Ondina intenta pasar desapercibida pero al ser la linda hermanita de Cedric Diggory, no lo logra. Todos la siguen con la mirada a donde sea que ella vaya.
Lo que nadie sabe es que ella guarda a fondo un secreto muy grande, tiene que ocultar a su ver...
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Un dolor de cabeza hizo que me despertara, estaba en un salón abandonado lleno de pergaminos viejos, no recuerdo nada excepto cuando Cedric vino en la noche a la habitación a decirme algo, luego todo es confuso.
— Veo que tu aleta ya desapareció. —Dijo Bella apareciendo por atrás—
— ¿Que... qué pasó? Donde estamos?
— Estamos en un salón que nadie usa y ayer pasaron muchas cosas. Dime tu que recuerdas.
— Pues no mucho, ayer había luna llena así que me quede en mi habitación luego Cedric vino me hablo sobre algo y de ahí todo es borroso, aunque solo recuerdo al.. ¿profesor Snape? Que extraño.
— No lo es, ayer la luna te hizo mal, yo te encontré por los pasillos porque me tocaba patrullar y te traje aquí para que no cometieras una estupidez. Te echaste una botella de agua encima y apareció tu cola intenté secarla pero no desaparecía, decidí dormir aquí contigo para vigilarte y... sobre el profesor Snape no te preocupes no hiciste nada malo. —Soltó una risa—
— Tu me cuidaste? —Asintió— Gracias Bella.
— No hay de que —Salte de la mesa y la abrace.— Aqua recuerda que hoy es la primera prueba...
— Es cierto, Cedric! Que hora es?
— Son las ocho recién abrirán el Gran Comedor, si vamos ahora llegaremos.
Salimos del salón con cuidado de no hacer ruido y fuimos al Gran Comedor habían muchas personas desayunando temprano ya que no querían perderse la primera prueba. Me despedí de Bella y fui a mi mesa donde Hannah y Susan me hacían señas.
— Donde te metiste? No dormiste en la habitación.
— Em me quede a dormir con Isabella.
— Por que?
— Porque tenía insomnio y se que ella tiene pastillas para eso. —Les sonreí—
— Bueno pero avísame la próxima vez, creo que traje un frasco con un par de esas...
— Claro no te preocupes —Me incline para atrás para ver a Cedric quien desayunaba con sus amigos— Ahora vuelvo. —Me levante y camine hasta el.— Nervioso? —pregunte sentándome a su lado.—
— No. Más que nervioso estoy emocionado. Pelear con un dragón no lo hago todos los días.
