Ondina intenta pasar desapercibida pero al ser la linda hermanita de Cedric Diggory, no lo logra. Todos la siguen con la mirada a donde sea que ella vaya.
Lo que nadie sabe es que ella guarda a fondo un secreto muy grande, tiene que ocultar a su ver...
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— ¿Ya me dirás porque tan misterioso?
Draco durante la semana estuvo muy extraño conmigo, se desaparecía y ya no volvía. En la mañana vino a la puerta de mi sala común a esperarme, no me dijo nada, simplemente me tomó de la mano y me hizo seguirlo hasta los terrenos de Hogwarts.
— Shhh, solo sígueme —rodé los ojos divertida y lo seguí—
Caminamos con cuidado que nadie nos viera, desde que encontraron al ministro de magia muerto hay más seguridad. Lo seguí hasta las orillas del lago negro, hasta un árbol el cual dejaba caer rosas amarillas y el sol entraba por las aberturas.
— Así que de aquí sacabas las rosas... —dije sonriendo y tocando una de ellas— que lindo lugar, nunca lo había visto.
— Es único, igual que tú. —Voltee a verlo— he venido aquí por la semana.
— Aquí venias cuando te desaparecías?
— Así es, quise que este momento fuera especial. —me tomó de las manos— quiero que sepas que quiero estar contigo, me encantas Diggory y no te puedo sacar de mi cabeza en ningún momento —me enrojecí al escuchar eso, no tenía idea de este lado de Draco, de lo romántico que puede llegar a ser— por eso me preguntaba si ¿qui... quieres... ser mi novia?
Draco estaba nervioso por mi respuesta, le saque los nervios cuando lo abrace por la cintura pegando mi cara a su pecho.
— ¿Eso es un si?
— Por supuesto —me separé de él y le besé la mejilla—
— No crees que deberías dármelo en otro lado, digo, soy tu novio y necesito una dosis de tus besos —reí ante su lógica y lo abrace por el cuello juntando nuestros labios, no es como si fuera una besadora profesional, jamás he besado a alguien.— me encantan tus labios.
Pasó su pulgar delicadamente por mi labio inferior hasta mi barbilla y alzó un poco mi cara. La luz caía en mis ojos celestes. El entrelazó su mano con la mía y miro mi anillo.
— Siempre traes ese anillo —me hizo una seña para que me siente, me senté a su lado y apoyé mi cabeza sobre su hombro viendo el lago negro—
— Es especial para mi —está hablando de mi anillo lunar, este anillo nunca me lo puedo quitar, si alguien lo encontrara todos los poderes sirena estarían a su merced— me lo regalo mamá.
— Me gustaría verla, no la vi la otra vez que vino tu padre a ver lo del torneo.
Mi papá vino hace unos días a ver cómo estaba Cedric con lo de la prueba. Le hemos estado mandando cartas pero él quería venir. Ese día no me acerque ni a Draco ni a Bella al igual que mi hermano.
