Ondina intenta pasar desapercibida pero al ser la linda hermanita de Cedric Diggory, no lo logra. Todos la siguen con la mirada a donde sea que ella vaya.
Lo que nadie sabe es que ella guarda a fondo un secreto muy grande, tiene que ocultar a su ver...
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ONDINA DIGGORY
—Ya deseo verte con ese vestido. —me dijo Draco al oído colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja—Te verás muy bien, eres tan linda.—Le sonreí y me levanté al igual que él—
Estábamos en la torre de astronomía ya que a él le encanta venir aquí, a mi también me gusta pero cuando está lloviendo o nevando es un tanto riesgoso.
— Gracias nos vemos en la noche —Me puse de puntitas y le besé la mejilla— adiós.
Sonreí una última vez antes de bajar las escaleras. Tengo tres horas para arreglarme y quedé con Bella para hacerlo juntas. Mientras caminaba al sitio donde nos encontraríamos vi a muchas chicas con sus vestidos en mano y carteras con productos, parecía que se iban alistar en el baño.
— Por fin llegas. —suspiró ella levantándose del muro.— Ven, tenemos que arreglarnos rápido.
— Perdón estuve ocupada. —Sonreí al recordar el tiempo con Draco—
— Que hacías? Besuqueando a mi hermano?
— Claro que no. —reí nerviosa.— Solo pasaba el rato con el.
— Ajá, —respondió con sarcasmo— Ya vamos.
Caminamos hasta la Mazmorra de Slytherin pero antes de bajar las escaleras de mármol Isabella me detuvo.
— Desde aquí tendrás que hacerte invisible, sabes que los Hufflepuff no son bien bienvenidos.
Asentí y me volví invisible colocándome atrás de ella. Bajamos las escaleras hasta una pared de piedra, Isabella susurro la contraseña y pasamos. Esta sala común es muy linda pero no es tan iluminada como la de Hufflepuff; mi sala común tiene colores cálidos y el amarillo destaca por toda la sala, en cambio la de las serpientes es un tanto oscura y los colores verdes destacan.
— Envidio su sala común, está bajo el lago y pueden ver a las criaturas. —Le susurre y camine hacia la ventana.—
— A veces pasa el calamar gigante.
— Oh, ¿hablas de Marta? —Le pregunte, Marta es el nombre del calamar gigante, la conocí hace un año y es muy charladora.—
— ¿Así se llama? —me preguntó Bella frunciendo la mirada.—
