Róbame el corazón.

38. Un cachorro para los dos.

- ¡Te extrañé demasiado!

Jin abrazaba a Jimin lo mejor que podía.

- Este bebé no podía nacer hasta que yo llegara.

Las manos de Jimin acariciaron el abultamiento pronunciado del Omega de pelo castaño. En el cuello de Jin había una marca, por fin después mucho tiempo Namjoon había echo en él.

Ahora vivían juntos en la pequeña casa a un costado de la casa grande de Jungkook.

- No quiero que te vuelvas a ir.

- Pero si acabo de regresar - Jimin regresó al carro por la maleta. - Ahora que tendremos un cachorrito tendremos mucho trabajo.

Jimin sonrió al notar la expresión extraña del alfa al escuchar la expresión.

- Es que me prometió que lo compartirá conmigo ¿Verdad Jin? - Jimin giró para ver al Omega pero este ya estaba en los brazos de Namjoon de forma protectora - bueno no importa, estoy seguro que así será - dijo a Jungkook con confianza.

Arrastró la maleta con dificultad hacía la casa. 

Jungkook se mantuvo detrás riéndose de la forma en que él Omega se negaba a pedirle ayuda.

- ¿Por qué no le echas una mano Jungkook? - se quejó nana cuando salió a su encuentro - alfa maleducado.

Nana tomó la maleta quitadola de las manos de Jimin.

- Lo haría si me dejara. - se quejó Jungkook.

- Está bien, Sra. Fann me gusta valerme por mí mismo.

La sonrisa de ambos al reencontrarse le hizo a Jungkook recordar la forma tan astuta en que Jimin se había infiltrado en su casa.

Aquella noche en qué había aullado por ayuda.

¿Cómo olvidarlo?

Ese noche su vida cambio para siempre.

Jungkook sostuvo la puerta para que pasase Jin quien solo le sonrió haciendo una reverencia de lejos, era una realidad que Namjoon había cubierto al Omega con su aroma de forma fuerte para asegurarse de que ningún alfa se le acercase a él. Jungkook haría lo mismo si fuese el caso.

- Creo que dormiré por tres días seguidos - Se quejó Jimin sujetando su cuello de forma teatral - ¡Ohhh que ha pasado aquí! ¿compró nueva decoración?

Jimin paseó por la estancia revisando cada detalle. Jungkook había mandado a remodelar toda la casa. Quería que aquel hogar fuese llenado con nuevas memorias con él.

Las paredes ahora eran de color marfil al igual que los muebles.
Los detalles en dorado de los candelabros y los marcos de las paredes destellaban con la luz del sol que se filtraba por la ventana.

- ¿Por qué no me dijiste?

- Quería que fuese una sorpresa.

Jungkook se acerco al Omega para abrazarlo por detrás, besó su piel justo por encima de la marca. Haciendo que este suspirara dulcemente.

- ¿Quieres subir a la recámara?

Jimin rodó en sus brazos. Y negó.

- Es que quiero ponerme al día con Nana y Jin, además quiero visitar a Taeh.

Jungkook bufó y sin gustarle la idea de alejarse de él lo soltó, no sin antes recibir un beso tronado del Omega.

- En Nueva York eras solo mío - dijo Jungkook subiendo las maletas hacía la habítacion.