Trigésimo primer capítulo.

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Trigésimo primer capítulo.

Krist era una tumba, su tío no dijo ni una palabra de quien le entregaba las flores, así que no quedó otra que recurrir al omega menor de Petit, que tampoco tenía demasiada información.
-Son entregadas por lo menos dos veces por semana, y no creo que sean regalo de su editor- comentó- hasta yo se que no es su persona favorita.
-Y entonces...- inquirió Plan mirándolo a los ojos- no puede ser que vengas con tu blablabla sobre la vida y el amor y nos oculten esto...
-Ya eres grande para hacer pucheros Plan...
-No me importa, además pienso que me veo adorable,  ¿No es así? - Pete y Earth asintieron con toda seriedad.
-Son tan tontos...- se levantó de la mesa - vamos, se nos va a hacer tarde y no vamos a llegar con todo. 
Todos sabían que tenía razón, en este momento reponían mercadería y horneaban los faltantes para el turno de la tarde.
-Tarde o temprano lo descubriremos- masculló el hermano mayor - estaremos pendiente de tí.
-Buena suerte...
La tarde se pasó a las corridas como casi todos los días en el pequeño café, apenas tiempo para tomar una bocanada de aire y seguir.
Plan se debatía entre llamar o no a Mean, quería retroceder en sus conversaciones y no ser tan rudo en sus formas, porque si lo pensaba bien, siempre era él el que terminaba amenazando con cortar la relación entre ellos.
Se decidió por un rápido mensaje y esperó que como siempre fuera respondido a los minutos. Unas horas después, ya en su casa, no había ninguna respuesta. Se dijo que no estaba nervioso, no pasaba nada, posiblemente estaba ocupado y más tarde recibiría la tan ansiada comunicación.
Observó a su hermano que daba vueltas en el living de su hogar, moviendo todo, reorganizándolo a su antojo.
-Vamos Plan!!! Mueve mueve mueve!- le dijo mientras intentaba mover el sofá.
-Peeeeete -contestó- ¿Es necesario ahora?
-Por favor, solo esto último y dejo de molestar- le indicó así que terminó por ayudarlo a mover el sofá, una pequeña mesa central y algunos cestos que decoraban el lugar.
-¿Te das cuenta que tienes exceso de energía? -limpió la transpiración de su frente.
-Y tu estas muy vago...
Subieron la escalera, su tío hace rato se había retirado para concentrarse con sus bocetos y Pete pensó que debería hacer lo mismo.

Al siguiente medio día se repitió la escena de Cami, Ae y Pete, solo que esta vez se decidieron por un almuerzo en vez del batido y las galletas.
Esta vez la charla fue por lugares más seguros y menos dolorosos, Pete contó sobre su pasión por los cuentos infantiles, la cual empezó como una forma de terapia y terminó convirtiéndose en uno de sus medios de vida.
-En serio tú los dibujaste??- el alfa no salía de su asombro- por supuesto que los conozco! Cami tiene la colección...
-El último está dándome dolores de cabeza...- se sonrojó- mi editor posiblemente quiera matarme.
-Pero eres muy bueno en lo que haces...
Los dos enmudecieron, había algo invisible que se arrastraba con lentitud sobre la piel de ambos, tan sutil como el aroma que llegaba del mar pero espeso como para sentirlo hasta dentro de sus pulmones.
-¿Puedo tomer totolate?- la voz tierna de la niña los sacó del momento de ensoñación compartida...
-Cami, ahora Pete está con nosotros, no puede hacer las galletas...- las pestañas cayeron sobre las mejillas redondeadas de la pequeña.
-Perdón...- susurró dirigiéndose al omega.
-Esta bien Cami - la tomó de la mano- ¿Sabes lo que podemos hacer? Vamos a pedirle a Earth que te haga una, ¿te parece?
Caminaron de la mano y entraron por la puerta vidriada mientras los dos omegas presentes fingian no estar siguiendo todos sus movimientos.
-Tu si que sabes coquetear...-soltó el mas joven.
-Earth!- exclamó Pete con las mejillas rojas- no se de donde sacas eso...
-Claro claro- agitó una mano hacia él y se dirigió a la menor - ¡Hola preciosa! ¿Vienes a buscar algo?
-Siiii -exclamó, hoy las palabras le salían con mayor claridad.- galleta con Otitos de Pete.
-Eres una fanática!
-Si...
-Ya lo preparo.- ella siguió los movimientos que se sucedieron en la creación de su galleta favorita.
Pete miró a su hermano que seguía el intercambio con atención pero sin acercarse. Se dirigió a él mientras los otros dos continuaban en el mostrador y le dio un apretón en la mano.
-Ya se ya se...- advirtió Plan a media voz- un paso a la vez ¿Si?
-Esta bien...- respondió- ellos volverán a su vida, y yo seguiré aquí, a tu lado.
La presencia de Cami fue perceptible a su costado y lo miró de cerca con gran interés mientras metía parte de la galleta en su boca.
-Hola!- lo saludó una vez que logró tragar.
-Hola de nuevo niña.
-Soy Cami- sonó orgullosa.
-Soy Plan, hermano de Pete.
-Pete es mi amigo- indicó ella- ¿Tu también?
-Ehhhh, supongo que si -¿Qué otra cosa podía responder a alguien que ofrecía su amistad con total inocencia?
Unos minutos y unas palabras después volvieron a salir a la arbolada.
Conversaron un poco más, Ae contó algo sobre la investigación que llevaban a cabo sobre la enfermedad degenerativa de la que tanto Beth como Mica habían padecido.
-En un tiempo más haremos una presentación y se hará un reconocimiento sobre los avances -su rostro se tornó tono al comentarlo- y todo esto fue por ti ¿sabes?
-Ae...
-No voy a mentir ni fingir que no fue así- repuso con seriedad- lo que me contaste en ese tiempo me llevó a pensar que nadie debería sufrir de la manera que tu madre o ustedes dos sufrían. Necesitaba hacer algo bien después de todo el daño que te hice.  Lamentablemente también fue tarde para Mica , pero creo que esta investigación cambiará la vida de muchos omegas.
Pete sonrió al imaginar que unas palabras tenían el poder de tanto, por lo menos algo bueno surgió posterior a  tanta desgracia.
Tiempo después, luego de insistir y pagar el almuerzo, Ae y su hija se retiraron para no seguir ocupando el tiempo del omega.
La tarde fue igual al resto, el día de hoy Earth tenía clases así que se retiró y los hermanos fueron encargados de cerrar.
-¿Tienes alguna idea de quien puede estar con el tío?- la curiosidad estaba matándolo- nunca lo vi con nadie...
-Siempre fue muy discreto Pete -siguió limpiando las mesas- y tampoco me imagino que tipo de alfa puede gustarle...
-¿Crees que se enoje por ser metiches?
-Lo dudo... además a él le gusta impartir consejos amorosos, así que tendrá que aguantarse.
Al llegar a casa encontraron las luces apagadas, Krist había anunciando que debía pasar a ver a su editor, y eso, como bien sabían, podía llevar horas.
Plan había perdido la cuenta del tiempo que había pasado desde que envió el mensaje a Mean y ni siquiera figuraba como leído. Le parecía algo inconcebible, era la primera vez pero fingió creer que el alfa estaba demasiado ocupado y no ignorándolo a propósito. 
-¿Puedo pasar?- lo llamó el menor desde la puerta una vez que terminó de bañarse.
-Claro, pasa.- los dos estaban en pijamas, Pete llevaba una bandeja con dos tazas de te.
-Traje por si querías...- señaló con la cabeza la bandeja.
-Siempre- un silencio tranquilo reinaba entre los dos hasta que Plan encontró las palabras que quería decir- ¿Pete, crees que se puede esperar a una persona aunque la otra no haga más que rechazarlo?
-¿Lo dices por Mean?- inquirió antes de llevar la taza a la boca. Plan reflexionó que no había sido nada discreto si su tío y hermano se habían dado cuenta.
-Si...es por él -no tenía sentido seguir negando la realidad- Mean quería más de lo que yo estaba dispuesto a darle, y ahora...No sé, estoy confundido.
-Plan, ¿quieres estar con él?
-Vive demasiado lejos -trató de argumentar.
-No es lo que pregunté...- dejó la taza a un lado y sentado en la cama de su hermano se ubicó para enfrentarlo- escuchame ¿si? Te amo Plan, lo sabes, no sólo porque me salvaste, no sólo porque eres mi hermano, sino porque eres una persona maravillosa y quiero que  metas esto en esa cabeza dura tuya, las decisiones que tomé en ese momento y las que estoy tomando ahora no tienen nada que ver contigo, no fueron tu culpa. No es tu deber cuidarme por siempre y se que eso es lo que quieres hacer. ¿Tu quieres que yo sea felíz? Yo nunca voy a serlo si veo que sigues sacrificando todo por mi. Recuerdo a Mean de ese entonces, y se cuanto te quería. Así que supongo que si todo este tiempo te estuvo esperando es porque lo que siente por ti es real. Ahora el caso es ¿lo quieres tu también?
-No hago más que lastimarlo...
-Otra vez estas evadiendo lo que yo estoy preguntado...
-Si, los quiero -admitió al final- pero tengo terror.
-Lo sé, pero ya no podemos vivir de esa forma -rodeó los hombros de su hermano y se quedó en esa posición para poder reconfortarlo, sabía lo difícil que era para Plan confiar en alguien ajeno a su pequeña familia- voy a decir esto...Mean es uno de los mejores alfas que he conocido, estaría feliz de que lo eligieras.
-Pero ahora no me responde los mensajes...- su tono demostraba lo frustrante que era esa situación.
-Sigue intentando, si ya estás decidido no te des por vencido.
Siguieron hablando un tiempo más, las horas se fueron sucediendo y terminaron durmiendo en la misma habitación, hasta que el sonido de los pasos en la escalera lo despertó. Plan miró la hora en su celular, el reloj le devolvió los números que anunciaban las tres de la madrugada. Nunca, ninguno de los omegas volvía a una hora tan tarde, teniendo en cuenta que en poco más de dos horas debían levantarse. Salió de manera sigilosa para no despertar a su hermano y se encontró con la visión desconcertante de su tío, los zapatos sostenidos en la mano, el rostro enrojecido y de aspecto desaliñado. En conjunto daban un aspecto decadente que no se ajustaba con el brillo desconocido en sus ojos y el aire de satisfacción que completaba el cuadro.
-Ohhh tu, niño desvergonzado! - intentó no gritar ante la evidencia.
-Shhhhh
-Nada de shhhh- lo señaló con un dedo- ¡estás castigado hasta nuevo aviso!
-Eres un tonto -intentó ocultar la sonrisa- vete a dormir.
-Pero a la mañana hablamos -entrecerró los ojos para poner énfasis en sus palabras- quiero saber todo.
Krist suspiró. Había sido una pésima idea seguirle la corriente. Pero después de esta noche, estaba dispuesto a cometer el mismo error todas las veces que el alfa quisiera.

〰♥〰

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