Ondina intenta pasar desapercibida pero al ser la linda hermanita de Cedric Diggory, no lo logra. Todos la siguen con la mirada a donde sea que ella vaya.
Lo que nadie sabe es que ella guarda a fondo un secreto muy grande, tiene que ocultar a su ver...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
༛𓇼𓇼𓇼𓇼𓇼𓇼𓇼𓇼༛
ONDINA DIGGORY Había pasado un mes desde que terminé mi primer año en Hogwarts o bueno, mi tercero. La pase en casa con mi papá y mi hermano, todo normar y tranquilo.
Ellos aún no sospechan nada sobre mi cola, raramente. Cedric a crecido al igual que yo tanto en estatura como en medidas.
Ahora me encuentro sentada con las piernas pegadas en mi pecho frente al lago. Casi siempre voy a nadar, ya es una rutina diaria Cedric me dice para ir a nadar con él pero me niego o le doy una excusa para no hacerlo.
— Así que aquí estás, no me sorprende de hecho. —voltee y vi a mi hermano—
— Oh hola Ced, ¿qué haces aquí?
— ¿Que hago aquí? —caminó hasta quedar al lado mío— Todo este tiempo me dices que no puedes venir a nadar conmigo o me dices excusas ridículas para no hacerlo. ¿Que te pasó? Nos encantaba nadar juntos pero ahora... parece que ya no quieres.
Inventa una excusa Ondina, hazlo rápido.
— Bueno no te lo quería decir porque me daba algo de pena pero... —inhale y exhale haciéndome la dramática— tengo fobia al agua, ha surgido de repente y no sabía como decírtelo.
— Ja. Tu, ¿fobia al agua? Por favor Ondina, no soy imbécil.
— Te estoy diciendo la verdad Cedric, esto es enserio.
— Okey, como digas... —suspire y volví a ver al lago sintiendo tranquilidad pero luego Cedric vino corriendo hacia mi y me cargó entre sus brazos— Te ayudaré a superar tu fobia entonces.
— ¡Cedric, no! —me movía entre sus brazos pero él es muy fuerte y no podía hacer nada— ¡Basta! ¡No quiero mojarme!
— Ay vamos ¡solo un chapuzón! —el parecía quererme soltar para tirarme al agua pero yo aumente el agarre de su cuello— Solo una pierna hermanita.
— Cedric, ¡BÁJAME AHORA! Me enojare contigo y no te hablare, ¡Bájame! —grite lo último un poco más calmada—
— Esta bien, esta bien. —acepto q regañadientes. Camino de nuevo a la tierra y por fin me soltó, me relaje una vez estuve fuera del alcance del agua y sin riesgos de una cola—
—Te dije que no e igual lo hiciste —cruce mis brazos— No me gusto para nada.
— Ya perdóname. —se disculpó sacudiendo sus pantalones—
