5. La vergüenza del Omega.

28K 3.3K 1K
                                    

Abrió los ojos de golpe.

Con su mano acaricio su cadera y luego fue a su pelvis espantado al notar la ausencia de ropa. Tomó  la sábana de un costado y se tapo hasta el pecho, levantándose de golpe.

-¡Rayos! - el dolor de cabeza fuerte lo hizo regresar hacia atras, su vista se desestabilizo. Tardó varios minutos en volver a abrir los ojos ahora de manera curiosa.

Una habitación pequeña apenas iluminada por la luz del sol que se metía por una ventana de madera

Entonces recordó todo y sonrió, le había ganado al lobo plateado y había salido con vida, eso era más de lo que esperaba, aúnque no supiera dónde estába.

Limpió su nariz pues aún podía oler ese aroma a menta con demasiada fuerza cerca, abrió su mano, el aroma venía de él, se asqueo.

- Demonios. - recordó que el lobo lo había mordido, seguro le había dejado una marca de olor, movió la pierna y está dolió.

Se sentó con cuidado examinando debajo del vendaje con cuidado.

El lado derecho de su cabeza parecía entumecido.

Estaba metido en muchos problemas, ya se imaginaba la actitud de Jin y Hobi cuando le preguntarán donde se había lastimado.

- Hobi tranquilo solo me caí cuando intentaba escapar de un alfa rabioso.

Si el alfa no lo hubo matado entonces Hobi lo haría.

- Rayos

Debía de averiguar dónde demonios estaba.

Alguien tocó la puerta y luego está fue abierta. Jimin se quedó en blanco cuando vio a la anciana que lo había salvado. Un segundo, exactamente ¿Donde estaba?

- Buenos días pequeño.

Jimin hizo una reverencia corta cerrando los ojos dejando que varios aromas entraran, desde el delicioso olor de comida hasta otro más fuerte  chocolate y madera, suspiro un poco más notando que la esencia era calida y muy concentrada.

- Espero que ya puedas recordar.

Jimin estaba perdido en el aroma, tenía una corazonada acerca de dónde estaba, pero eso era imposible, él jamás tenía tanta suerte.

Pero, la anciana era la misma que lo había defendido. Se asomó por la ventana y pudo ver parte de los muros que protegían la propiedad.

¡Oh demonios!

¡¿lo había logrado?! ¡¿Había logrado entrar a la casa?! Los ojos los tenía muy abiertos de la impresión.

Ella dejó la bandeja a un lado de la cama. Y lo miró.

- ¿Recuerdas que sucedió anoche?

La mirada noble de la anciana y él al borde la locura. Asintió.

- Que bien  ¿cuál es tu nombre?

Ella se dio la vuelta y le extendió unas prendas poniéndoselas en la mano.

Jimin gritaba internamente.

Joder no tenía un plan. En verdad creía que no lo lograría, todos habían creído que no lo lograría, el mismo no creyó que llegaría tan lejos.

- Ohh - aclaro su garganta, el aroma a chocolate venía de toda la casa - Mi nombre es ... - rayos estaba en una estúpida misión, miró como la señora abría un poco más la cortinas dejando ver el portón negro que tanta frustración le había dado, se preguntó que harían sus Hyungs en ese momento - mi nombre de Mimi.

Róbame el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora