Róbame el corazón.

46. Regresé para amarte.

No juzgaba que el pequeño Jiwon estuviera loco por Jimin.

Su nariz estaba olfateando pequeñas notas tan dulces en su aroma que eran adictivas, Jungkook conocía a su Omega perfectamente y sabía que en él había algo distinto , ante sus ojos Jimin destilaba un brillo en su piel y sus ojos brillantes le parecían lo más hermoso del mundo.

Respiró profundamente impregnandose de ese aroma resistiendo las ganas de ir por él y abrazarlo.

No podía, no hasta que él lo perdonara.

Jungkook no tenía ningún aliado  en ese momento, eso lo debía de tener en cuenta, nisiquiera su alfa que tiraba de él como un condenado para tomar el control.

Pero no lo dejaría.

Y no por que no confiara en él para resolver aquel dilema, si no por que sus métodos eran más arcaicos, él tenía el poder de hacer que su Omega cediera ante todo. No, no, eso no era bueno, lo que necesitaba era que Jimin decidiera él solo si aún quería regresar a su lado.

Durante aquellos días grises apenas había podido mantener a su alfa bajo control, su pequeño cachorro lo necesitaba y eso contribuyó a qué no se dejará llevar por el dolor que lo estaba devorándo.

Decidió esperar.

Y ahora que lo tenía frente a frente la desesperación había salido a flote.

Quería mostrarle que todo estaba controlado, pero lamentablemente  Jimin llegó cuando Jiwon se había escondido de nuevo, su intención de mostrar que todo estába bajo control se desboronó desde el primer momento.

¿A quién quería engañar?

Todo era un desastre desde la manía del pequeño alfa por el aroma de Jimin hasta el estado fatidico de su propio alfa, quien yacía lastimado por la lejanía del Omega.

¿Cómo disculparse por todos sus errores?

No quería ilusionarse, dudaba que Jimin aceptará vivir allí con aquella situación, él tenía fuertes razones para despreciarlo y Jungkook estaba dispuesto a afrontar las consecuencias.

En el despacho, Jungkook lo observaba tomar las fotos en sus manos, mientras que él las miraba una a una, su expresión era tan incierta como sus propios sentimientos.

El puso las fotos de nuevo en el escritorio y cruzó sus manos en su pecho, su rostro demostraba la decepción que sentía.

- Debió ser duro estar alejado de él.

- Lo fue - contestó Jungkook después de aclararse la voz. 

- ¿Cómo pudiste hacerlo?  el niño te necesitaba ¿por qué abandonarlo de ese modo?

Respiró profundo y lo miró con valentía.

- Yo no estaba bien...

Pero la mirada del Omega era tan distinta ahora, diferente a su expresión amorosa que solía dedicarle, él lo juzgaba como lo hacían todos, no quería perder las esperanzas de tenerlo junto a él pero ya se estaba preparando para lo peor.

- Tú eras lo único que él tenía.

- Jimin

- Eso fue... muy cruel.

- Lo fue  - las palabras se quedaban agolpadas en su garganta, sacudió su melena descuidadamente volteando hacía aun costado.

Su mente estaba echo un comulo de mortificación por qué el mismo había encontrado la dicha en la compañía de su cachorro. Tal vez si se hubieran quedado juntos ambos hubieran superado aquella perdida juntos.