Décimo séptimo capítulo.
Lina dejó al joven omega con otro que lo recibió en sus brazos. Los vio entrar antes de alejarse para volver a la casa de Ae. Al llegar lo encontró sentado en el cordón de la vereda, no había rastros de Mirko. El rostro de su amigo estaba desfigurado, los ojos hinchados y enrojecidos. Al estacionar el saltó y le abrió la puerta.
-¿Estaba bien cuando lo dejaste? ¿Siguió vomitando? ¿Le pasó algo más en el auto?- se lo notaba desesperado.
-Otro omega lo recibió, no volvió a vomitar.
-¿Te dijo algo, te preguntó sobre mi?
-No Ae...-se sentó en el suelo y él la siguió.- ¿me puedes decir que pasó?
-Lo hice todo mal...
-¿Porqué Ae? Yo nunca me hubiera prestado a un engaño, no soy así. Lo que teníamos nosotros era libre, no sabía que había alguien en tu vida - lo miró a los ojos.- yo tenía una pareja ¿sabes?, lo amaba y pensé que él también, todo era una mentira...bueno te puedes imaginar, el caso es que me costó demasiado reponerme, nunca me metería con alguien comprometido.
-Soy una basura, lo sé - ahora se sentía peor si eso era posible- pero lo amo, necesito ir con él.
-Tal vez es mejor dejar que se calme.
-No Lina, tu lo viste...-agarró su cabeza con las dos manos- tengo que explicarle...
-Lo engañaste Ae, por más que le expliques eso no lo cambia.
-Lo sé, lo sé, pero él tiene que entender, no puedo dejarlo así - llevó los brazos a sus piernas y las abrazó - está embarazado...
-Dioses Ae...- suspiró - parece apenas un niño.
-Lo sé, en su estado es demasiado riesgoso - comenzó a llorar- no creo que...
No pudo seguir, no podía pronunciar las palabras pero sabía que la posibilidad de que su bebé sobreviviera eran casi nulas.
-Necesito estar con él.
-Cálmate, espera que se tranquilice un poco.
-¿Y si le pasa algo?- sorbió el agua que escurría por su nariz- ¿Y si su cuerpo no aguanta más?
-No puedes pensar así...
-Lo amo Lina, fui un hijo de puta y lo lastimé de todas las formas posibles, no merezco nada. Pero lo amo y quiero la posibilidad de demostrárselo.
-Y si no lo mereces, ¿No crees que él estaria mejor sin tí ?
-No, no puede ser así -fue tajante en su respuesta- nos amamos y podemos estar juntos.
-¿Y si el bebé no sobrevive?
-Voy a estar a su lado pase lo que pase...-su rostro angustiado se centró en ella - pero tengo terror de que sea él quien no sobreviva.
-Ae...
Puso la cabeza entre las piernas y volvió a llorar, el miedo de perder a su omega consumía su alma. Sabía que todo era su culpa, pero Pete era quien pagaba las consecuencias de su egoísmo y crueldad. Se paró de repente.
-Necesito ir con él, necesito llevarlo al hospital, que lo vea un especialista - comenzó a caminar el garage para buscar su moto -hay que internarlo, puede estar deshidratado por el vómito.
-Para Ae! - debía hacerlo entrar en razón, le tironeó la ropa- ¿piensas que va recibirte?
-No me importa.
-Escucha, no es momento que lo enfrentes así- luego lo recordó- ¿No tienes que ir a tu práctica?
-Si...
-Entonces ve, cuando sales vas a buscarlo, tal vez así te escuche.
Lo que decía Lina tenía toda lógica, corrió a bañarse y se colocó su uniforme. Tontamente revisó el celular esperando algún mensaje.
Se odiaba tanto en este momento, su crueldad fue pagada por el ser más inocente y ahora también había otra vida involucrada.
Su cabeza estaba en otro lado, en este momento necesitaba a su padre pero estaba en uno de sus viajes. Quería estar con él, que lo abrazara y dijera que todo iría bien.
Pero más que nada necesitaba a su Pete, se arrastraría para implorar su perdón, soportaría que Plan lo destruyera con sus palabras, que Mean lo golpeara hasta sangrar, no importaba nada con tal de verlo y estar a su lado.
Sus rondas entre consultorios se fueron sucediendo, vio varios pacientes y realizó diagnósticos bajo la mirada atenta de su jefe de práctica. Anduvo los pasillos de las distintas especialidades para interiorizarse del trabajo de cada uno y como final terminaría su turno en la guardia de emergencias.
Caminó por los interiores del hospital, y por cada una de las habitaciones.
Nunca sabría como fue, en un momento estaba junto a otros pasantes, y al segundo se encontraba dentro del infierno. Porque no existía otra explicación de lo que estaba viendo, su pequeño, su omega estaba allí, tendido en una cama boca abajo, las sábanas no cubrían la espalda llena de moretones y marcas inflamadas que lo atravesaban de lado a lado. Tenía los ojos cerrados, las cánulas que llevaban oxígeno conectadas a su nariz, una vía unida a su brazo por donde se le suministraba medicación. No existía nada más a su alrededor, sólo ese cuerpo diminuto perdido en una cama, no escuchaba las voces que lo llamaban ni sintió los brazos que lo sujetaron cuando cayó de rodillas al lado de la cama.
-Pete? -llevó la mano a una de sus mejillas y con miedo la posó allí-¿Pete? Por favor... vamos...dime algo.
Una mano en su hombro lo movió, sus compañeros ya no estaban en el cuarto, sólo su mentor.
-¿Lo conoces?- Ae limpió las lágrimas que caían sin control y asintió.- Entonces no puedes estar aquí como médico.
-No no no, por favor...- se aferró a una mano que caí laxa sobre el borde de la cama- no puedo irme, no puedo dejarlo...
-Sabes muy bien que no puedes...
-Es mi novio - besó su mano, y apoyó la frente en ella - estamos esperando un bebé.
El mayor se acercó al pie de la cama y leyó el parte médico. Sus ojos reflejaron todo, Ae no tuvo necesidad de preguntar ni el otro de decir las palabras.
Comenzó a llorar como un niño, se aferró a los dedos del omega porque era la única parte que visiblemente no estaba lastimada. Cada vez lloró más fuerte, desde el centro de su ser sentía que estaba desgarrandosé y cuando terminara ya no quedaría más que pedazos de él.
Dioses... ¿Que haría? ¿Cómo se lo diría a Pete?
Lloró por lo que habían perdido y por lo que pudo ser. Por ese ser que apenas medía lo mismo que una cabeza de alfiler pero había significado una esperanza para los dos.
Y ver a su pequeño así... No tenía dudas de la identidad de quien lo colocó en esa cama de hospital. Lo mataría, destrozaría a ese hijo de puta...
Levantó la vista cuando escuchó la puerta abrirse, segundo después una fuerza lo estaba jalando del uniforme, las palmas de Plan chocaron contra su pecho y lo hicieron trastabillar, golpe tras golpe con una furia que se merecía fue empujado. El rostro del omega estaba enrojecido con evidentes signos de haber llorado.
-¿Ya estás feliz? - volvió a empujar - ¿Estas conforme o te falta lastimarlo aún más?
-Por favor Plan, yo no quería esto.
El omega se paró frente a él con el ánimo de pelea en su cuerpo tenso.
-Tú lo hiciste, esto es tu culpa.
-No...
-Vete Ae, si sientes un poco de lástima por él, vete.
-Yo lo amo.
-No Ae, sólo querías tenerlo- el veneno goteaba en sus palabras- y ahora le quitaste todo.
Cerró los ojos ante la evidencia. No quería dejarlo, pero no tenía derecho a estar aquí, aún así quería volver a insistir.
-Déjame, aunque sea unos minutos.
-No tienes ningún derecho.
-Lo sé...pero no puedo dejarlo.
No esperaba que Plan tuviera misericordia de él pero hizo silencio mientras se sentaba en una silla junto a su hermano, él se quedó del otro lado y se volvió a arrodillar tomándole la mano. El otro medico ya no estaba en la habitación. Cerró los ojos y escuchó la trabajosa respiración procedente del cuerpo inconsciente y el llanto que venía del otro omega.
-¿Fue tu padre? - se atrevió a preguntar.
-Si...- apenas podía contestar- ¿Porqué le hiciste esto Ae? Él, entre todas las personas, no se merecía sufrir así.
-Lo amo Plan.-acarició el pelo castaño- yo no quería esto.
-Demasiado tarde Ae...
El movimiento de la mano alertó que ya estaba despierto.
-Shhh, tranquilo amor- los ojos revolotearon por la habitación.- voy a llamar al médico.
-Ae...- la voz salió rasposa y débil.- ¿Mi bebé?
-Deja que llame al médico - como un gran cobarde no podía ser él quien le diera la noticia. La mano lo detuvo antes de intentar incorporarse.
-¿Mi bebé?
El llanto de Plan cortó el silencio, sus brazos alcanzaron a su hermano y con cuidado lo acunó contra su pecho.
-Ae...¿mi bebé? -sus ojos comenzaron a aguarse.
-Lo siento Pete- las lágrimas se deslizaron sin poder evitarlo- lo siento amor.
El omega miró a su hermano para una confirmación, se colocó casi sentado en la cama y permitió que el otro lo cobijara con mayor fuerza. La respiración de Pete era forzada y ruidosa.
-Vete Ae - esas palabras pronunciadas por su omega cortaron en su pecho - vete y nunca mas vuelvas.
La determinación se reflejó en la mirada cargada de dolor y rencor de Pete. No había dudas en él.
-Pete...-un último intento aunque fuera inútil.- también me duele...
-Nunca llegó a ser tuyo Ae, no digas nada más y vete.-lo vio cerrar los ojos que ahora parecían dos posos oscuros y sin vida. Se aferraba a su hermano quien lo encerró como en un capullo.
Salió de la habitación arrastrando su alma, escuchó como su pequeño iniciaba un llanto desgarrador y las palabras que hace minutos pronunció lo perseguirían por años. "-Ae...¿Mi bebé? "〰♥〰
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Una vez en la vida.
FanfictionUna vez, la ingenuidad de Pete lo llevó a creer cada palabra que salieron de la boca del alfa que no hizo más que destrozar sus esperanzas. Con el mundo sobre sus espaldas, dos hermanos luchan por sobrevivir y dejar atrás el infierno al que fueron...