mar,
dulce como los días de lluvia.Adele;
Llevaba noches infernales donde mi mayor desahogo era dormirme con las pestañas empapadas en lágrimas. Llevaba días con un intento infinito para ponerme de pie y salir de casa sonriendo, pero lo único que me acompaña, era mi rostro pálido, mis gafas grandes, mi piel al natural sin una gota de maquillaje y mi cabello atado. Había vuelto de mi rutina, una rutina devastadora y de mi llegada a casa, un momento de soledad que me calaba los huesos.Angelo llevaba tres días con Simon, no fui capaz de negarme cuando lo vi tan frustrado con la llegada a casa esa noche. No lo he visto y tampoco sé de él, aunque soy consciente de que está mejor que acá conmigo. Abby, la mujer de la que él habla, pareja de su papá, lo vino a buscar aquel día y el ánimo de mi pequeño cambió increíblemente. Antes de que se lo pidiera, ya estaba listo para irse de casa dispuesto a pasarla bien.
Sabía que mi aspecto no era el mejor, pero la mirada de la mujer, que reflejaba una lástima clara, me hizo sentir peor.
Eran las 06:40am, me vestía frente al espejo y cerré mis ojos por un instante recordando las palabras de Colomba ese día: Está dolido porque su mamá no tiene tiempo para él y Simon sí. Está molesto porque no le gusta lo que ve y ya tiene una puerta de escape, su papá. Las lágrimas me cayeron por las mejillas y me susurré internamente, con cuidado: Utilízate, que lo vales.
Me limpié el rostro, me terminé de vestir y me senté frente al tocador para maquillarme, arreglé mi cabello y una vez lista, tomé mi celular buscando el contacto de Simon, esperé a que contestara y a lo que su voz se hizo oír, rogué mantenerme firme.
— Angelo tiene clases a las 08:00am, mantenlo listo, paso por él.
— No, Adele. No quiere ir.
— No le estoy preguntando, y mis indicaciones fueron claras.
— Angelo está...
— Dormido, sí. Despiértalo — acomodé mi reloj y alcé una de mis cejas —. Sigo siendo la mamá de Angelo, Simon. No le guste a él o no te guste a ti.
Hubo silencio y cuestioné esta parte, después me enteraría de que mi valor estaba apresurando cosas.
— Cuando tengas una base legal sólida, me llamas. Sacar juicio no es la gran cosa.
Le corté y solté el celular con las manos frías. Con el tiempo exacto salí dispuesta a manejar hasta la casa de Simon. Me puse de igual manera mis anteojos porque por muy maquillada, mis ojos eran evidente.
Así como fui entrando al barrio comencé a cuestionarme la comodidad que tenían en esa casa con Angelo, eran medianamente pequeñas. Simon tenía dinero, pero las deudas eran mayores que los ceros y eso, le disminuía el presupuesto mensualmente. Me estacioné afuera de una casa verde musgo con el techo color ladrillo, cero criterio comenzando por la tonalidad. No pensaba tocar la bocina, por lo que con burla me bajé y quedé con mi mano alzada buscando el timbre, acomodé la llave del auto entre mis dedos y con eso, golpeé dos veces. Abrió Abby, mucho más joven que yo, alta, delgada, cabello castaño y una sonrisa en el rostro que me enervaba; me hizo pasar diciendo que Angelo bajaba enseguida y pasos adelante de la puerta, me puse a observar la casa por primera vez.
Tenía el olor característico de Simon, olor a lo que el hombre cree que debería de oler el hombre. Había un pasillo que conectaba hacia la cocina, una escalera pequeña y cuadros insignificantes que decoraban el lugar. Una monotonía que aburría. Dejé de mirar porque de lo contrario me deprimiría y puse mis gafas nuevamente.
ESTÁS LEYENDO
I found A girl
FanfictionEn un mundo a veces demasiado caótico y triste, existen personas que hacen la diferencia. Personas que hablan con su actuar y no solo con las palabras, que no te dan una mano, te dan las dos. Personas que se conmueven frente al dolor ajeno, que abr...